domingo, 13 de febrero de 2011

Con las garras al aire



Fin de semana de estreno del traje corto para algunos carajillos. El sábado, a la sombra de los históricos muros del monasterio cisterciense de Fitero, aconteció la presentación del equipo master BETON que como el fiel lector ya sabrá a estas alturas, es el equipo de unos cuantos carajillos. En un entrañable acto, mostraron en público por primera vez en esta añada de 2011 sus depiladas piernas. Tras la presentación de la plantilla y la típica sesión fotográfica, los mentores del equipo navarro tuvieron la oportunidad de presenciar a las primeras de cambio las excelsas cualidades que distinguen a los nuevos fichajes “betonianos”. Los carajillos hicieron gala de su ya reconocida fama a la hora de afrontar cualquier “lunch” que se precie. En este caso, el que tuvo a bien ofrecer el C.D. Beton a todos los allí presentes. Pinchos de tortilla y todo tipo de viandas, algunas de ellas de dudosa conveniencia nutricional cuando de ciclistas se trata, fueron sucumbiendo ante el ímpetu de nuestros protagonistas. Fue tal el recital, que los jefes de Beton no dudaron en agasajarles con provisiones para el viaje de vuelta a su zaragozana morada.




Así las cosas, se antojaba perentorio rebajar los aportes calóricos y nada mejor que una carrerica cerca de la playa. Tortosa ha sido el lugar elegido para que Rubén “Lenguagato” y Felis untaran de crema calentadora sus lechosas garrillas por primera vez en esta temporada 2011. Allí se encontraron con Cera, Jesús y Toño “El Figurín” para recibir juntos unas clases de ruso que tuvieron la deferencia de impartir los zagales del Lokoxphinx.


Momento en el que se firma la Santa Alianza entre "asesores" y "betones", con un “kapelmuur” de testigo, para intentar contrarrestar la ofensiva soviética.


Rubén y Felis tomando el sol en Tortosa.


Podio de la III Cursa Social Tortosa.


Ermita de Mig Camí. Como quiera que los fieles católicos tienen por costumbre honrar a sus santos en enclaves elevados, quizá por aquello de estar más cerca de las alturas donde residen, es menester afrontar unas exigentes rampas para poder acceder al santuario que nos ocupa.