Tercera entrega de nuestro polémico colaborador El Carajillo Díscolo. Como cada vez que aparecen sus controvertidas opiniones en nuestro blog, nos apresuramos a advertir que éstas son sólo responsabilidad del mismo y que no necesariamente coinciden con El Carajillo Alegre como grupo bicicletero que aúna a diferentes especímenes ciclistas. De la misma forma, volvemos a recomendar encarecidamente leer el siguiente prospecto antes de consumir la medicación de El Carajillo Díscolo (hacer click sobre la imagen para poder leerlo mejor):
Y ahora vas y lo cascas por El Carajillo Díscolo.
Ya se han celebrado los campeonatos de España de la categoría máster, torneo de difícil comprensión para alguien ajeno al tinglado. Me explico. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los grandes ya sobrepasan la treintena, la categoría máster 30, para un campeonato nacional que da derecho a maillot, es bastante de mentirijillas, ya que los buenos no participan. Cualquier día hacemos el campeonato de España de ciclistas de mi comunidad de vecinos, y me llevo un maillot, trofeo y medalla.
El razonamiento no me vale para los m-40-50-60-etc. Ya no hay muchos de los buenos con más de 39 años y sería admisible el título de campeón de España de señores mayores, que no está nada mal para presumir por ahí, delante de tu jefe en el trabajo (eso los que todavía trabajan) y con los familiares y vecinos, que harán notables esfuerzos por contenerse la risa.
Alguno tiene hasta club de fans, facebook para atenderlos puntualmente, y hasta fardablog donde exponer en la cabecera sus fotos victorioso, merecidamente por supuesto.
Para los que tengan memoria histórica, los menos, es hasta divertido ver las crónicas y clasificaciones. Admiración nos provoca la progresión de algunos, que de mayores han evolucionado, como los Pokemon, desde mediocres permanentes hasta los fenómenos que son hoy en día. Es la dieta mediterránea, que hace milagros. Otros no han evolucionado; han sido y son buenos, con dieta y sin ella, pero siempre con muy poca vergüenza.
Las declaraciones del ganador m-30 tampoco tienen desperdicio: “…dejé el ciclismo profesional un poco harto, pero volví como máster y ya llevo cuatro años disfrutando…” Claro, es que ahora ves al motorista que abre carrera. “…no vivo de esto, pero es mi vida…” Este chico necesita una mujer, o dos; sí que hay que tener la vida vacía para tener que llenarla con carreritas para veteranos. Este es el nivel.
No se equivoque el lector, que no todos merecen mi desprecio. Todavía hay mucha gente en máster que son personas antes que bicicleteros, y esos sí que son dignos de respeto. Salen a las carreras bien entrenados, aun sabiendo (porque tontos no son) que están y siempre estarán en inferioridad manifiesta con los cracks artificiales del momento. Hacen su deporte y no el de los demás. Son los que no tienen que llamar al club de fans para poner excusas ante un mal resultado, para que no los bajen del pedestal.
Lo que pasa es que cada vez son menos.