Foto: C.C. Barbastro |
Por cuarto año consecutivo los
componentes de la Enjoy Cycling Master Band, ataviados con los colores de sus
respectivos equipos, acudieron a la cita obligada con la clásica por excelencia
del barranqué oscense: La Ruta del
Somontano. En esta ocasión, se celebraba la vigésima tercera edición, lo cual
da fe de la buena salud de esta prueba que se distingue por varias razones.
Quizá la que más llama la atención sea lo contenido del precio de inscripción,
aspecto éste en absoluto baladí dados los tiempos que corren. Otra
particularidad digna de reseñar es el excelente y cercano trato que tiene a
bien ofrecer la organización del Club Ciclista Barbastro y, por último, nos
gustaría destacar la constante implementación de novedades en el recorrido,
algunas no pasan de ser pequeños detalles, que redundan en una mejora que todo
ciclista participante no duda en agradecer. Si el año pasado se varió el
recorrido para evitar el descenso del Puerto del Pino que no estaba en las
mejores condiciones, éste se ha cambiado la línea de meta logrando, bajo
nuestra modesta opinión, dotar al final de la prueba de un plus de vistosidad
y, de paso, seguridad para los participantes.
Cerca de doscientos participantes, participaron
en esta edición de la Ruta del Somontano que tuvieron que afrontar un recorrido
típico de la zona que nos ocupa. Es decir, un continuo “rompepiernas” a lo
largo de ciento treinta y dos kilómetros de viaje, jalonados por los típicos
puertos “pestosos” del Somontano. Tiene este nuevo recorrido unas pautas que,
en dos años, se están repitiendo: un primer “achuchón” en el violento ascenso a
Alquezar que selecciona la cabeza, merced a lo accidentado de los kilómetros
siguientes que desembocan en Adahuesca, kilómetro cincuenta, donde la orografía
se dulcifica y es el lugar ideal para que las diversas facciones se reagrupen ante
la ascensión al alto de Naval que comienza alrededor del kilómetro setenta.
Foto: C.C. Barbastro |
En la primera parte referida, Carlicos
y Felis consiguieron inmiscuirse en el grupo de vanguardia que lo conformaban
trece integrantes, no sin antes destacar el intento de fuga de Javi Moneva que
le permitió encarar la temible subida a Alquezar destacado. Javi está obstinado
en pugnar por el título de mejor ciclista residente en Zuera, galardón que se
resiste a ceder Rubén “Lenguagato” con el permiso de Chuané. El consiguiente
reagrupamiento propició que Rubén atacase nada más tomar contacto con la cabeza
de carrera. Él solico se dio un festín de aire en los morros ante la mirada
atenta, a cierta distancia, del resto del pelotón que iba medrando por
momentos. Cuando, rendido a la evidencia, volvió reculando al amparo de la
mayoría, no dudó en espetar: “¡Me c*** en el c****, que ventolera de cara!”. Y,
como siempre, fue Felis el que expresó en voz alta lo que muchos pensaban: “¡Ah,
maduro!, ¿porqué te crees que nadie se ha querido ir contigo?”. Tras semejante
hazaña, tranquilidad, quizá demasiada, hasta Salas Bajas donde comenzó a
avivarse el ritmo y, tras varias escaramuzas, se gestó la escapada buena en la
que se incrustó, cómo no, Carlicos “Bombardero” Ortigosa y que pasó destacado
por Naval, tierra de “narigons”. Tras ese quinteto, un grupo selecto donde Chesús
se mostró pletórico y que fue desgranándose a medida que se acercaba a
Coscujuela, consecuencia de la ubicación de esta población, pues ya reza la
copla:
Coscujuela
está en lo alto,
Costeán
está en el valle,
los
raboseros de Guardia
no
tienen más que una calle.
Podio M-30: Carlicos, Manolo y Toño. Obsérvese la pedazo de bandurria que sujeta el "Figurín" entre sus piernas. |
Finalmente, Carlicos, haciendo gala de
su famoso potencial, lograría una sobresaliente segunda plaza, siendo primer
Máster-30, mientras que Felis, con su sexto puesto, hacía lo propio en su categoría
de veteranos de más de cuarenta calendarios. Rubén “Lenguagato” se ubicó en la
zona noble de la clasificación con un décimo quinto puesto. Chesús que fue de
menos a más, llegó en una meritoria vigésimo segunda plaza, justo en el grupo
siguiente al de Rubén. Chuané y Javi rondaron el “top treinta” y Jarri llegó un
poco más rezagado, pero con su eterna sonrisa dibujada en el rostro.
Podio M-40: Felis, Andreu y Coyi. |
Este año la dichosa crisis, esa que algunos
aseguraban que no existía hasta hace cuatro días, ha impedido que abramos el
tradicional botellón de D.O. Somontano, con que se agasajaba a los vencedores
de cada categoría, en las próximas fiestas navideñas. Pero la totalidad de la
carajillada encaminó sus pasos hacia la capital del Reino con la satisfacción
de haber pasado un divertida mañana bicicletera y con el trofeo que más ilusión
nos hizo recibir al finalizar la carrera: Rubén “Lenguagato”, satisfecho por su
meritorio rendimiento, reconoció alegre “Hoy he disfrutado de la bici”. Éste y
no otro es nuestro único anhelo en todo este tinglado.
Chesús, Chuané y Felis posan tras la carrera. Lo de Felis, no se sabe a ciencia cierta si es una muestra de cariño o un intento de trasvase capilar. |