Inusual impasse en lo que a la actividad bicicletera se refiere en el entorno carajillil. Pese a que ninguno de los correligionarios de El Carajillo Alegre padece el síndrome post-QH o post-Chainreaction, como prefieran, no cabe duda de que son fechas en las que quizá por la proximidad de las inminentes vacaciones o por estar ya inmersos en las mismas, lo relativo a la bici no está del todo definido. Si bien, hay honrosas excepciones como la de nuestro amigo Carlicos “Bombardero” Ortigosa que por fuer de la llamada del seleccionador aragonés para comunicarle su inclusión en la selección aragonesa que tomará parte en los próximos Campeonatos de España de BTT, no puede descuidar su preparación y está ultimando su puesta a punto para llegar en las mejores condiciones a tan importante acontecimiento. A tal efecto, formó parte del elenco de valientes que este sábado disputaron o, más bien, sufrieron el nacimiento de una prueba de esas en las que se va con unos trastos enormes, que algunos dan en llamar bicicletas, con unas orondas ruedas llenas de tacos, más propias de vehículos de labranza que de una máquina para hacer deporte. Nos estamos refiriendo a la “Oturia Extrema” que organizada por el C.C. Sabiñánigo, quiere hacerse un hueco en el ya prestigioso calendario velocipédico serrablés. Si alguna vez el atento lector ha paseado por Sabiñánigo y ha perdido su mirada por las enormes masas montañosas que rodean la capital del Serrablo, seguramente no habrá podido evitar detener su atención en una esbelta tuca que se yergue hacia el este, sobre Santa Orosia. Lo que no habrá sospechado ni remotamente, ni en el más hilarante de los despropósitos mentales, es que a alguien se le pueda ocurrir subir hasta allí arriba en bicicleta y, mucho menos, montar una carrera a tal fin. Pues bien, casi cien kilómetros y las “felices” ocurrencias de nuestros admirados amigos serrableses, los de siempre, tienen la culpa de que, una vez más, se halla hecho realidad una nueva aventura bicicletera hija de una baruca ciclista.
En lo referente al devenir de nuestro amigo Carlicos en dicha empresa, tan sólo denunciaremos la necesidad de implementar en esos cacharros con ruedas que son las bicis de montamblás, algún sistema que impida que los bidones salgan despedidos de las mismas, pues se dio la aciaga circunstancia de que el carajillo en cuestión perdió sin percatarse ambos bidones y sufrió tal deshidratación que Monsieur Mazó tuvo a bien acompañarle gran parte de la prueba para, amablemente, indicarle el camino de regreso a Sabiñánigo. El cuarto puesto en la clasificación general y el tercer escalón del podio Master-30 se antoja un resultado más que decoroso, dadas las circunstancias.
Decíamos al principio que son fechas dadas a cansinos paseos bicicleteros, tan sólo amenizados por los análisis que todos nos atrevemos a hacer del Tour de Francia. Que si Wiggins va a ganar, pues Evans quiere, pero no tiene patas para más. Que si el único que puede decantar el Tour de un lado u otro bien pudiera ser Nibali, pero que el temor a perder un goloso escalón en el podio de París, seguramente atenazará sus ansias de atacar… Conjeturas que hacen más llevaderas las calurosas tardes del mes de Julio. Sin embargo, en El Carajillo Alegre tenemos la máxima de que el juguete nos tiene que durar todo el año y durante todas las fases de la temporada, así que son fechas estas en las que estamos contando los días que faltan para celebrar nuestra clásica “Carajillada Pirenaica” que este año va a ver modificado su recorrido tradicional, para incluir otro puerto mítico del Pirineo francés que ornamente nuestro palmarés.
Qué mejor épilogo bicicletero para soportar la canícula. |