Son fechas cercanas a la festividad de San Antonio Abad, venerable varón de reconocido prestigio por el Alto Aragón, y como dicen por ahí que
“… pasado San Antón,
la niebla a un rincón
y los huevos al trompón…”
algún carajillo no ha tenido a bien esperar al próximo martes, día que se celebra la onomástica del citado santo, para recibir sobre su casco los tonificantes rayos del Sol. Así, se impone la necesidad de alejarse de las “boiras pretas” que anidan en el valle del Ebro y realizar nuestra particular “pllega” que sirva para recolectar los anhelados, durante toda la semana, destellos del Astro Rey.