jueves, 10 de enero de 2013

Que cuando el día está de que no…

Primera incursión del año de nuestro colaborador anónimo El Carajillo Díscolo. Se estaba haciendo de rogar su primera intervención del 2013, pero seguro que sus incondicionales (que a tenor de los mensajes y mails recibidos por El Carajillo Alegre, no son pocos) darán por bien merecida la espera.

Una vez más, no nos cansaremos de repetir que las opiniones vertidas por El Carajillo Díscolo son única y exclusivamente responsabilidad suya. El Carajillo Alegre, como responsable de su publicación, tan sólo vela por que éstas estén exentas de insultos y no falten a la verdad. No obstante, les recomendamos que antes de leer a El Carajillo Díscolo sigan las siguientes recomendaciones de los expertos facultativos:


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Que cuando el día está de que no… por El Carajillo Díscolo

En vistas al desarrollo de la próxima temporada, ya todos han comenzado a entrenarse, que luego la carretera y los blogs ponen a cada uno en su sitio.



Una fase importante del entrenamiento es el fortalecimiento de la mente frente a los rivales, que con frecuencia son además enemigos. Y de las cosas que ponen más nerviosos a los enemiguetes estos del Máster ProTour es que no les des relevos; es que no lo soportan. En el fardablog de alguno he leído, justo debajo de sus fotografías de campeón, unas cuantas recomendaciones de excusas para no tirar en escapadas, pero me han parecido muy pocas. Para mí que de memoria vamos justitos, porque a este chico le han tenido que decir otras muchas; vamos a citar alguna de más utilidad, con sabias recomendaciones para el usuario. Unas funcionan mal y otras peor, dependiendo de con quién.


Aquí los motivos personales:

- No tiro porque eres mucho más güeno que yo. De aplicación a casi todo rival, es apreciada muy positivamente, sube la autoestima del machote, y contribuye a que te perdone la vida, por lo menos durante un rato.

- No tiro porque soy un globero. Cínico. Le acabas de robar el insulto y los argumentos. Lo que hará después es impredecible, pero agárrate abajo.

- No tiro porque entreno menos que tú. Mal empezamos. Se va a enfadar, porque normalmente los campeones son los que menos entrenan. El entrenamiento es para los débiles. Los tíos con facultades no necesitamos entrenar.

- No tiro porque voy menos dopado que tú. Aquí sí que la has cagado. Hay que guardar las formas y mantener la hipocresía del rebaño, si no quieres que te expulsen. Aunque bien mirado, casi que mejor. Hay que meditarlo, que igual merece la pena estar fuera del redil.

Y los recurrentes argumentos de equipo:

- No tiro porque mi director dice que no pase. Juvenil. Tu director no es director de nada, sino el conductor del coche de colorines, y de tácticas las justas. No cuela.

- No tiro porque llevo un compañero delante. Coño, como todos. En este ciclismo en que a un corte con veinte tíos se le llama escapada, todos llevamos compañeros delante y detrás. Sin embargo, este argumento sí que está bien visto entre la grey. Nueva gente, nuevas normas.

- No tiro porque lo que quiero es que pares de una vez, que vas muy deprisa. Certero, pero indescifrable para el máquina. Bloqueo. Crtl+Alt+Supr.



Las reacciones del ofendido son también bastante recurrentes. Te va a preguntar si esprintarás en meta. Si eres noblote, le dices que sí, que no pasa nada. Te soltará varios insultos; no pasa nada, no dejan marca. Después te amenazará con atacarte, y lo hará. Tampoco pasa nada. Si eres listo y el nota no es muy bueno, no te va a dejar, y además le ganarás en meta.

Te vas a arrepentir. Todo el rebaño te va a mirar muy mal. Estás acabado. Te acabas de echar al figurita del equipo guay, al ganador de carreras de barrio, piratas y lo que se tercie, de enemigo para toda la vida. ¡Como si hubiera sido tu amigo alguna vez!

Es que has transgredido una de las normas no escritas de este ciclismo moderno de estos nuevos héroes carentes de curriculum, donde el que no releva pierde la opción de disputar, y a cambio se le concede el honor de babear aplaudiendo al crack de turno.

Ciclismo de bicicleteros, que no de ciclistas.