domingo, 30 de junio de 2013

Adrián Rodríguez campeón de Castilla y León de Triatlón por Relevos


Ayer se disputó en Ávila el “Triatlón Ciudad de Ávila” que era, a su vez, el Campeonato de Castilla y León de Triatlón por Relevos. El embalse de Fuentes Claras acogió las diferentes pruebas organizadas por la Federación de Triatlón de Castilla y León y el Club de Triatlón Ávila, en colaboración con el Consistorio. En la prueba por relevos masculino, el carajillo Adrián se impuso con su equipo Triatlón Consulta Sergio Sainz, proclamándose Campeón de Castilla y León de Triatlón por Relevos.


Una gran alegría la que nos ha ofrecido nuestro amigo que lleva un excelente año, donde tan sólo la mala suerte y algunas decisiones arbitrales le han impedido cosechar algún resultado todavía más destacado. No obstante todo lo anterior, su destacada temporada no ha sido suficiente para hacerse merecedor de formar parte de la selección aragonesa, con cuya federación tiene expedida la licencia.


No queremos finalizar esta agradable reseña sin recordar al amable y paciente lector que todo lo que sabe este triatleta sobre montar en bici, se lo debe a los sabios consejos y al empeño docente de El Carajillo Alegre.  No en vano, son míticas las inclementes sesiones “Tras-Gerardo” a las que el bueno de Adrián ha sido sometido sin ninguna compasión. 

sábado, 29 de junio de 2013

XXIV Ruta del Somontano

Hacía días que el becario de El Carajillo Alegre tenía preparada la presente reseña sobre la “Ruta del Somontano”. Con un más que justificado retraso, se la ofrecemos a aquellos lectores a los que pueda interesar tal y como la teníamos preparada.


Por quinto año consecutivo, El Carajillo Alegre hizo acto de presencia en la “Ruta del Somontano” que se celebra todos los meses de Junio en la localidad oscense de Barbastro. Desde que la “descubrimos”, allá por 2009, no hemos faltado a la cita con la “Clásica del Barranqué”. Una prueba que ha evolucionado en diferentes aspectos (premios, obsequios, recorrido, ubicación de la llegada,…), pero que ha sabido mantener su esencia y diferenciarse de sus congéneres por el trato al ciclista y el precio de la inscripción. Aspecto éste último harto importante en los tiempos que corren. Pero, bueno, ya se sabe que esto es cuestión de prioridades: nos puede parecer abusivo pagar un euro por una receta médica (permítanme el manido ejemplo) y, sin embargo, no dolernos prendas a la hora de gastarnos dos mil duros en una “cicloturista”. Rogamos que ningún lector se sienta ofendido. Desde este medio respetamos la propiedad privada y el derecho a que cada uno se gaste los dineros en lo que considere oportuno.

Destacábamos, unas líneas más arriba, el empeño de los organizadores por mantener la esencia de esta prueba que en 2013 ha celebrado su vigésimo cuarta edición. Cuestión en absoluto baladí dados los precedentes en otras “cicloturistas” aragonesas las semanas anteriores. Seguro que nadie del mundillo ha sido ajeno a las polémicas acaecidas en Tarazona y Jaca. “Cuatro Cimas “ y “La Jacetania” fueron tristemente famosas por la negativa de la Guardia Civil a dejar a los ciclistas competir, tal y como se acostumbra a hacer en este tipo de manifestaciones ciclistas de unos años para esta parte. Mas no nos extenderemos en este debate, pues es digno de una entrada propia en el blog. Así que los carajillos aptos para la “disputa” de la Ruta del Somontano acudieron a Barbastro conscientes de que se podía dar el caso de que la “carrera” se convirtiera en lo que anuncia el cartel y el reglamento. O sea, en una “cicloturista”. Finalmente, celebramos que no fuera así y pudiéramos, un año más, jugar a las carrericas.
 
En 2009, Rubén y Felis fueron los carajillos pioneros en participar en la Ruta del Somontano. Desde entonces no hemos faltado a la cita.

Rubén “Lenguagato” y Felis, acompañados de la guardia pretoriana de San Mateo y Zuera compuesta por Javierrre, Jarri y Javi (las “Tres Jotas”), se cosieron el dorsal en una edición que se caracterizó, sobre todo, por el calor. La ingente cantidad de latas de cerveza que gentilmente los organizadores facilitaron a los carajillos nada más terminar la carrera, dan fe de dicha afirmación. Sobre lo acontecido en la carretera, destacar que Javierre hizo segundo en la categoría de Máster-50 y Javi Moneva acompañó a Felis en el podio de Máster-40 desde el tercer escalón del mismo. Felis, otrora apodado “El Pupas”, volvió a hacer honor a aquel sobrenombre y llegó a meta con el cambio roto, luego de rodar más de veinte kilómetros de esa guisa. Rubén volvió a reencontrase con las sensaciones que hacen de él un ciclista de gran proyección… a ver cuánto le dura. Jarri volvió a erigirse en el líder a seguir cuando de encontrar un restaurante “tres B” (bueno, bonito y barato) se trata. De tal manera que hizo los honores llevando al resto de la carajillada a comer a la bonita plaza de Barbastro, redondeando una divertida jornada que tuvo el broche de oro con un cafecico en una terraza del coso de la capital del Somontano.

jueves, 27 de junio de 2013

Quasi Héroes

Hacía días que nuestro misterioso colaborador El Carajillo Díscolo no nos deleitaba con una de sus “discolidades”. Algunos bien pudieran pensar que ha sufrido un silencio impuesto por alguien que no ha recibido de buen agrado alguna de sus opiniones. Nada más lejos de la realidad. Según nos ha dicho, al interesarnos por su ayuno literario, es que no había nada que mereciera la estocada de su afilada pluma. Parece ser que la recién celebrada Chainreaction.com o Quebrantahuesos bien merece de su mordaz prosa.

Como siempre, nos apresuramos a puntualizar que el siguiente comentario es la opinión personal de El Carajillo Díscolo. No obstante, son ustedes libres de disparar al pianista si lo prefieren y les resulta más cómodo que hacerlo al autor de la partitura.


Quasi Héroes por El Carajillo Díscolo

Hemos hecho la QH 2013, y estoy en el Olimpo.

Ahora sí que soy todo un profesional, y se me luce. He sacado un tiempazo, que ya he colgado en mi facebook, para que lo vean todos. Este año no tengo que poner excusas de que si tengo catarro, tendinitis o me he roto un dedo. Ahora sí que sí, he demostrado lo que hay. Que se enteren.

Y me encanta que mis amiguetes, nobles y sinceros por encima de todo, me llamen y me feliciten, reconociéndome lo crack que soy, y todavía me gusta más el pensar en las rabietas de los no tan amigos, y en cómo me van a criticar a escondidas, porque estos no son nobles y sinceros como los otros. Eso sí que me pone…no me empalmo, pero eso es por los “complementos”, que si no…

Ahora toca entrar en la web oficial a cotillear los tiempos de los demás…Hay que ver, fulanito con lo que anda, y le saco seis minutos largos…y menganito, con lo malo que es y la marca que ha hecho, éste qué se habrá metido…En fin, lo de todos los años, pero desde la perspectiva que otorga la gloria.

Y esta semana, a entrenar con las grupetas, sacando pecho. Que me admiren. Pienso salir mañana y tarde; total, de trabajo tengo poquito. Los comentarios, una gozada: iba regulando bien…podía haber estado más adelante, pero quería llegar entero…es que ahora sí que estoy bien…lo que a mí me va es la dureza, que haya dureza, carreras para hombres, no como las de máster, que te gana cualquiera…Se les cae la baba escuchándome. Cómo me envidian. En estos momentos es cuando piensas que todos los entrenos, los gastos, los múltiples pinchazos y hasta las estocadas, han merecido la pena. Estoy dando la vuelta al ruedo, y creo que me mareo un poco…daños colaterales…

La carrera, fenomenal. Esta vez la benemérita nos ha dejado las carreteras para nosotros solos, y que le den por el culo al que vive en Escuer y tiene que ir a trabajar a Sabiñánigo, o al restaurante de Escarrilla, que no ha vendido un colín en todo el día. Que no se quejen tanto, que luego hacen huelga por cualquier tontada. Hoy es un día importante, trascendental. Esto es como el Tour de France. ¿Qué digo el Tour?... Es mucho más. Es como la procesión de Viernes Santo. Allí pasamos los costaleros, el nazareno, la verónica, los palmeros, y hasta la cabra de la legión.

Y además, los de verde esta vez nos han dejado correr todo lo que queríamos, no como en las últimas cicloturiscarreras. Aquí es donde se notan los 64 euros que hemos pagado. Es que la maquinaria hay que engrasarla para que funcione, y eso no es gratis, y menos en estos tiempos. A ver si a los organizadores de eventos les entra de una vez en la cabeza, y no nos hacen perder más el tiempo con marchas controladas; que nos hemos gastado ya mucha pasta en preparación y preparadores como para escatimar en el precio de la inscripción.

Por delante, más o menos los de siempre. Estos sí que son unos cracks, porque es innegable que tiene mucho mérito que corredores tan mediocres puedan sacar semejantes rendimientos. Hay gente que sabe mucho, y los demás nos tenemos que ir poniendo al día. Con un poco de retraso, pero pronto estaremos allí, si no nos pillan, que estos días hay movida, y de las gordas.

miércoles, 19 de junio de 2013

Un sueño llamado Vuelta a Colombia


Hace apenas un año, los hermanos Tamayo ponían toda su ilusión y quizá sus últimas esperanzas de seguir en la élite del ciclismo en la participación en la Vuelta a Colombia 2012. La carrera más importante de su país y de toda Sudamérica se antojaba el último tren, la postrera oportunidad, al que montarse para seguir en pos de su sueño: seguir siendo ciclistas. El viaje no iba a ser en primera clase, ni mucho menos. Gracias al equipo UPV-Bancaja del mítico “Roski”, Diego y Sebas dejaron atrás unos meses de incertidumbre tras el baldío proyecto de la escuadra italiana Wit?. Faltos de medios y de la mejor preparación, pero henchidos de moral, no desaprovecharon la oportunidad que se les presentó y aquella Vuelta a Colombia, luego de superar no pocas vicisitudes, les abrió las puertas del ciclismo colombiano. Aquel ciclismo que en su día dejaron por buscar la gloria en la Meca del deporte del pedal, Europa, pero que merced al resurgir de la otrora mítica casta de los “escarabajos”, vuelve a brillar presagiando un prometedor futuro.


Ha pasado un año y la vida de los hermanos Tamayo ha discurrido de manera desigual. Mientras el pequeño entrenaba durante el invierno por las carreteras zaragozanas con la certidumbre de un contrato con el equipo GW-Shimano, un contrato gestado precisamente durante la referida Vuelta a Colombia, Diego tenía que luchar contra los fantasmas del fracaso que una vez más, se cernían sobre su dificultosa carrera ciclista. Otro invierno azotado por el frío desasosiego de un futuro incierto, el comienzo de la temporada sin un maillot nuevo que estrenar, la partida de su hermano Sebas a su país natal para seguir siendo ciclista,… No le quedó más remedio que hacer la maleta y emigrar, paradójicamente, a su país para ir en busca de su sueño. Diego está acostumbrado a que nada le resulta fácil en esto del ciclismo. Es una constante en su periplo sobre la bicicleta, quizá también en la vida, pero no se rinde. Pocas semanas antes de comenzar la carrera que el año pasado les abrió las puertas a la esperanza, el mayor de los Tamayo consiguió hacerse con un hueco en el equipo de su hermano Sebas. Otra vez juntos y otra vez luchando hombro con hombro para hacer realidad un sueño. Un sueño llamado Vuelta a Colombia.


Las citas previas hacían presagiar un esperanzador futuro en la gran cita del año para nuestros protagonistas. Sebas había pisado el podio en más de una ocasión, tanto en carreras de un día como en clasificaciones generales. Diego, un poco más retrasado en su preparación, también había dejado columbrar visos de buenas sensaciones en su rendimiento físico. GW-Shimano-Envía-Gatorade presentaba en Quito su equipo de gala ante formaciones de reconocido predicamento en el continente americano. No podía empezar mejor la empresa, pues en la primera etapa que rendía viaje en Ibarra, Sebas conseguía infiltrarse en la escapada buena y tan sólo Edward Ortiz (EMP-UNE) era capaz de privarle de la victoria. La fuga logró una renta superior a los cinco minutos y medio respecto al grupo de los favoritos, donde Diego entraba en las primeras posiciones en décimo tercera posición. Tal gesta hacía prever que administrando dicha ventaja y estando atento a las evoluciones de la carrera, cabía la posibilidad de soñar con vestir la preciada túnica que distingue al líder de la carrera. Un sueño llamado Vuelta a Colombia.


Y el sueño se hizo realidad el tercer día, con ocasión de la etapa que finalizaba en Pasto. Sebas lograba finalizar en sexta posición a rueda de favoritos como Ardila, Cárdenas o Sevilla y pasaba a comandar la clasificación general de la Vuelta a Colombia. Un año atrás, los hermanos Tamayo se afanaban en la bodega de la casa de Rubén Horna por adecentar sus maltrechas bicicletas Rossin para poder tomar parte en las condiciones más dignas posibles en la vuelta a su país. Ahora Diego y Sebas miraban extasiados, sobre la cama de la habitación del hotel, el maillot que anuncia que su portador es el mejor de la carrera en ese momento. Los sueños se cumplen y porqué no soñar con llegar a casa con dicho distintivo. Conseguir mantener el liderato hasta la sexta jornada entre Buga y Manizales, la patria de los Tamayo. ¿Porqué no soñar?. Un sueño llamado Vuelta a Colombia.


Para hacer realidad dicho sueño, habría que superar tres duras etapas y ver triunfar a Oscar Sevilla en El Bordo y a Rafael Montiel en Cali. El GW-Shimano-Envía-Gatorade se volcaba sin condiciones en la defensa del maillot de líder y, entre ellos, destacaba la denodada labor de Diego Tamayo. El catorce de Junio, las vallas que flanqueaban la línea de meta de Manizales apenas contenían al ingente público que se agolpaba para ver llegar a los ciclistas coreando el nombre de sus ídolos: “¡Tamayo, Tamayo!”. Carteles, pancartas y pintadas que denunciaban orgullosas la admiración de un pueblo por sus paisanos: los Tamayo Martínez. Los primeros ciclistas llegan en fila india a la meta encabezados por el compañero de los hermanos Tamayo Oscar Eduardo Sánchez y tras él, unos metros detrás, el corredor que cubre su torso con la bandera de Colombia que delata al líder de la carrera. Al líder de un sueño. Un sueño llamado Vuelta a Colombia.



Tras el abrazo de Alejandro, un orgulloso padre, al líder de la Vuelta de su país y el agasajo de toda una familia a tan insignes miembros, poco importa si Sebas no logró mantener un día más el liderato antes de cederlo a su compañero Jonathan Millán. El sueño se había cumplido y nada ni nadie podría arrebatarles a Diego y Sebas la felicidad de haberlo hecho realidad. Seguramente más de lo que habrían podido imaginar durante una de sus interminables jornadas de entrenamiento por la carretera de Huesca con sus amigos de El Carajillo Alegre o en las tertulias previas a las mismas en el bar de la zaragozana Plaza Mozart. Seguramente ni tan siquiera habrían osado plantearse tamaña gesta. Tan sólo era un sueño. Un sueño llamado Vuelta a Colombia.


martes, 18 de junio de 2013

Carlicos Ortigosa subcampeón de Aragón BTT


El pasado sábado por la tarde tuvo lugar en el populoso barrio zaragozano de Valdespartera el Campeonato de Aragón de BTT. Para los carajillos era una cita especial por cuanto suponía la oportunidad de que Carlicos Ortigosa retuviera, durante una temporada más, el llamativo maillot que le ha distinguido como Campeón de Aragón 2012 de la especialidad. Para llevar a cabo tal empresa, debía ser el mejor en un circuito “infame por su dureza”, a tenor de la calificación que hizo del mismo Gerardo tras su reconocimiento… pero ya se sabe que Gerardo se está haciendo mayor, cada día más, y conviene poner en cuarentena sus aseveraciones. Por si la dureza del trazado no era suficiente, el clima contribuyó con una jornada especialmente calurosa. Lo que en la terminología meteorológica aragonesa se define como “caer el Sol a capazos”. Ambos factores motivaron que gran número de participantes no pudieran concluir la prueba, varios de ellos aquejados por golpes de calor.



Los entendidos en esto del montamblás recomendaban apostarse en las inmediaciones del Castillo de Valdespartera para disfrutar de una inmejorable perspectiva del circuito, desde donde seguir la práctica totalidad de las evoluciones de los ciclistas. Mas tras unos minutos expuestos a merced de los rayos de Helios, un túnel bajo la autovía del Cuarto Cinturón se antojaba el enclave más recomendable para ver pasar a los bicicleteros. El metro de sombra se cotizaba al alza y dicho lugar era generoso en tan escaso bien.


Dos carajillos participaron en la disputa del Campeonato: Carlicos y Chuané. El primero luchó en todo momento en vanguardia de la prueba, destacándose desde la primera vuelta junto a los dos Serranos (Angel y Raúl), protagonizando una sobresaliente actuación que se vio empañada en la última vuelta, cuando rodaba en una consolidada segunda plaza, al sufrir una caída que le produjo una avería que le haría perder un tiempo precioso y le relegaría a la quinta posición absoluta. No obstante, nuestro amigo logró el Subcampeonato de Aragón Máster-30 evidenciado su liderazgo en esta especialidad.  Chuané, por su parte, partía con las expectativas que le conferían sus habilidades como bajador, habida cuenta de la dificultad que presentaban los descensos que salpicaban el trazado, mas al comenzar el segundo giro al mismo, coincidiendo con el paso por el túnel anteriormente referido, se acordó de que tenía que ir a hacer la compra al Mercadona (sic) y tuvo que renunciar a protagonizar una excelsa actuación sobre la bici a cambio de cumplir con sus obligaciones domésticas. 


miércoles, 12 de junio de 2013

I Trofeo Los Calzones


Esta temporada estamos de enhorabuena en cuanto al nacimiento de nuevas carreras de nuestra categoría favorita: “open” o mal llamadas “sociales”. Si el pasado mes de Marzo nos congratulábamos con la celebración del I Memorial Carlos Tárdez en la localidad monegrina de Lanaja, en esta ocasión ha sido la histórica ciudad de Daroca, famosa por Los Corporales y a partir de ahora, esperemos, por el Trofeo Los Calzones, donde ha alumbrado una nueva competición velocipédica. Una prueba con un exigente recorrido que consta de dos versiones, dependiendo de la categoría de los participantes: una larga de 77 kilómetros consistente en tres vueltas a un selecto trazado y otra de 51 kilómetros que consta de una vuelta menos. No tuvieron suerte los del Club Ciclista Darocense, pues el clima no fue nada benevolente con los ciclistas y, sin duda, reprimió la participación de no pocos. Pero la historia de las carreras ciclistas la escriben los que toman parte en ellas y no las ausencias.

Dani escapado de salida.

Decíamos que la climatología no acompañó, pues la lluvia comenzó a hacer acto de presencia durante la entrega de los dorsales y apenas remitió a la hora de la de los trofeos. Programar una carrera ciclista justo el cuarenta de Mayo, a escasas veinticuatro horas de quitarse el sayo, contrae estos riesgos. No obstante, medio centenar de ciclistas se atrevieron a coserse el dorsal a la espalda haciendo caso omiso de la pertinaz lluvia que impregnaba de un amenazador brillo los adoquines de la histórica ciudad de Daroca.

Grupo de cabeza pasando por primera vez por Balconchán donde comienza el puerto homónimo.

No nos extenderemos, como es habitual en esta redacción, en los pormenores de lo acontecido en el fragor de la batalla ciclista, salvo cuando es especialmente relevante, pero sí que desglosaremos algunos detalles que en nuestra opinión son dignos de reseña. No es ningún secreto la admiración que en El Carajillo Alegre tenemos por las temidas ocurrencias Kalpelmuurianas. Pues bien, haciendo honor a aquel dicho que reza que “de Kapelmuures, kapelmuuradas”, los componentes montañeses de esta escuadra serrablesa no contentos con la dureza de la prueba, por orografía y climatología, decidieron dejar aparcado el coche a unos veinte kilómetros de Daroca (“a cascala” en el sistema métrico aragonés) e ir en bicicleta hasta la línea de salida a modo de calentamiento. Tampoco cuestionaremos el porqué uno de ellos, David, dejó tirada en medio de la carretera que descendía vertiginosamente hacia Daroca, su flamante BH G6 mientras hacía toda clase de aspavientos junto al salvarail … creemos que como muestra de entusiasmo por el sobrecogedor paisaje del Campo de Daroca que desde esas alturas se columbraba.

La Puerta Baja de Daroca. Bajo cuyo arco encontramos el único lugar de los alrededores donde no llovía.

Un trío de carajillos se dio cita en la prueba que nos ocupa. Quizá el más sensato de ellos fue Chuané que como quiera que con la lluvia se le riza en exceso la melena, decidió no tomar ni siquiera la salida. Por el contrario, Dani y Felis, apenas se pertrecharon para la contienda ciclista se dirigieron raudos a visitar la imponente Puerta Baja de Daroca, bajo cuyo vetusto arco pudieron guarecerse de la incesante lluvia a la espera de que se diera la salida. Dani es una persona de palabra o al menos eso se desprende de su actitud, pues durante los días previos a la carrera no cesaba de decir, a quien quisiera oírle, que pensaba arrancar de salida, lo que viene siendo en el argot “a toque de pito”. Y a fe que cumplió su palabra, pues nada más darse el banderazo de salida, abandonó el grupo como una “instalación” y eso que el terreno era de todo menos favorable. A mitad de la primera ascensión del puerto de Balconchán (un “repecho” de cinco kilómetros con un 6,5% de desnivel medio), debió de echarnos de menos a tenor de su interés por volver a la compañía del ya cercenado grupo principal. Felis, por su parte, hizo lo que pudo y maldijo una y mil veces no haber hecho caso a las recomendaciones de un gurú financiero que a principio de temporada, le conminó a comprar acciones bursátiles de alguna empresa que se dedicase a la manufactura de zapatas de freno, habida cuenta del año que llevamos a efectos pluviométricos. Finalmente, victoria de David del Utebo, seguido de Jesusín Olmos y de Pepito de Calatayud. Destacar el esfuerzo de los organizadores, la seguridad en todo momento de la prueba merced a la amplia presencia de efectivos de la Guardia Civil y los detalles con que la organización obsequió a todos los participantes y los premios con los que agasajó a los más destacados. Como quiera que no queremos que se nos tache de “pelotas”, sugerimos que para ulteriores ediciones se tenga en cuenta la posibilidad de otorgar trofeos a los tres primeros de cada categoría.

viernes, 7 de junio de 2013

Los Dos Días de Mireya 2013


El pasado fin de semana tuvo lugar la carrera más especial del calendario máster aragonés por el componente emotivo que Los Dos Días de Mireya tienen para todo aquel que, con la excusa de participar en una carrera de bicis, se acerca a Sabiñánigo ese fin de semana donde lo realmente importante es estar con la familia García Barrio. En esta ocasión las temibles mentes organizativas kapelmuurienses retomaron la fórmula de los dos días competitivos y se sacaron de la manga la feliz idea de una contrarreloj por equipos denominada I Trofeo Pirineos. Especialidad ésta que los más viejos que pueblan el solar ciclista aragonés, apenas recuerdan la última vez que pudieron presenciar. Lejos quedan las que servían para inaugurar pretéritas ediciones de la añorada Aragón-Bearn o incluso un Campeonato de Aragón que, precisamente, se organizó en Sabiñánigo en 1988, por citar algún ejemplo.


La prueba en línea, IV Clásica Mireya, se celebró la tarde del sábado. Dos vueltas al tradicional circuito de Cartirana y la decisiva ascensión al alto de Navasa conformaban un recorrido del que dieron buena cuenta una nada despreciable cantidad de bicicleteros máster. Para muchos de ellos, entre los que se encontraban la mayoría de los carajillos presentes, supuso la primera carrera de la temporada en la que pudieron salir a correr sin manguitos. Y es que el clima, para el gusto de no pocos impropio de las fechas que nos ocupan, dio una tregua y ofreció unas temperaturas benevolentes para la práctica de nuestro deporte favorito. Carlicos Ortigosa volvió a demostrar su olfato para pillar la fuga buena del día y llegó en vanguardia de carrera, mas su clasificación se vio supeditada a sus nunca suficientemente bien ponderadas cualidades como velocista. Por lo demás, buena actuación de Rubén “Lenguagato” y “Carajillín”, mientras que Gerardo y Felis recibieron un día más el maillot que les distingue como líderes de la Copa Aragón Máster en sus respectivas categorías.



La posterior cena en Jaca sirvió para que el grupo carajillil y el staff técnico de Beton-GSport ultimaran la táctica de la contrarreloj por equipos del día siguiente. Como suele ocurrir en estos casos, se habla de todo menos de lo que a la prueba ciclista se refiere y se corre el riesgo de abordar el tema en la sobremesa, inspirados por ciertos licores digestivos, como finalmente ocurrió. No obstante, la idea preconcebida fue llevada a la práctica al día siguiente: lograr realizar la contrarreloj todo el equipo junto, sacrificando realizar un mejor tiempo si se diera el caso. Creímos que la idea de dar la imagen de lo que somos, un equipo, era más importante de lo que pudiera dictar la tiranía de una clasificación. El tercer mejor tiempo final fue una grata recompensa al esfuerzo de los cinco carajillos por seguir la rueda de Raúl Portillo que una ocasión más, reforzó las filas del Beton-GSport