Desde que El Carajillo Díscolo comenzara
su colaboración con El Carajillo Alegre no cesa de suscitar gran interés su
opinión sobre los diferentes temas que tiene a bien abordar, todos referentes a
nuestro deporte favorito. Su mordaz pluma no deja indiferente a ningún lector y
no son pocos los mensajes que recibimos felicitándonos por su fichaje. Hablando
de fichajes, son éstas fechas en las que los equipos configuran y ultiman sus
plantillas para la próxima campaña y, claro está, El Carajillo Díscolo tiene su
propia visión sobre el tema que os ofrecemos a continuación. Antes, como es
habitual, recomendamos seguir al pie de la letra las recomendaciones indicadas:
(Hacer click para agrandar) |
Que
no pare la música, aunque se dispare al pianista por El Carajillo Díscolo
Ya casi se ha acabado el tinglado, por
este año. Dentro de nada va a dar comienzo el espectáculo de los fichajes.
Pasen y vean.
Las categorías pequeñas, élite y sub
23, tienden a su desaparición progresiva. Los que ponen la pasta ya se han dado
cuenta de que la pretendida publicidad realmente no existe, y las empresas se
hartan de rascarse el bolsillo, que la cosa está muy mal oiga. Este año muchos “engañapadres”
se van a quedar sin equipo, con lo guay que queda eso de ir de deportista con
la peña. O tal vez no. En muchos casos seguro que van a pasar a Senior, que ya
es nivel y prestigio, que corren con los Máster oiga, categoría floreciente
donde las haya, que eso ya es la polla. Ya tenemos ubicación; corriendo contra
abueletes podremos acercarnos alguna vez a los puestos de cabeza del pelotón
(ganarles no, que algunos no son tan malos), y un añito más para vivir del
cuento, y seguir colándosela a los papás, familiares altruistas, y en algunos
casos hasta novia o esposa, y a vivir que son dos días.
Los equipos del Máster-ProTour por
supuesto ya están al corriente del asunto, y echando la caña a ver si pescan
algún élite de élite y, si puede ser exprofesional, mejor que mejor. El
objetivo es llegar a estas fechas y poder llenar el fardablog para consumo propio con las casi innumerables y
meritorias gestas en las carreritas de veteranos y cicloturistas, todo ello
ilustrado de fotos brazos en alto del campeón de moda. Dentro de nada empezarán a salir noticias de
contratos millonarios, muestras de afecto inconmensurable a los patrocinadores
(¡gracias Calvin, gracias Klein!) y grandes aspiraciones deportivas de unos y
otros, como los buenos, faltaría más.
Ellos venden lo que tienen; ¿quién
compra?
Al lector que le da la risa, porque
todo el asuntillo se pasa de patético, que deje por un momento de reir y mire a
su alrededor un día de salida ciclista en grupo. Si observa con atención y
medita un poco (en el bar, no pienses montado en bici, que luego te me caes y
tengo yo la culpa), se dará cuenta de la cantidad de bicicleteros que venderían a su madre por un maillot Máster-ProTour,
que de hecho pagan por él, compran la bici del equipo si es preciso, o lo que
sea, sexo incluido si se tercia.
Basta de descojonarte. La realidad es
que, si consigues el acceso a un equipo
chupi, tu autoestima gana muchos enteros (porque te piensas que nadie
sabe que has pagado la bici, la ropa y hasta los “varios” del director
deportivo) y te motivas a tope para entrenar y lo que haga falta, todo para
llenar de líneas el blog y salir en la foto del podio en la carrera de sacos de
tu barrio.
Ya eres todo un campeón, la gente te
admira y habla de ti. Mola.