miércoles, 26 de septiembre de 2012

XLII Trofeo San Mateo de Monzón



Hasta el pasado sábado se tenía como patrimonio exclusivo de la localidad oscense de Almudévar, mas un hecho extraordinario aconteció aquella tarde a los pies de la magnífica fortaleza templaria de Monzón merced al cual dicha población pasó a tener, al igual que la anterior, su propia “Balsa de la Culada”. Cuentan que andaba por Almudévar el insigne Pedro Saputo, paradigma del somarda aragonés, cuando observó como algunos de sus vecinos intentaban enderezar la torre del campanario tirando de una cuerda atada al mismo. Quiso gastarles una broma cortando todas las betas de la soga que utilizaban para tal empeño, excepto una. Cuando ésta cedió, los mozos cayeron de espaldas al suelo provocando un hoyo que se llena de agua cada vez que llueve. Pues bien, Rubén “Carajillín”, capaz de rivalizar con cualquiera en lo que concierne a protagonizar hitos históricos o a hacer el bruto, si lo prefieren, concedió a los montisonenses el orgullo de tener su propia “Balsa de la Culada”. Los cuales, evocarán la hazaña del inefable presidente de El Carajillo Alegre cada vez que los días lluviosos emerja un nuevo charco al ladico de una rotonda en la avenida de Lérida. En el lugar exacto donde nuestro amigo besó el duro asfalto sin consecuencias físicas reseñables, pero que le impidieron sacar a relucir toda su clase en una ocasión de esas en las que “¡iba bien, eh!”.


Horas antes de tan aciago suceso nada hacía sospechar que la última carrera de Rubén “Carajillín”, en la temporada que nos ocupa, no iba a ver su nombre entre los participantes capaces de finalizarla. El ánimo de nuestro protagonista era el mejor posible, como así delataba el hecho de que repitiese una y otra vez, hasta la saciedad, la canción de Carly Rae Jepsen “Call me maybe”. Famosa en el mundillo ciclista por el video protagonizado por los componentes del equipo ORICA-Green EDGE durante la pasada Vuelta a España (para ver el vídeo en cuestión, hacer click aquí). Su compañero de viaje, el sufrido y nunca suficientemente bien ponderado Felis, acabó de la cancioncica hasta los… “callmemaybes”. Que si “ponla otra vez para que me motive”, que si “necesito la canción para cambiarme de ropa”, que si “antes de calentar, pónmela otra vez”, que si… Y lo peor de todo no era oír una y otra vez la musiquilla, que tiene su gracia todo hay que decirlo, sino tener que escuchar al ínclito canturrearla con ese peculiar acento y esa pronunciación tan característica que tiene el inglés que se habla en Montañana.


Pero hablemos de bicis que es a lo que hemos venido. Casi setenta participantes, sesenta y nueve concretamente, se dieron cita en Monzón para cerrar el tríptico de las “Clásicas del Zinca” que comenzó en Fraga y siguió en Binéfar, para disputar el clásico Trofeo San Mateo. Con los ecos del reciente triunfo de Carlicos en la última todavía resonando, fuimos los carajillos con el mejor espíritu a una población donde siempre encontramos caras amigas. Lo que nos permite disfrutar de alguna prebenda en forma de cerveza fresquica tras el esfuerzo. Carrera “open” que demostró, una vez más, el acierto de este tipo de pruebas, al menos en lo que a participación se refiere. Impusieron su ley en la misma los aragonesizados Joan Font (alguno lo ha rebautizado como Juan Fuente) y Jordi Cervantes. Decimos esto por cuanto han subido a algunos podios en calidad de aragoneses (léase Campeonato de Aragón y Trofeo El Corte Inglés), pero no es culpa suya, sino… de nadie. Su autoridad fue incontestable desde el principio y dominaron la carrera venciendo el primero de ellos y logrando la tercera posición el otro.


Por lo que respecta a los carajillos presentes, amén del infortunio sufrido por Rubén “Carajillín” ya reseñado, Dani “el Contaminao” todavía anda lamentándose de que la temporada esté llegando a su fin, dado el dulce estado de forma que está atravesando y evidenciando en las últimas carreras. Por lo demás, Felis logró la sexta la plaza que le permitió subir al podio como primer abuelico, pese a que él prefiere autodenominarse ya como “madurico interesante”, de más de cuarenta años.

Estaba claro que no iba a ser la tarde de Rubén. Instantes antes de tomar la salida nuestro protagonista anda preocupado porque no alcanza la velocidad deseada. La imagen recoge el momento en el que "Carajillín" se da cuenta de que ha perdido el imán de la rueda. Por cierto, hasta ahora no nos habíamos percatado de que algunos coulottes de BETON-GSport llevan las letras de detrás más grandes que otros.

Rubén esgrimió a los cuatro vientos su famosa frase "¡iba bien, eh!". Una variante de la archiconocida expresión ciclista "con lo bien que iba".
El "frente carajillil" logró adjudicarse dos primas, cuyos fondos fueron destinados a sufragar la reparación de la cinta del manillar de Rubén.
Manu Redondo que como corría en casa se conocía mejor que nadie el  recorrido, está siempre atento a las ruedas importantes de la carrera. Aquí le vemos pendiente de los movimientos estratégicos de Felis.
Y en esta otra imagen marcando a Rubén. Me parece que tú no has venido aquí a cazar.

Esta es la famosa rotonda donde Rubén dejó una huella indeleble para la posteridad.
Rubén no desperdició la oportunidad de mostrar su célebre pose del "siluro".
"but here's my number,
so call me, maybe?"

"Y con esto y un bizcocho..."  es más que probable que ésta haya sido nuestra última competición 

Nuestro más sincero agradecimiento a Bea por sus fotografías y, lo más importante, por la cervezica fresca con que nos agasajó al finalizar la carrera.