Un año más, y con éste ya van cuatro, nuestros amigos de la Asociación Cultural y Deportiva de Bomberos de Zaragoza han vuelto a homenajear a su compañero Oscar Llanos organizando un acontecimiento ciclista que no tiene parangón, en la actualidad, en el ciclismo aragonés. Amén de la carrera master, no han dejado de lado la labor de promoción de nuestro deporte favorito centrándose, principalmente, en la organización de una prueba junior y una “ginkana” popular infantil. Como quiera que la presencia más relevante, por lo que a El Carajillo Alegre respecta, fue en la última de las “pruebas” citada, siguiendo con nuestra costumbre de sólo dar merecida repercusión a las actuaciones ciclistas que realmente conllevan una importancia intrínseca, destacaremos la participación de la más firme promesa de El Carajillo Alegre, Daniel Horna, ilustre vástago de Rubén “Carajillín” que se desenvolvió con gran destreza en el circuito del zaragozano barrio de Santa Isabel, donde tuvo lugar el acto. Su escaso lustro vital, hace augurar un prometedor futuro en el deporte de las dos ruedas, no en vano, no muestra complejo alguno a la hora de emular a su progenitor en las interminables horas de rodillo que comparten en la bodega del hogar de los Horna. Al precoz ciclista le sobran genes velocipédicos.
La carrera de los más mayores también tuvo como protagonista a otro carajillo. Dani se llevó al Barranqué todos los premios posibles a los que era acreedor. La Montaña, las Metas Volantes, el premio de la categoría Senior y el absoluto, así como el liderato de la Copa Aragón Senior, fueron a para al morral de nuestro amigo. Gerardo “Museeuw” desempolvó el traje de esprinter y se impuso magistralmente en la llegada masiva del grupo perseguidor, asegurándose el primer puesto en su categoría y el maillot que distingue al primer Master-50 de la Copa Aragón.
Chuané todo serio antes de la salida.
Un año más, no nos cansaremos de repetir los merecidos elogios a la labor organizativa del colectivo ciclista del cuerpo de Bomberos de Zaragoza. Una carrera que va superándose, año tras año, alcanzando un nivel que se antoja harto difícil de mejorar. Además, en esta edición, se ha dado la feliz circunstancia de la ausencia de caídas, lo cual siempre es un detalle digno de celebración.
¡Eh!, esos betones que salen con ventaja.
Dani inscribiendo su nombre en el palmarés del Trofeo Oscar Llanos. La foto es una recreación de la reportera de El Carajillo Alegre.