Lo rescatamos de la inmundicia de los
polvorientos caminos, lo liberamos de la bascosidad del barro de las sendas, le
enseñamos el camino hacia la luz del asfalto y la elegancia de las bicicletas
de ruedas finas que acarician las carreteras, mientras se deslizan raudas
escribiendo gestas legendarias. Bien es cierto que al principio lo alistamos a
nuestra hueste para labores de gregario. Su misión iba a ser la de traernos
bidones o chubasqueros cuando fuera menester, mas pronto se dio cuenta que para
evitar dichos trabajos lo mejor era irse por delante, lo más cerca del
motorista que abre la carrera. Y es que Gerardo “Museeuw”, preclaro oráculo, enseguida
sentenció: “Este chico es bueno y aprende pronto”. No en vano se ha confirmado
como la revelación de la campaña máster por estos lares. Asiduo a las
posiciones de vanguardia en cada competición en la que toma parte, Carlicos “Bombardero”
Ortigosa le ha cogido el gustico a los podios y se ha convertido en
protagonista indiscutible allí donde luce el maillot de Beton-G Sport.
Dicen que para ganar una carrera hay
que haber perdido alguna que otra con anterioridad, entendiendo por “perder”
tener opciones de conseguir el triunfo y no conseguirlo. Pues bien, Carlicos ya
ha comenzado a labrar su camino hacia el triunfo perdiendo la carrera de Monzón
el pasado domingo, precisamente ante otro deportista que culminó en la
localidad altoaragonesa el referido ritual hacia la victoria que comenzó con
sendos segundos puestos en Gorraiz y Cella. Ion Zeberio fue el merecido
vencedor y desde El Carajillo Alegre aprovechamos para darle la enhorabuena. Además el del Transportes Bidasoa, amén del triunfo absoluto, se adjudicó la clasificación
general de “pelos en las patas”.
Carlicos porfió por marcharse en
solitario desde el grupo cabecero que se conformó en los primeros compases de
la prueba y, tras varios intentos, lo logró, si bien la diferencia fue exigua
en todo momento. Con el grupo perseguidor echándole el aliento en la nuca, rodó
escapado casi toda la última vuelta, de las tres de que constaba la carrera, y
sólo pudo ser alcanzado por Zeberio a falta de poco más de un kilómetro para la
línea de meta.
Por otra parte, otro carajillo logró
el objetivo de la temporada que no es otro que lograr una chapa de la añada en
curso. El Cera ya puede dormir tranquilo: ya tiene un trofeico del 2012. Por lo
que a Rubén “Carajillín” respecta, como quiera que cobra por kilómetro tirado,
decir que el domingo se ganó el jornal de sobras. Mientras que lo más reseñable
de Felis fue que tuvo la pericia de pisar el único charco de barro que jalonaba
el recorrido, habida cuenta que fue el único carajillo que limpió la bici el
día anterior, pese a las erróneas predicciones que auguraban lluvia en tierras
montisonenses.
Miquel nos echó una mano e hizo las
veces de “director deportivo”. Su debut al volante del Volvo de Beton-G Sport a
punto estuvo de ser insuperable. Habrá que proponerle su fichaje a Armando.