Ya lo decía
Bob Dylan allá por los años sesenta del pasado siglo,
“Times they are changing”. Loquillo nos lo tradujo y apostilló que los tiempos están cambiando, pero además,
“sin remisión”. Y es que los que peinamos ya alguna cana, si tenemos la suerte de poder peinar todavía algún testimonio capilar, vemos como el ciclismo de hoy en día poco tiene que ver con el que nos atrapó hace varias décadas.
La tecnología ha ocupado un puesto sumamente relevante en el devenir del mundo de la bicicleta y, amén de innovaciones que han incidido directamente en la evolución de la misma (
les recomiendo que lean este exquisito artículo), no pocos han sido los “gadgets” que han tenido una aplicación directa en nuestro deporte favorito con la finalidad, se supone, de facilitarnos nuestra “vida ciclista”.
Temas relacionados con la medicina aparte, una de las noticias más con
trovertidas de la recién estrenada temporada ciclista profesional ha sido la progresiva prohibición del uso del “pinganillo” que está llevando a cabo la UCI. Los ciclistas, que evidencian una patente desuni
ón en cualquier afrenta contra su medio de vida, en esto se han mostrado como un colectivo cohesionado y firme, aduciendo razones de seguridad en su reivindicación a favor de dichos artilugios radiofónicos. No piensen mal. Nada tiene que ver que los del volante bien pudieran ver recortados sus privilegios a la hora de jugar a su cotidiana partidica de “Pro Cycling Manager” que es lo que, a los más mayores, nos parecen las carreras ciclistas profesionales de hoy en día. Se da la circunstancia de que hay corredores profesionales que no han competido nunca, ni en juveniles, sin ser teledirigidos desde el coche del director deportivo. Huérfanos de instrucciones, algunos no saben desenvolverse con pericia en situaciones donde la táctica cobra una importancia fundamental. Por no hablar de las ya casi extintas “escapadas a bidón”, hoy en día defenestradas por pelotones abocados a una milimétrica labor de caza, siempre tutelada por las referencias que se gestionan desde los asientos de los coches de equipo. Si el verdadero motivo es la seguridad, el uso del “pinganillo” con una frecuencia abierta que pudiera ser escuchada por todos los receptores podría ser la solución. Pero…
La telefonía móvil también ha entrado por la puerta grande en el mundo del ciclismo. Hoy en día, se antoja casi inconcebible salir a la carretera sin dicho elemento en alguno de los bolsillos de nuestro maillot. Desde la más básica finalidad, como es la posibilidad de poder pedir ayuda ante cualquier imprevisto, hasta la más prosaica como es la realización de fotos que inmortalicen nuestra cotidianidad ciclista, pasando por todo el casi infinito elenco de “indispensables” aplicaciones que nos ofrecen los terminales actuales.
La tecnología aeroespacial, concretamente la de los satélites artificiales, ha aportado su granito de arena al desarrollo del Planeta Ciclista y el uso de GPS portátiles es una realidad cada vez más extendida y no pocos pedalean con su manillar conectado a un aparato sideral que orbita sobre nuestras cabezas. De esa manera, incluso, el aficionado puede ver en una web, monitorizados, todos los valores de su corredor favorito, si usa uno de estos dispositivos, claro.
Y hablando de “webs”, Internet ha revolucionado el mundo de la información y el ciclismo no es ajeno a dicha convulsión tecnológica. Hoy en día proliferan por doquier en la “Red de Redes” los blogs de temática ciclista, donde sus autores relatan sus peripecias cotidianas encima de la bicicleta. Así, tenemos los “fardablogs”, los “lloroblogs”, los “somardablogs”, los "frikiblogs”, … Sírvase el lector, con total libertad, catalogar el que está leyendo en estos momentos como mejor se le antoje. Por medio de las Redes Sociales, podemos estar al tanto de las sensaciones, opiniones, entrenamientos o competiciones, por ejemplo, del más famoso ciclista profesional o del más humilde cicloturista que se precie de hacer uso de las mismas. Y es que los tiempos avanzan que es una barbaridad.
“Pues la rueda todavía está girando
Y no está diciendo a quien
va a designar.
Pues el perdedor ahora,
va luego a ganar.
Porque los tiempos están cambiando”
Bob Dylan- Times they are changing (1963).