La vida pone ante nosotros diferentes partituras que en la medida de nuestras posibilidades y aptitudes, intentamos interpretar para conseguir hacer sonar, en el mejor de los casos, lo más parecido a la sinfonía que tenemos delante. Digo esto, porque hasta hace muy poco, no les negaré que no tenía una idea muy diáfana de lo que era un PET, un TAC … Tampoco tenía muy claro a qué se dedicaba concretamente un oncólogo, ni las particularidades de una sesión de quimioterapia. Y como éstos, muchos más detalles de una enfermedad cuyo solo nombre, simplemente, nos aterra.
En las últimas semanas, puedo decir que ya se un poco más del tema. No me atrevo a decir que por desgracia. He aprendido mucho. Hemos aprendido mucho todos los carajillos … y no sólo de medicina.