jueves, 30 de agosto de 2012

Campeonato de España Master



Máxima representación carajillil en los Campeonatos de España Master celebrados el pasado sábado en la localidad cántabra de Solares. Tendríamos que remontarnos a la edición de 2009, en Mieres, para encontrar una participación de tantos carajillos en esta prueba. En aquella ocasión, amén de la excelsa presencia de Tomasico, fueron Gerardo, Rubén “Carajillín” y Felis los que defendieron el pabellón de El Carajillo Alegre pertrechados con las cuatro barras de gules sobre oro que desde tiempos inmemorables distingue al Reino de Aragón. Este año, Rubén “Lenguagato”, Carlos y Felis lucieron el Señal Real aragonés en sus respectivas categorías.


Dadas las circunstancias, no se sabe a ciencia cierta si la oportunidad dada por el seleccionador a los carajillos era agradecida por éstos por el honor de representar a su tierra o por la posibilidad de escapar de las altísimas temperaturas que estaban padeciendo durante la canícula aragonesa. Fuera por un motivo u otro, el trío partió el día anterior a tierras cántabras, donde enseguida presenciaron un fenómeno meteorológico harto infrecuente últimamente en su lugar de origen: la lluvia. Una fina y tímida lluvia que dio la bienvenida a nuestros amigos, pese a que alguno la maldijo ante la posibilidad de ver su bici y sus licras mancilladas.


Como es preceptivo, el día anterior a la competición es propicio para reconocer el circuito donde se va a librar la batalla decisiva por adquirir el derecho a lucir durante un año un maillot diferente al resto del equipo. A fuer de ser sinceros, el recorrido por el que iba a discurrir el Campeonato se antojaba más duro durante el entrenamiento previo que lo que las diferentes hojas de clasificaciones dictaminarían un día después.

Carlicos finalizó su primer Campeonato de España en ruta en la 36ª plaza, luego de intentar abandonar la disciplina del pelotón en varias ocasiones en los kilómetros finales de la prueba.

Por lo que respecta a la actuación de los carajillos en liza, habida cuenta de lo difícil de la empresa, podemos calificarla de decorosa. Máxime si tenemos en cuenta que dos de ellos eran bisoños en estas lides.

Felis se clasificó en la 11ª posición en una prueba marcada por una fuga en la primera vuelta que sería la buena.

Rubén y Carlicos reconociendo el circuito el día anterior a la carrera. Ambos debutaban en un Campeonato de España en carretera.

Rubén corrió su primer Campeonato de España con los colores de Aragón.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Summer Training Camp en Graus



Como quiera que algunos carajillos tenían una importantísima cita con los Campeonatos de España Master a final de este mes, Enjoy Cycling Events, siempre atenta a las necesidades ciclistas de éstos, tuvo a bien organizar una concentración en tierras altoaragonesas para afinar el estado de forma de cara a llegar en la mejor condición física y mental al objetivo en cuestión. Graus fue el enclave ideal elegido por nuestro patrocinador. La variada y exigente orografía que rodea a la villa ribagorzana constituye un reclamo natural para aquellos ciclistas que buscan un escenario óptimo para sus entrenamientos. Sin embargo, no fue este el principal motivo para dicha elección: cada entrenamiento culmina con una comida  regenerativa que incluye los productos gastronómicos propios del lugar. Siendo la longaniza, las chiretas y las tortetas los productos estrella de la dieta que siguieron los afortunados carajillos. Hay que estar bien alimentado cuando de afrontar retos del máximo nivel se trata. 

Ante una cita de la envergadura de un Campeonato de España, nunca está de más encomendarse a las más altas instancias. Aprovechando la proximidad a Torreciudad, Carlicos echa mano de todo su repertorio de oraciones.


Con el calor que hace, la imagen del pantano de Barasona resulta tentadora y eso que el nivel del embalse no está en su mejor momento.

Carlos entrando en Benabarre, histórica capital de La Ribagorza, tras descender el puerto de Llaguarres.

Culminando la dura rampa del SanRoquebergen. El "Kapelmuur" ribagorzano.

“Tengo sed”. Con las altas temperaturas que estamos sufriendo, no es de extrañar proclamas como la que adorna la fachada de la ermita de San Roque.

Entrando en la meta sita en el histórico Portal de Chinchín (una de las antiguas entradas a Graus).

Carlicos, conocedor de lo que le espera en el Campeonato, no duda en pertrecharse para la ocasión.


lunes, 20 de agosto de 2012

Laberouat: La subida que me achuchó


De los creadores de “Dos globeros muy globeros”, “No me ataques, que no te sigo” o la famosa saga “Demarra como puedas”, presentamos “Laberouat: La subida que me achuchó”.
Rubén al paso por Lescun.

De un tiempo a esta parte, se ha convertido en una de las dificultades montañosas más en boca de los bicicleteros, por lo menos por estos lares. La ascensión a Laberouat despierta la curiosidad de los amantes de sufrir en rampas de vertiginosos porcentajes. La subida comienza en el desvío a la localidad gala de Lescún, en la vertiente gala del Somport, y apenas ofrece algún respiro hasta donde termina el asfalto y, con él, la exigente ascensión en cuestión. Cerca de diez kilómetros al 9%, salpicado de violentas rampas, con dos kilómetros finales donde la inclinación del pavimento alcanza un ángulo más que considerable.


Llevaba un tiempo Rubén “Lenguagato” intentando engañar a Felis con el fin de embarcarle en una de sus “pilotadas pirenaicas”. Como quiera que había advertido algún signo de debilidad en éste al conseguir inscribirlo en la próxima Larra-Larrau, el de San Mateo vio claras posibilidades de repetir la operación con éxito y a fe que lo consiguió. Y es que Felis se está haciendo mayor y sucumbe, cada vez con una preocupante mayor frecuencia, a los cantos de sirena de ciertos “estalentaos bicicleteros”.


Salida fresquita desde la localidad altoaragonesa de Villanua e inmediatamente procede ascender al Summum Portus en paz y compaña. Rubén propone a Felis volver sobre sus pasos e ir a hacer barranquismo. Está claro que “Lenguagato” no tiene muchas ganas, pero lamentablemente su compañero de aventura no anda sobrado como para hacerle un préstamo de tan preciado bien. Poco a poco la cosa va cambiando favorablemente y, gracias seguramente al sobrecogedor paisaje pirenaico, el ánimo va creciendo a medida que la pareja se acerca al temible plato principal de la jornada.


Sin duda, el precioso entorno que rodea la ascensión a Laberouat hace más llevadero el rigor de la subida. Felis, desconocedor de la misma, sube con prudencia, expectante ante cualquier emboscada que pudiera aguardar a la vuelta de alguna de las innumerables curvas de herradura que jalonan la subida. La dureza se acumula, pero en su cabeza retumban unas palabras de Rubén advirtiendo que “lo más duro está al llegar a un paso canadiense” y todavía no ha alcanzado dicho hito. Justo en el momento en el que la carretera se adentra en la espesura del bosque aumentando su inclinación, aparece ante sus ojos el dichoso paso canadiense en todo su esplendor y constata, muy a su pesar, que su compañero no ha exagerado ni un ápice en cuanto a la dureza del tramo en cuestión. Dicha dificultad se ve agravada por el obstáculo de un rebaño ovino que ocupa la totalidad de la vía. Felis, entre los estertores propios del sublime esfuerzo, hace honor a su sobrenombre de “Gritón” y logra que los animales se vayan apartando al más puro estilo pastoril. El ir adelantando a los cuadrúpedos por su izquierda, no cabe duda que levanta la moral del ciclista en un lance en el que el velocímetro de la bicicleta no alcanza los dos dígitos. Sin embargo, la sensación es efímera, pues el pelotón lanar se parte en dos y nuestro protagonista observa impotente como algunas de las rezagadas, merced a un potente demarraje, alcanzan el primer grupo sin aparente dificultad.
Aquí tenemos a Rubén coronando Laberouat. ¡Qué sufrimiento!, ¿eh, Pedro?, ¡qué sufrimiento!. ¡Cuánta fatiga!. ¡Qué deporte más duro!, ¿eh, Pedro?, ¡qué deporte más duro!. 

El viaje de vuelta, con la obligada ascensión al interminable Somport, sirvió para constatar las nulas dotes meteorológicas de Rubén tras vaticinar que gozarían de la ayuda del viento durante la subida. Bien es cierto que matemáticamente gozaba de un cincuenta por ciento de posibilidades de acertar, pero en esta ocasión no hubo suerte. La oposición del aire frontal era tal que Felis no dudó en reprocharle sus habilidades como oráculo cada pocos minutos durante toda la ascensión.  


Tipical Cycling Frikiphoto.

viernes, 10 de agosto de 2012

No estamos locos, sabemos lo que queremos


Segunda entrega de nuestro nuevo colaborador El Carajillo Díscolo. Como ya advertimos en su primera aparición en nuestro blog, El Carajillo Alegre no se identifica necesariamente con la opinión de El Carajillo Díscolo y los comentarios vertidos por éste son exclusivamente responsabilidad suya. No obstante, no nos cansaremos de recomendar, antes de leer lo emanado por su afilada pluma, que hagan caso a las recomendaciones del siguiente prospecto (hacer click en la imagen para agrandarlo y leerlo mejor):
 


No estamos locos, sabemos lo que queremos por El Carajillo Díscolo

Qué chulo es el mundo Máster.

No solamente te permite hacer tus carreritas y probar el material con el resto de campeones, sino que además te enteras de cotilleos diversos. Verdad o mentira, da lo mismo.

Este fin de semana hemos conseguido una historia de deporte-master-ficción.

Ciclista policía autonómico digamos que virtual, de notable prestigio el pasado año y nulo anteriormente, ganador de nosecuantitas carreras encuadrado en un fantástico equipo de escasa vida útil, del que nos han desvelado algún truquillo, (del corredor, no del equipo) recursos que hicieron posible su escalada a lo más alto del Olimpo de los Máster.

Es bonito ser padre. Pero si te puedes pillar tú la baja por maternidad en vez de tu pareja, ya es la leche. Se pueden ampliar los entrenamientos todo lo necesario, nosotros pagamos y el chico progresa adecuadamente.

La pena es que las bajas por maternidad se acaban, y después te entra una depresión de aúpa. Menos mal que siempre hay algún médico dispuesto a hacernos un parte de baja por ansiedad y tal, una medicación que por supuesto no usaremos, y unos mesecillos más para seguir disfrutando del caprichito full time.

Al final, cuando todo truco se acaba y ya parece que nada cuela, vamos y nos rompemos un dedo, pero poco. Es la lesión perfecta. Te permite entrenar, pero tu trabajo no lo puedes realizar, sobre todo si es el dedo del gatillo, con lo que una nueva baja ya está en marcha.

Así parece ser que el chico fue engañando la temporada, y la crisis para los otros.

Este año la cosa no le va bien. Ha corrido poco y mal. Como diría un ínclito director deportivo del escenario, es un corredor venido a menos. Al parecer, ya trabaja.

La historia solamente es un cotilleo, digamos que una hipótesis, pero ¿a que todos conocemos casos parecidos? En apariencia, las normas del juego han cambiado, y mucho.

Las fuentes de información no se desvelan, aunque tanto el lector como el protagonista de la historia pueden estar seguros de que se encuentran entre el club de fans de este deportista, y que son los primeros en darle la enhorabuena y alabar sus triunfos heroicos, foros incluidos.

Pero esto es algo que sucede habitualmente con estos personajes.

Es el precio de estar en la élite.


miércoles, 8 de agosto de 2012

Diego Tamayo vencedor de la Vuelta a Toledo

Foto: René
Tras imponerse en la jornada inaugural, Diego ha logrado mantener gracias a su excelente estado de forma y la labor de su equipo un maillot amarillo que sólo ha tenido un dueño en esta XLVII Vuelta a Toledo.

Foto:Yolanda Lancha
 
Ni los continuos ataques de sus rivales, ni la mala suerte en forma de incidentes mecánicos has podido doblegar a nuestro amigo que suma, de esta manera, su segunda victoria en una vuelta por etapas, luego de su ya lejano triunfo en la Vuelta a Navarra de 2008. En aquella ocasión, dicho logro le valió para pasar a profesionales con la escuadra Carmiooro-A Style. Deseamos todos los carajillos que este éxito que acaba de conseguir le sirva para gozar de una oportunidad parecida.

Foto: René
 
No cabe duda que los hermanos Tamayo están exprimiendo al máximo las ganas e ilusión reprimidas durante todo el inicio de una temporada en la que vieron frustradas sus ansias de ser ciclistas por mor del inconcluso proyecto del equipo Wit?.



martes, 7 de agosto de 2012

XXII Trofeo Vila d'Ivars de Noguera


Sábado por la tarde en plena canícula de Agosto. Mientras la casi totalidad de la Humanidad combate los rigores estivales mojando la tripica bien en agua dulce bien en agua salada, los carajillos más veteranos no tienen mejor ocurrencia que irse a correr una carrerica de bicis en horario taurino.



El río Noguera Ribagorzana acaricia los pies de Ivars. Localidad ilerdense cuyo abigarrado caserío se yergue sobre un altozano. Dicho desnivel, el que separa agua y humanos, es el que hay que salvar en innumerables ocasiones durante el discurso de una de las clásicas catalanas por excelencia: el Trofeo Vila d’Ivars de Noguera, carrera open que en esta ocasión celebraba su vigésima segunda edición. Allí acudieron Rubén “Carajillín”, Carlicos y Felis. Sólo arrancar el vehículo que les llevaría a Ivars, tuvo lugar un hecho que pasará a los anales de la historia de El Carajillo Alegre: Rubén se convertía en el único carajillo que ha repetido experiencia junto a Felis en esta carrera. No pocos han sido los que han acompañado al “Gritón”, pero ninguno hasta ahora había vuelto. Bien es cierto que en un principio la gesta iba a ser compartida con el otro Rubén, el “Lenguagato”, pero a última hora éste decidió que la cita no se ajustaba correctamente a la preparación específica pormenorizada que está llevando de cara a próximos compromisos agonísticos de … … … vamos, que se rajó.



En lo referente a los puramente deportivo, destacar que el trío carajillil logró incrustarse entre los quince primeros de la clasificación. Lo cual, dado el nivel de los contrincantes presentes, no es cuestión baladí. Felis llegó en cuarta posición, luego de luchar durante toda la carrera en el grupo perseguidor del vencedor, Joan Font, compuesto íntegramente por élites. Dicho puesto le valdría para adjudicarse la clasificación de “cuarentas”. Carlicos sufrió una pequeña crisis, entró brevemente en recesión, pero logró ver brotes verdes, este sí, y se rehizo hasta alcanzar una meritoria séptima plaza, siendo el mejor treintañero de la carrera. Rubén, a su marchica, tras asimilar la preparación específica acumulada durante sus reciente vacaciones, se acopló en lo que podríamos llamar el pelotón y acabó el décimo quinto. Sólo llegar a meta, declaró a la prensa allí presente: “Iba bien, eh!”.


Antes de dar por concluida esta humilde reseña sobre lo acontecido el pasado sábado, me gustaría llamar la atención del amable lector sobre la imagen que encabeza la misma. En ella se aprecia la diferencia entre lo humano y lo divino. Mientras Carlicos y Felis se deleitan con los oropeles de los valiosísimos trofeos con los que fueron agasajados por sus victorias en sus respectivas categorías, Rubén sucumbe ante la debilidad de la carne y lo efímero de la materia orgánica, magra ella, acompañada del preceptivo pan con tomate.




Nota de El Carajillo Alegre: Esta institución hace saber a quien interese, y a quien no también, que en esta ocasión se ha mostrado inflexible ante situaciones de egoísmo extremo de algunos de sus acólitos que no han tenido a bien compartir las ofrendas porcinas con las que han sido obsequiados en determinadas competiciones ciclistas. Así las cosas, en esta ocasión, el testimonio magro que acompaña estas líneas sirva para dar fe del compromiso de que será devorado en comandita por toda la caterva carajillil.



jueves, 2 de agosto de 2012

El retorno de Gerardo


Tras unos meses convaleciente por dos roturas consecutivas del húmero (es lo que tienen los ansiosos: que no contento con romperse el hueso una vez, prueba a ver cuánto aguanta si repite la fractura antes de que le quiten el cabestrillo), Gerardo “Museeuw” vuelve a las carreteras. Nos apresuraremos a recordar que la lesión le sobrevino cuando tenía más que encauzada la victoria en la clasificación de la Copa Aragonesa y la de la Copa Navarra Master-50.


Como podrán observar en la imagen que ilustra esta entrada, el ánimo sigue siendo el mismo que antaño. El lector más atento habrá podido observar como nuestro protagonista no duda en portar manguitos y calcetines cubrezapatillas con el fin de ir afinando y alcanzar lo antes posible un estado de forma óptimo. Sus primeras palabras en la rueda de prensa posterior a esta primera toma de contacto con el asfalto fueron: “¡Ahiba d’ahí!. ¡Que hi ritornau!”.



miércoles, 1 de agosto de 2012

IV Carajillada Pirenaica


Corría el año 1985 y la gran figura del ciclismo español, Perico Delgado, afrontaba el Tour de Francia con la aureola de vencedor de una inolvidable edición de la Vuelta a España. En las ediciones anteriores en las que el segoviano había participado en la carrera francesa, se había creado una relación amor/odio entre ambos que, pese a todo, todavía no había fructificado en una victoria de etapa para aquel. No me entretendré en relatar una etapa épica, en lo que a la táctica del Seat-Orbea se refiere, culminando con la anhelada victoria de su jefe de filas. Pero permítanme recordarles la imagen de Pedro Delgado emergiendo de la niebla, luego de sortear las innumerables curvas que le encumbraron como vencedor en Luz-Ardiden, con el colombiano Herrera piándole los talones en un agónico final. Pues bien, qué mejor manera para un globero “periquista” que estrenar su palmarés en Luz-Ardiden con la niebla como atrezo de un escenario mítico.



Y es que las previsiones meteorológicas a lo largo de la semana no eran en absoluto halagüeñas. Todas hacían presagiar que la lluvia iba a ser, en mayor o menor medida, la protagonista de la cuarta edición de la “Carajillada Pirenaica”. Tal circunstancia, unida a obligaciones laborales, vacacionales y religiosas, influyó sobremanera en que la concurrencia no fuera tan numerosa como el año pasado. Pero el fiel lector es perfecto conocedor de que en El Carajillo Alegre prima la calidad sobre la cantidad a la hora de reunir parroquianos. A media que se acercaba el día de la esperada cita, la posibilidad de anular el evento iba tomando cada vez más fuerza, a la par que aumentaba el número de bajas. La duda comenzaba a planear incluso sobre los más valientes. Mas es justo reconocer lo firme del carácter montañés, cuando de desafiar a los elementos se trata, y destacar la decidida afirmación del jacetano Santi: “Se va haga el tiempo que haga y, una vez allí, se ve si se sale o no se sale”. Elemental a la par que arriesgado. En fin, siempre podríamos vanagloriarnos de meternos más de tres horas de viaje entre pecho y espalda para bebernos una jarrica de cerveza francesa, mientras degustamos un delicioso “fromage” del país.



Así las cosas, media docena de, no se sabe a ciencia cierta, valientes o insensatos, nos dirigimos a Pierrefitte-Nestalas para dar cuenta de la “IV Carajillada Pirenaica” organizada una vez más por Enjoy Cycling Events. En esta ocasión, variamos la tradicional ruta que incluía el imprescindible Tourmalet y las dos vertientes de Aspin desde Arreau por otra que, tras rendir culto al coloso francés por la vertiente de Barèges, culminaba con la ascensión a Luz-Ardiden. Puerto éste que todavía no figuraba en el palmarés de varios carajillos.



Acertada decisión la de hacer caso a un experto en el comportamiento del clima pirenaico, pues gozamos de unas condiciones meteorológicas que ni el más optimista de nosotros podría haber previsto, máxime teniendo en cuenta la cantidad de litros de lluvia que nos cayeron durante el viaje nada más cruzar la frontera hacia las Galias. Y lo mejor de todo: nuestras queridas bicicletas acabaron la ruta sin mácula alguna. Las únicas gotas que mojaron sus tubos de carbono fueron las de nuestro sudor.

Carlicos y Santi “el montañés” por Barèges.


Barèges, en plena ascensión al Tourmalet, es atravesado por esta rampita la mar de “graciosa”.

“¿Dime?. ¿Que quieres que te haga una foto?”.

“Sí, sí. ¿Así salgo bien?”.

“¡Ala!. Ya tienes tu fotico, globerete. Me voy p’arrriba”.

Rafael en los últimos metros del Tourmalet.

En ocasiones, la carica es el fiel reflejo del alma.

Comenzamos la subida a Luz-Ardiden.

Carlicos, en las primeras rampas de Luz-Ardiden, está disfrutando a tope de estas nuevas aventuras con una bici de verdad. Nada que ver con el inmundo trasto ese que usaba antes para hacer montamblás.

Jorge “el Maño”. Todo un experto en puertos pirenaicos franceses.
Una vez finalizada la carajillada, disfrutamos del buffet libre que nos preparó la Organización en este restaurante con tan maravillosas vistas.

Nuestros corresponsales en Francia nos han hecho llegar todos los documentos gráficos que ilustran este reportaje por medio de las más avanzadas tecnologías que El Carajillo Alegre pone a su servicio para tal ocasión. Sin embargo, no tenemos noticias de nuestros reporteros, pues todavía no han llegado a sus casas. Parece ser que han tenido serios problemas a la hora de franquear el Col d’Aubisque. Todo parece indicar que se encuentran atrapados en las proximidades del Circo de Litor, por lo que podemos deducir de esta última imagen que hemos recibido en nuestra redacción.