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Podio XXIII "Pinares de Zuera": Felis, Manu y Jesús. |
Mientras los “vueltómanos” rentabilizaban su preparación y aptitudes en las
vueltas que han acontecido durante este pasado fin de semana (léase Giro,
Aragón o Gandía), los “clasicómanos” han saciado su afán competitivo en citas
más acordes a sus cualidades. “Rompepiernas” el sábado y “Pinares de Zuera” el
domingo compusieron el menú de aquellos que no gustan de estar todo el fin de
semana viendo coulottes, chandals, ciclistas, bicicletas,… Por lo que a El
Carajillo Alegre respecta, salvo la testimonial presencia sabatina de Cera y
Toño en las Cinco Villas, el domingo tenía lugar una de las citas ineludibles
de la temporada ciclista: La “Pinares de Zuera”. Una prueba que pese a sus
cambios de recorrido y de lugar de llegada, siempre ha concitado el interés de
la carajillada, máxime desde que Rubén “Lenguagato” forma parte de esta
sacrosanta hermandad bicicletera. De todos es sabido que el insigne carajillo
vive en Zuera, pese a que es natural de la localidad vecina de San Mateo. Y
también es célebre la legendaria rivalidad entre ambos pueblos (extremo éste
común en muchas otras poblaciones que salpican nuestra geografía). Por ello, es
lógico deducir el interés de Rubén por protagonizar un buen papel en esta
prueba y qué mejor que contar con el “núcleo duro” de El Carajillo Alegre para
lograr tal empresa.
Vigésimo tercera edición, a un paso de las bodas de plata, de esta prueba
ciclista que se celebra por las carreteras aledañas a la localidad zaragozana
de Zuera y que tiene en el puerto de Sierra de Luna un hito común a todas las
ediciones. Dado el estado de determinados tramos de carretera, hace ya un par
de años que se ha variado el recorrido evitando el paso por el puerto de San
Esteban. En esta ocasión, la novedad en el trazado radicaba en el sentido del
mismo: al contrario que el del año anterior. Decíamos que Rubén Juan, más
conocido en los mentideros carajilliles como “Lenguagato”, partía como el líder
de El Carajillo Alegre para esta edición. Algunas dudas se cernían sobre su
estado de forma, habida cuenta de su convalecencia por las lesiones y enfermedades
sufridas en las últimas semanas, mas su ilusión y motivación iban a suplir
posibles carencias físicas. Y a fe que cumplió con la vitola de jefe de filas,
pues estuvo en todo momento atento a las evoluciones de la carrera y presente
en todos los puntos clave de la misma. Pasado los primeros cien kilómetros,
luego de múltiples intentos por romper la unidad del pelotón principal, se
produce una selección coincidiendo con la zona de mayor dificultad orográfica,
aneja al alto de Sierra de Luna. De la docena de ciclistas destacados, cinco
están al servicio del “gran patrón” Rubén. Sin embargo, las diferencias son
exiguas y lo que queda de pelotón, merced a lo favorable del terreno que resta
hasta meta, rueda a gran velocidad en pos de los fugados. A medida que éstos de
acercan a Zuera, las opciones de que la escapada llegue a buen fin se diluyen y
la táctica favorable a Rubén también. Éste lo intenta en varias ocasiones,
dentro de la sucesión de ataques que tiene lugar en los últimos kilómetros,
hasta que en uno de ellos Manu Redondo (Ciria-C.C. Boscos de Monzón) y Felis
consiguen distanciarse definitivamente, poco antes de que el grupo principal de
caza al resto de fugados. La colaboración entre ambos es perfecta y se disputan
el primer puesto en la meta zufariense. Por detrás, Jesús Lozano consigue subir
al podio por segundo año consecutivo al imponerse al sprint del mermado
pelotón, escoltado por Gerardo (1º M-50), Carlicos (3º M-30) y Rubén
“Carajillín” que de esta manera consiguen para Beton-G Sport la victoria por
equipos. Rubén “Lenguagato”, disipadas sus opciones de victoria, se dejaría
llevar en los últimos metros, absteniéndose de disputar las plazas de honor.
En esto del ciclismo los hay que corren por la gloria, por la fama, por
dinero, por un trofeo o “chapa”, por un ramo de flores, … El pasado domingo, en
lo que a todos los simpatizantes, apegados, adláteres o “abrazafarolas” de El
Carajillo Alegre se refiere, rubricamos una vez más que nuestra única ambición
en esto de la bici es pasárnoslo bien y disfrutar con los amigos, independientemente
del color del maillot, e incluso porfiando por que uno de los nuestros pueda
intentar cumplir su ilusión de levantar los brazos delante de sus vecinos y
familiares, como era el caso el pasado domingo. No pudo ser, pero el objetivo
lo cumplimos y a tal efecto los celebramos entre cervezas y risas tras bajarnos
de las bicis. El que no estaba para muchas celebraciones fue Rubén “Carajillín”.
Últimamente, el de Montañana tiene una agenda social más apretada que los
tornillos de un submarino y no le queda más remedio que hacer encaje de bolillos para compatibilizar
sus obligaciones deportivas con aquellas más mundanas. No obstante, hizo de tripas
corazón y, en un alarde de clase y pundonor, se presentó en la línea de salida
con la intención de ayudar a Rubén “Lenguagato”. El día anterior, tuvo también
una destacada actuación en la VII Feria de los Vinos de Aragón que se celebraba
en Montañana, cuyos nobles caldos y maridajes le provocaron no pocos gases que
en carrera tuvo a bien expeler acompañados de sonoros eructos ad náuseam.
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Premio al mejor equipo. |