Hasta el pasado sábado se tenía como patrimonio exclusivo
de la localidad oscense de Almudévar, mas un hecho extraordinario aconteció aquella
tarde a los pies de la magnífica fortaleza templaria de Monzón merced al cual
dicha población pasó a tener, al igual que la anterior, su propia “Balsa de la
Culada”. Cuentan que andaba por Almudévar el insigne Pedro Saputo, paradigma
del somarda aragonés, cuando observó como algunos de sus vecinos intentaban
enderezar la torre del campanario tirando de una cuerda atada al mismo. Quiso
gastarles una broma cortando todas las betas de la soga que utilizaban para tal
empeño, excepto una. Cuando ésta cedió, los mozos cayeron de espaldas al suelo
provocando un hoyo que se llena de agua cada vez que llueve. Pues bien, Rubén “Carajillín”,
capaz de rivalizar con cualquiera en lo que concierne a protagonizar hitos
históricos o a hacer el bruto, si lo prefieren, concedió a los montisonenses el
orgullo de tener su propia “Balsa de la Culada”. Los cuales, evocarán la hazaña
del inefable presidente de El Carajillo Alegre cada vez que los días lluviosos
emerja un nuevo charco al ladico de una rotonda en la avenida de Lérida. En el
lugar exacto donde nuestro amigo besó el duro asfalto sin consecuencias físicas
reseñables, pero que le impidieron sacar a relucir toda su clase en una ocasión
de esas en las que “¡iba bien, eh!”.
Horas antes de tan aciago suceso nada hacía sospechar que
la última carrera de Rubén “Carajillín”, en la temporada que nos ocupa, no iba
a ver su nombre entre los participantes capaces de finalizarla. El ánimo de
nuestro protagonista era el mejor posible, como así delataba el hecho de que
repitiese una y otra vez, hasta la saciedad, la canción de Carly Rae Jepsen
“Call me maybe”. Famosa en el mundillo ciclista por el video protagonizado por
los componentes del equipo ORICA-Green EDGE durante la pasada Vuelta a España
(para ver el vídeo en cuestión, hacer click aquí). Su compañero de viaje, el
sufrido y nunca suficientemente bien ponderado Felis, acabó de la cancioncica
hasta los… “callmemaybes”. Que si “ponla otra vez para que me motive”, que si
“necesito la canción para cambiarme de ropa”, que si “antes de calentar,
pónmela otra vez”, que si… Y lo peor de todo no era oír una y otra vez la
musiquilla, que tiene su gracia todo hay que decirlo, sino tener que escuchar
al ínclito canturrearla con ese peculiar acento y esa pronunciación tan
característica que tiene el inglés que se habla en Montañana.
Pero hablemos de bicis que es a lo que hemos venido. Casi
setenta participantes, sesenta y nueve concretamente, se dieron cita en Monzón
para cerrar el tríptico de las “Clásicas del Zinca” que comenzó en Fraga y
siguió en Binéfar, para disputar el clásico Trofeo San Mateo. Con los ecos
del reciente triunfo de Carlicos en la última todavía resonando, fuimos los
carajillos con el mejor espíritu a una población donde siempre encontramos
caras amigas. Lo que nos permite disfrutar de alguna prebenda en forma de
cerveza fresquica tras el esfuerzo. Carrera “open” que demostró, una vez más, el
acierto de este tipo de pruebas, al menos en lo que a participación se refiere.
Impusieron su ley en la misma los aragonesizados Joan Font (alguno lo ha
rebautizado como Juan Fuente) y Jordi Cervantes. Decimos esto por cuanto han
subido a algunos podios en calidad de aragoneses (léase Campeonato de Aragón y
Trofeo El Corte Inglés), pero no es culpa suya, sino… de nadie. Su autoridad
fue incontestable desde el principio y dominaron la carrera venciendo el
primero de ellos y logrando la tercera posición el otro.
Por lo que respecta a
los carajillos presentes, amén del infortunio sufrido por Rubén “Carajillín” ya
reseñado, Dani “el Contaminao” todavía anda lamentándose de que la temporada
esté llegando a su fin, dado el dulce estado de forma que está atravesando y
evidenciando en las últimas carreras. Por lo demás, Felis logró la sexta la
plaza que le permitió subir al podio como primer abuelico, pese a que él
prefiere autodenominarse ya como “madurico interesante”, de más de cuarenta
años.
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Estaba claro que no iba a ser la tarde de Rubén. Instantes antes de tomar la salida nuestro protagonista anda preocupado porque no alcanza la velocidad deseada. La imagen recoge el momento en el que "Carajillín" se da cuenta de que ha perdido el imán de la rueda. Por cierto, hasta ahora no nos habíamos percatado de que algunos coulottes de BETON-GSport llevan las letras de detrás más grandes que otros. |
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Rubén esgrimió a los cuatro vientos su famosa frase "¡iba bien, eh!". Una variante de la archiconocida expresión ciclista "con lo bien que iba". |
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El "frente carajillil" logró adjudicarse dos primas, cuyos fondos fueron destinados a sufragar la reparación de la cinta del manillar de Rubén.
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Manu Redondo que como corría en casa se conocía mejor que nadie el recorrido, está siempre atento a las ruedas importantes de la carrera. Aquí le vemos pendiente de los movimientos estratégicos de Felis.
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Y en esta otra imagen marcando a Rubén. Me parece que tú no has venido aquí a cazar. |
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Esta es la famosa rotonda donde Rubén dejó una huella indeleble para la posteridad.
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Rubén no desperdició la oportunidad de mostrar su célebre pose del "siluro".
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"but
here's my number, so call me, maybe?" |
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"Y con esto y un bizcocho..." es más que probable que ésta haya sido nuestra última competición |
Nuestro más sincero
agradecimiento a Bea por sus fotografías y, lo más
importante, por la cervezica fresca con que nos agasajó al finalizar la carrera.