El pasado domingo tuvo lugar la celebración del Campeonato Navarro en la localidad de Arbizu. Para la mayoría de nosotros suponía nuestra primera visita a esta población sita a los pies de la sierra de Aralar, mas como quiera que dimos fe de la fama de la chistorra y el queso del lugar, a buen seguro no será la del domingo nuestra última visita.
Orgía ciclista en la zona, dada la coincidencia en algunos tramos de la carrera con la recién nacida cicloturista “Pamplona-Pamplona”. Lo cual propició que los participantes de ésta pudieran deleitarse desde la cuneta con las evoluciones de los Máster Pro Tour, quienes pudieron disfrutar de una atractivo recorrido con unos kilómetros finales dignos de las más afamadas clásicas, jalonados por exigentes “muros” que iban seleccionando, indefectiblemente, el grupo de cabeza.
Hasta Arbizu se acercaron los carajillos betonianos con el fin de ayudar a sus compañeros del Beton-G Sport a enfundarse una de las codiciadas túnicas rojas que distinguen al Campeón de Navarra. Si el año pasado la empresa resultó exitosa con la consecución de dos de ellas, esta añada no hubo tal fortuna, pero no fue por falta de empeño. Finalmente, Carlicos, Rubén y Felis llegaron en el grupo principal, que perseguía una temprana escapada de cinco destacados, a la fase decisiva de la carrera. Rubén se debatía entre la necesidad de llegar pronto a meta, para ver las evoluciones en la parrilla de salida de Mónaco de su idolatrado Fernando Alonso, y el deseo de subir las exigentes rampas de los últimos kilómetros a un ritmo que permitiese a sus orondas posaderas desafiar de manera airosa a la fuerza de la gravedad. La segunda de las opciones fue, finalmente, la que cobró mayor fuerza. Carlicos, como siempre destiló la clase propia de su envidiable potencial y no dudó en ponerlo al servicio de sus compañeros, mientras que en la cabeza de Felis retumbaba, una y otra vez, el debate mantenido con Rubén sobre la idoneidad de motar un piñón de veinticinco dientes para lo ocasión.
No finalizaremos esta reseña sin hacer referencia a ciertos detalles que crean tendencia y que provienen, por lo general, del mismo sujeto. Si la pasada semana destacábamos que Ion Zeberio se había impuesto en Monzón luciendo un hirsuto vello en sus poderosas extremidades inferiores, no ha tardado quien no ha dudado en emular al del Transportes Bidasoa. En concreto, Sergio Castillo convino en defender su maillot de líder de la Copa Navarra Senior ostentando unas piernas huérfanas de cualquier suerte de depilación, con la esperanza de emular el éxito del vencedor de la semana anterior en tierras oscenses. Y a fe que lo consiguió. Pues bien, en esta ocasión, Ion volvió a presentar otra de sus geniales ocurrencias que ya mostrara en alguna carrera con anterioridad (por ejemplo, en Pamplona). Nos referimos a los dorsales “hágaselos usted mismo”. Se trata de rotular artesanalmente cualquier dorsal que usted tenga por casa, que no tiene porque ser necesariamente de la carrera que va a disputar, por el dorso del mismo. De esta manera, nunca se le olvidará el dorsal mientras tenga un rotulador a mano y, de paso, contribuye a la conservación del medio ambiente, por aquello del reciclaje… Otra cosa es que los jueces árbitros tengan a bien clasificarle correctamente, como fue el caso este domingo en Arbizu.
Podio M-40: Acedo, Felis e Iñaki.
Nota: Las fotos de la carrera (excepción hecha de la del podio) se las hemos mangado a ricardoenbici.blogspot.com.es