viernes, 10 de agosto de 2012

No estamos locos, sabemos lo que queremos


Segunda entrega de nuestro nuevo colaborador El Carajillo Díscolo. Como ya advertimos en su primera aparición en nuestro blog, El Carajillo Alegre no se identifica necesariamente con la opinión de El Carajillo Díscolo y los comentarios vertidos por éste son exclusivamente responsabilidad suya. No obstante, no nos cansaremos de recomendar, antes de leer lo emanado por su afilada pluma, que hagan caso a las recomendaciones del siguiente prospecto (hacer click en la imagen para agrandarlo y leerlo mejor):
 


No estamos locos, sabemos lo que queremos por El Carajillo Díscolo

Qué chulo es el mundo Máster.

No solamente te permite hacer tus carreritas y probar el material con el resto de campeones, sino que además te enteras de cotilleos diversos. Verdad o mentira, da lo mismo.

Este fin de semana hemos conseguido una historia de deporte-master-ficción.

Ciclista policía autonómico digamos que virtual, de notable prestigio el pasado año y nulo anteriormente, ganador de nosecuantitas carreras encuadrado en un fantástico equipo de escasa vida útil, del que nos han desvelado algún truquillo, (del corredor, no del equipo) recursos que hicieron posible su escalada a lo más alto del Olimpo de los Máster.

Es bonito ser padre. Pero si te puedes pillar tú la baja por maternidad en vez de tu pareja, ya es la leche. Se pueden ampliar los entrenamientos todo lo necesario, nosotros pagamos y el chico progresa adecuadamente.

La pena es que las bajas por maternidad se acaban, y después te entra una depresión de aúpa. Menos mal que siempre hay algún médico dispuesto a hacernos un parte de baja por ansiedad y tal, una medicación que por supuesto no usaremos, y unos mesecillos más para seguir disfrutando del caprichito full time.

Al final, cuando todo truco se acaba y ya parece que nada cuela, vamos y nos rompemos un dedo, pero poco. Es la lesión perfecta. Te permite entrenar, pero tu trabajo no lo puedes realizar, sobre todo si es el dedo del gatillo, con lo que una nueva baja ya está en marcha.

Así parece ser que el chico fue engañando la temporada, y la crisis para los otros.

Este año la cosa no le va bien. Ha corrido poco y mal. Como diría un ínclito director deportivo del escenario, es un corredor venido a menos. Al parecer, ya trabaja.

La historia solamente es un cotilleo, digamos que una hipótesis, pero ¿a que todos conocemos casos parecidos? En apariencia, las normas del juego han cambiado, y mucho.

Las fuentes de información no se desvelan, aunque tanto el lector como el protagonista de la historia pueden estar seguros de que se encuentran entre el club de fans de este deportista, y que son los primeros en darle la enhorabuena y alabar sus triunfos heroicos, foros incluidos.

Pero esto es algo que sucede habitualmente con estos personajes.

Es el precio de estar en la élite.