lunes, 23 de abril de 2012

Vuelta a Madrid: duelo de titanes


Pocos deportes son tan competitivos como el ciclismo. En ocasiones, la rivalidad se ceba incluso entre compañeros de equipo. Lo que debería ser una unidad de fuerzas en pos de un objetivo común, se torna una lucha sin cuartel por hacer valer las opciones particulares de cada uno. Esto ocurrió, sin ir más lejos, en la pasada Vuelta a Madrid Máster que se ha celebrado este fin de semana. Una vuelta que ha incluido, en su tercera edición, al corredor del Beton-GSport Raúl Portillo en su palmarés. Al contrario de lo que hemos dicho anteriormente, la totalidad de su equipo se volcó en la defensa del maillot amarillo durante la disputa de la exigente última jornada. No obstante, dentro de la escuadra tuvo lugar un duelo fratricida protagonizado por dos de los componentes de la banda betoniana. Luismi y Rubén “Lenguagato”, ese ciclista que jamás encuentra calcetines de la longitud deseada, mantuvieron una pugna que deparó imágenes espectaculares. 


 Segunda etapa. Contrarreloj individual  en San Martín de la Vega. Luismi no duda en aprovecharse del esfuerzo de Rubén y se coloca a su rueda. Como consecuencia del ahorro energético experimentado por aquel, su crono en la línea de meta será sensiblemente mejor que el de su compañero y, sin embargo, adversario.

Tercera etapa. Coslada. Rubén decide pagar a Luismi con la misma moneda y someter al corellano a un marcaje exhaustivo. Es tal el control ejercido por “Lenguagato”, que a Luismi le es imposible zafarse del de San Mateo.

Carlicos observa, impotente, como ambos le sueltan de rueda en los metros finales. Luismi se abalanza sobre la línea de meta, pero siente en su nuca el aliento de Rubén.

Felis, ajeno a la disputa de sus compañeros, se llevó una chapica en la última etapa como vencedor de M-40.