martes, 4 de febrero de 2014

III Memorial Xavi Tondo


Como viene siendo habitual, la carajillada máster tiene por costumbre comenzar las campañas agonísticas en las prestigiosas Clásicas Catalanas de principio de temporada. Carreras que se distinguen por un alto nivel participativo y por, en teoría, un clima más benevolente que el que se padece durante estas fechas en latitudes más septentrionales. La localidad tarraconense de Valls volvió a ser el escenario ideal para el estreno de un 2014 agonístico que todos deseamos nos depare grandes dosis de disfrute ciclista. El pasado domingo se celebró la tercera edición del Memorial Xavi Tondo y tres ediciones son las que los carajillos se han cosido el dorsal en la carrera que recuerda al gran ciclista de Valls. Algún carajillo, más talludico que el resto, llegó a coincidir en alguna carrera con el homenajeado cuando éste, en su etapa amateur, defendía el maillot amarillo del Ideal Olimpic.
 
Foto: angelfsantos.blogspot.com.es
Mucha participación, mucha velocidad, mucho nivel y mucho viento. Añádase un recorrido selectivo, mézclese, agítese y obtendrá un refrescante dolor de piernas que llevarse a Zaragoza. El cual, no es óbice para divertirse en una de las carreras más bonitas del calendario. Máxime cuando no tuvimos que lamentar ningún incidente durante los ochenta kilómetros que componen la prueba.



Como sabrá el fiel lector, El Carajillo Alegre es inflexible a la hora de denunciar determinadas prácticas que ensucian nuestro deporte y le causan un daño irreparable. No nos duelen prendas a la hora de denunciarlo, pese a que el protagonista de las mismas sea un carajillo. Por eso, es nuestro deber moral hacernos eco de un hecho del que fuimos testigos nada más acabar la carrera, cuando uno de los carajillos fue sorprendido usando cierta sustancia recuperante para elevar la tasa de hematocrito mediante una “transfusión” sanguínea. Las imágenes que acompañan estas líneas son muy explícitas, a la par que reveladoras, y pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.

Aquí podemos observar como el sujeto es sorprendido en plena administración de lo que viene siendo “hematocrito en barra”. El producto en cuestión se denomina “Morcillicín” recombinante.