Por segundo año consecutivo, una nutrida representación carajillil ha tomado parte en la Ruta del Somontano o, como tienen a bien denominarla los de El Carajillo Alegre, De Roonde Van Somontano. En esta ocasión, se disputaba la vigésimo primera edición sobre el itinerario acostumbrado. Se caracteriza esta clásica altoaragonesa por un recorrido quebrado, ornado con cuatro puertos de diferente dificultad y salpicado de incontables repechos que le confieren una dureza nada desdeñable.
Es ésta tierra de renombraos caldos. Lo cual, constituye por sí mismo un buen motivo para no faltar a la cita. Pero se da además la circunstancia de que en el primero de los puertos, la organización tiene a bien ofrecer un jamón a aquel participante que corone en primera posición. A fe nuestra que era éste el mayor de nuestros objetivos, para el que porfiamos con denuedo, mas Dani Bolea (Tubular) nos privó de semejante hazaña. En ese punto, el Alto de San Caprasio, ya se había conformado el sexteto que protagonizó la escapada de la jornada. Lo integraban Adrián Barceló (Telcom), el citado Dani, Coyi, Obee Wan Dani Arnal, Felis y Dieguechu.
El grupo se fue desintegrando ocasionalmente, merced a los continuos ataques que se propinaron los fugados a partir del Alto de Eripol. De esta manera, a las faldas del Alto de Pino que se antojaba como el de mayor dificultad, se presentaron destacados Coyi y Obee Wan Dani. Esta último se vació a favor de su compañero, pues era intención de los carajillos que Coyi estrenara su palmarés. Como quiera que por detrás se acercaba peligrosamente un grupo perseguidor, Felis y Barceló decidieron incrementar el ritmo y se distanciaron del resto de acompañantes. A pie del último puerto, el Alto de Salinas, cazaron a Coyi que exhausto, no pudo seguir el ritmo de la pareja que ya no cejó en su empeño en los más de veinte kilómetros que faltaban por recorrer hasta la línea de meta. Por detrás, se juntó un grupo perseguidor de ocho corredores en el que impuso su velocidad Obee Wan Dani y que contaba con nutrida representación carajillil.
No pudimos traernos el jamón, pero gracias al primer puesto de Felis y Rubén "Carajillín" en la carrera y en la clasificación de Master-30, respectivamente, nos agenciamos sendos botellones de cabernet sauvignon OLVENA (Crianza 2004). Tras probarlo como se merece, podemos adelantar a nuestros lectores, doctos en el arte de la enología, que observamos un color rojo de gran intensidad. Destacan los aromas a frutos rojos, especias y dominio de tostados sobre un fondo balsámico de impresión agradable, viva y distinguida. En boca se muestra carnoso, con buena estructura tánica y final intenso y prolongado… pues eso.