Los hermanos Tamayo evidencian un excelente golpe de pedal en la Vuelta al Valle

Destacada actuación de los hermanos Tamayo en la primera cita por etapas que han disputado esta temporada, la recién finalizada Vuelta al Valle (Colombia). Una carrera en la que ya tomaron parte allá por el año 2009 cuando fueron a la aventura, enrolados en el modesto equipo Los Plinios, junto a Víctor Herrero y Arturo Ariño. En esta edición, como es habitual, el nivel deportivo volvió a ser elevado, reuniendo a la élite del ciclismo colombiano que no se encuentra disputando el calendario europeo. Nuestros amigos demostraron que toda la preparación de cara a este su primer compromiso de cierta entidad iba bien encaminada. Mientras Sebas se ha centrado en lograr una buena ubicación en la clasificación general, Diego se ha dedicado a hacer valer su carácter combativo en carrera y a disputar cada etapa como un objetivo único. No en vano, ha logrado incluirse en el “top ten” en tres de las cuatro etapas en  línea, incluso haciendo las veces de último lanzador del ex campeón mundial Marlon Pérez en su sprint triunfal en la etapa que rendía viaje en Roldanillo, como consecuencia de su labor a favor de la escuadra de su hermano menor, habida cuenta de que, pese a que Diego corre con licencia de Alcaldía de Itaguí, compite con el soporte técnico y logístico del equipo de Sebas, el GW-Shimano. Sin duda, el momento más emocionante para todos los carajillos, seguidores de las andanzas de los hermanos Tamayo, acaeció durante el transcurso de la última etapa que se disputó en un selectivo circuito en la localidad de Cali. Un duro trazado de 5.200 metros al que tuvieron que dar 18 giros para completar los 93.6 kilómetros de que constaba la etapa y que más de ochenta corredores no fueron capaces de finalizar. Sin embargo, tanto Sebas como Diego fueron dos de los diez ciclistas que consiguieron destacarse en la última vuelta y disputar el triunfo de etapa que se adjudicó el último vencedor de la Vuelta a Colombia, Félix Cárdenas, que fue el único capaz de batir a Diego Tamayo. 

Excelente referencia en cuanto al estado de forma de nuestros amigos que en breve separarán momentáneamente sus destinos, pues el mayor de ellos volverá a Zaragoza para pasar unos días con nosotros. No cabe duda de que este hecho nos beneficiará al resto de carajillos en nuestra preparación de cara a próximos objetivos, pues desde que se fueron los hermanos Tamayo, todo el mundo sabe que no entrenamos igual.

Resultados XXXVIII Vuelta al Valle (Cat. Nacional). Marzo 20 al 24

Etapa 1ª: Palmira-Villarica-Cruce Cerrito-Palmira. 136,2 kms

1º.  Carlos Urán  (4-72 Colombia)  20’:29”

Diego entrando sexto en la tercera
etapa ganada por  Marlon Pérez.
(foto: nuestrociclismo.com) 

9º.  Diego Alejandro Tamayo  (Alcaldía de Itaguí)  m.t.

15º.  Juan Sebastián Tamayo  (GW Shimano –Envía)  m.t.

Etapa 2ª: Rio Frio-Glorieta Roldanillo-Zarzal. 128 kms

1º.  Camilo Ulloa  (EBSA Indeportes Boyacá)  2:29´:07”

69º.  Juan Sebastián Tamayo  (GW Shimano –Envía)  a 58”

213º.  Diego Alejandro Tamayo  (Alcaldía de Itaguí)  a 9’58”

Etapa 3ª:  Roldanillo-Ent Toro-Rio Frio-Roldanillo. 130 kms.

1º.  Marlon Pérez  (GW Shimano –Envía)  2:38´:00”

6º. Diego Alejandro Tamayo  (Alcaldía de Itaguí)  m.t.

39º.  Juan Sebastián Tamayo  (GW Shimano –Envía)  m.t.

Etapa 4ª: Pradera C.R.I. 18 kms

1º . Juan Pablo Villegas  (4-72 Colombia)  20’:29”

88º.  Juan Sebastián Tamayo  (GW Shimano –Envía)  a 2´:03”

107º.  Diego Alejandro Tamayo  (Alcaldía de Itaguí)  a 2´:20”

5ª Etapa: Cali. 93,6 kms,

1°.  Félix Cárdenas  (Formesan - Bogotá Humana)  2:25´:15”

2°.  Diego Alejandro Tamayo  (Alcaldía de Itaguí)  a 0´:04”

7°.  Juan Sebastián Tamayo  (GW Shimano –Envía)  a 0´:04”

Clasificación General Final Individual 

1°.  Juan Pablo Villegas  (4-72 Colombia)  10:37´:31”

2°.  Iván M. Casas  (EBSA Indeportes Boyacá)  a 0’:08’’

3°.  Félix Cárdenas  (Formesan - Bogotá Humana)  a 0’:10’’

34°.  Juan Sebastián Tamayo  (GW Shimano –Envía)  a 2’:59”

66°.  Diego Alejandro Tamayo  (Alcaldía de Itaguí) a 13’:46’’


Fotos cortesía Prensa Equipo GW-Shimano y Lina Lopera.

Gran actuación de Carlos Ortigosa en la Vuelta Aragón BTT



Lo más paradójico de todo es que sus patrocinadores están encantados con la publicidad que les hace Carlicos. No me negarán que resulta difícil de entender a la vista de lo "bien" que se aprecia el mensaje publicitario.



Les voy a confesar una cosa. Llevo “trabajando” como becario ya unos añicos en El Carajillo Alegre haciendo las funciones de redactor de este blog. Durante todo este tiempo he mostrado una buena predisposición e iniciativa ante todos los encargos que el Consejo de Administración ha tenido a bien encomendarme, siempre con la estéril ilusión de hacerme merecedor de un contrato en la casa. Jamás me he negado a escribir sobre cualquier tema que se me ha planteado por muy polémico y embarazoso que éste fuera. Me precio de ser un avezado lector al que no le cuesta juntar unas cuantas letras, con mayor o menor fortuna, para expresar lo que pienso o me mandan desde las más altas instancias carajilliles. Sin embargo, hoy se da una circunstancia insólita desde que asumí esta responsabilidad. Hoy me cuesta sobremanera aporrear el teclado del ordenador con la vana intención de contarles algo coherente sobre ciclismo, habida cuenta del encargo encomendado por mis superiores.

Son conocedores los más fieles lectores de El Carajillo Alegre que admito a regañadientes que la disciplina del montamblás sea ensalzada en los altares del Ciclismo como una deidad más. Que considerar ciclismo a labrar con esos engendros de ruedas con tacos por los campos de labor es poco menos que una blasfemia. Por ello entenderá, paciente y comprensivo lector, que cuando me anexaron las fotos que ilustran este artículo como apoyo al encargo de escribir sobre la primera edición de la Vuelta Aragón BTT, glosando las proezas del carajillo Carlicos, apenas pude ahogar un grito de espanto al contemplar horrorizado su flamante maillot de Campeón de Aragón que se intuye bajo el espeso barro que le cubre entero. Jamás las cuatro barras de gules sobre oro, que antaño fueron testigo de incontables conquistas para mayor fama de los reyes de Aragón, viéronse mancilladas de esa manera ni en el más cruento campo de batalla. Qué más da que Carlicos “Bombardero” Ortigosa finalizara en un magnífico sexto lugar en la clasificación absoluta, lo que le valió para recibir el premio como segundo Máster-30, si acaba la carrera de tal guisa, como muestra el documento gráfico en cuestión. Que más da que fuera uno de los poco más de cien participantes, apenas un tercio de los que comenzaron la aventura, que tuviese los arrestos de hacer frente a una dantesca tercera etapa en la que muchos vieron sus esperanzas rotas a la vez que lo hacían sus bicicletas. Poco importa que con esta gesta Carlos vuelva a demostrar la clase que atesora a la hora de darle a los pedales bien sea en el ciclismo, léase con la bicicleta de carretera, bien con el chisme ese lleno de barro que aparece en una de las fotos que “adornan” estas líneas. Lo siento, amables lectores, por esta vez no puedo cumplir con el encargo que me han encomendado desde El Carajillo Alegre… aun a riesgo de poner en peligro mi precaria ocupación laboral.

VI Memorial Oscar Llanos: Luces y sombras

Si tuviéramos que resumir de alguna manera la suerte de los carajillos presentes en una de las carreras más populares del calendario Máster ProTour aragonés, bien podríamos echar mano de la manida frase “luces y sombras”. Hubo de todo: bueno, malo y regular. Seguramente, con el tiempo sólo nos acordaremos de lo bueno, pero no cabe duda que lo malo siempre nos deja una impronta más inmediata. Tienen los carajillos como máxima, a la hora de enfrentarse a una competición, el objetivo principal de no dar con sus huesos en el suelo. A partir de ahí, el siguiente propósito ineludible es disfrutar de la bici, independientemente del resultado. Dadas estas premisas, no podemos calificar de exitosa la participación en la sexta edición del Memorial Oscar Llanos. Una carrera en la que los efectos del otro memorial del fin de semana, el Mariano Cabrero disputado la tarde anterior en Huesca, se dejaron sentir en las entumecidas piernas carajilliles en los primeros y rápidos compases de la misma. Sería inexacto decir que tales rigores se dejaron sentir en todos los carajillos por igual, pues Carlicos “Bombardero” Ortigosa se escapó casi de salida y ya no le vimos el sillín hasta la avenida de los Estudiantes de la capital zaragozana. En la misma, nuestro amigo hizo valer sus consumadas dotes como esprinter logrando una meritoria quinta plaza en una llegada masiva de seis ciclistas destacados del resto del pelotón. Por detrás, en el pelotón, todavía quedaban en juego algunos puestos de honor de las diferentes categorías que se presumía se iban a dirimir por medio de un sprint, éste sí, multitudinario. 

En este punto, aprovecharemos para dar cuenta de lo singular de las llegadas masivas en la categoría Máster ProTour. Es ésta una disciplina a la que todavía no han llegado los usos y costumbres de los profesionales. Al resto sí: bicicletones, complementos,       métodos de entrenamiento y de “algo más que entrenamiento”, dietética, merchandising, fidelización de los fans contando vida y milagros en redes sociales, … Pero lo de las llegadas todavía no está todavía interiorizado en el cada vez más profesionalizado orbe máster. Las cronos sí. Ahí vemos toda la parafernalia digna del más elitista pelotón de los que cobran por correr en bici: rodillos, carpas, cabras, cascos, algodoncicos en las narices,… En la montaña también: se sube rapidísimo, se llega arriba y se cambia uno de ropa, ajustándose esas milagrosas prendas de compresión… Pero en lo que viene siendo las llegadas al sprint, aún no han calado las maneras profesionales. No en vano, la preparación de las mismas en los kilómetros previos al desenlace final se suele hacer a velocidades no muy elevadas, lo cual aumenta el riesgo de caídas. Siendo éste inversamente proporcional a la magnitud que marca la pantalla del cuentakilómetros en los metros previos al sprint. Esto unido al ligero aire en contra presente en la línea de meta de la carrera que nos ocupa, ocasionó una caída a escasos trescientos metros de la línea de meta en plena disputa del sprint del pelotón principal. En tan desgraciado accidente tuvimos que lamentar el infortunio de Rubén Juan, principalmente, y de Rubén Horna. Éste tan solo sufrió daños materiales, mientras que aquel, amén del destrozo en la bici, también padeció en su cuerpo serias consecuencias. La rotura de una costilla y múltiples erosiones resumen el parte médico de nuestro amigo.

De todo lo anterior, el lector habrá deducido que tan solo hubo sombras en la actuación de la representación de El Carajillo Alegre en la carrera que organizan los bomberos de Zaragoza, exceptuando la prestación ya referida de Carlicos. Sin embargo, la luz en esta ocasión también la aportó el carajillo más veterano. Sí, ese que se lamenta por las esquinas aduciendo a su deficiente estado de forma, consecuencia de su método de entrenamiento denominado “estilo cascala”, pero, por mal que le pese, sigue siendo un referente de la categoría no sólo a nivel regional. Efectivamente, Gerardo volvió a ganar en Máster-50, en su segunda competición de la temporada, y se coloca como líder de una recién estrenada édición de la Copa Aragón.

Fotos de José Manuel Carrillo (enviado especial de El Carajillo Alegre). Más y con mejor resolución en nuestro perfil de Facebook (enlace).

XIV Memorial Mariano Cabrero

A punto de cumplir las bodas de plata, el Memorial Cabrero ostenta un lugar privilegiado en el calendario de “clásicas open” aragonesas. Así lo reconocen, año tras año los ciclistas, ofreciendo una notable participación en una carrera que supone para muchos el debut de la temporada. Uno de éstos ha sido, en la edición que nos ocupa, el caso de Gerardo que se ha hecho de rogar a la hora de coserse su primer dorsal de la campaña 2013. Está el mayor de los carajillos pues eso, mayor. Y tras muchas diatribas sobre su continuidad en el mundo de la competición bicicletera, conseguimos, no sin esfuerzo, hacerle debutar junto a otro ilustre carajillo que también se está mostrando esquivo con el dorsal, Luisito. Éste estrenó temporada y licras. Se nos antojó un tanto peculiar, por lo novedosa, la nueva imagen de nuestro amigo con el flamante color rosa de su nuevo equipo. Ambos, Luisito y Gerardo, realizaron una carrera acorde a su clase y valía. El primero metiéndose en todas las avanzadillas posibles y el segundo subiendo, como es habitual en él, a lo más alto del podio que reconoce el mérito de los Máster-50.

Rubén "Lenguagato" comandando el pelotón.

Casi un centenar de corredores se dieron cita en la tarde del sábado en el Centro Tecnológico Walqa de la capital oscense para disputar la vigésimo cuarta edición de la carrera que rinde homenaje a Mariano Cabrero, trágicamente fallecido durante una competición ciclista élite/sub-23 cerca de Zaragoza. Unas amenazadoras nubes del color del hollín anunciaban lo que unos minutos más tarde dejaría de ser una quimera para tornarse en realidad. Así, tras descender el Alto de Las Canteras, una de ellas obsequió a los participantes con una refrescante tromba de agua que apenas duró hasta la localidad de Almudévar. Lo cual no fue óbice para que los velocímetros de las bicis se mantuvieran, como durante el resto de la prueba, en valores nada despreciables, tirando a muy altos. En los kilómetros finales, próximos al segundo paso por el Alto de Las Canteras, se distanciaron casi una decena de corredores de los que saldría el trío que se jugaría la carrera con una exigua ventaja respecto al pelotón. Paules volvió a demostrar su buen momento de forma adjudicándose su segundo Memorial Cabrero.

Rubén "Carajillín" y Dani "el Contaminao" en un intento de fuga junto a Berry y un corredor del Controlpack. Obsérvese como Dani busca con la mirada la colaboración de Rubén, sin éxito. "¡Iba bien, eh!".

La representación carajillil fue nutrida, por cuanto se contó con los cinco betonianos, más los rositas, naranjas, etc… y, sobretodo, los dos que volvieron a vestir la sacrosanta túnica carajillera: Toño y Javi que sufrió dos pinchazos en la rueda delantera antes de comenzar la carrera. Ninguno de los carajillos presentes sufrió ninguna adversidad reseñable durante la carrera si exceptuamos el único percance grave: la bici de Felis se ensució por culpa de la lluvia. No obstante, dicho contratiempo fue solucionado en un lavadero de la capital aragonesa con la mayor celeridad posible. Rubén Juan evidenció, una carrera más, la progresión que está demostrando esta temporada realizando una carrera siempre en vanguardia de la misma.

Felis logró la victoria en Máster-40, tras clasificarse en quinta posición en la carrera.

Sebas Tamayo tercero en la Clásica Barrio Prado Centro

Ayer domingo se disputó la 1ª Clásica Barrio Prado Centro en la localidad colombiana de Medellín. Una carrera corta, pero en un circuito muy duro, donde tomaron parte los hermanos Tamayo y que supuso el primer podio de la temporada para el más joven, Sebas. Éste se escapó con dos componentes del equipo EPM-Une (Cristian Peña y Stiver Ortiz) que a la postre, se destacaron y se adjudicaron las dos primeras plazas de la clasificación. Sebas Tamayo, pese a no estar todavía tan en forma como sus rivales (no en vano, en su equipo GW-Shimano todavía alternan sesiones de gimnasio con trabajo de carretera no específico), entró en meta apenas un minuto más tarde que la pareja de vanguardia. Excelente resultado de cara a afrontar compromisos ulteriores en mejor condición física.

Un minuto y veinte segundos más tarde que el primer clasificado, entró Diego Tamayo en la décimo primera plaza y que ya va evidenciando interesantes detalles en su rendimiento fruto de la preparación que está llevando en su país.



Podio de la I Clásica Barrio Prado Centro de Medellín con los cinco primeros clasificados:

1º. Cristian Peña (EPM-Une).

2º. Stiver Ortiz (EPM-Une).
3º. Sebastián Tamayo (GW-Shimano).

4º. Jonathan Millán (GW-Shimano).

5º. Wiemar Roldán (EPM-Une).

 



I Memorial Carlos Tárdez en Lanaja

Nuestros lectores más fieles son conocedores de que el nacimiento de una prueba ciclista en las inmediaciones de nuestros hogares siempre es motivo de alegría en El Carajillo Alegre. Si además, ésta es de nuestra categoría favorita, “open” o mal llamada “social”, el alborozo es doble. Por ello, no podíamos perdernos la primera edición del Memorial Carlos Tárdez que se celebró el pasado domingo en la localidad oscense de Lanaja. La “Clásica de Los Monegros” por excelencia, organizada por El Pedal Aragonés, contó con una generosa afluencia de ciclistas, cerca de ciento veinte, mayoritariamente aragoneses y algunos catalanes. Con el fin de incentivar la participación, incluso el clima fue especialmente benevolente, dadas las fechas que nos ocupan. Un recorrido asequible, habida cuenta de que competían categorías inferiores, que constaba de cuatro vueltas a un circuito de diez y ocho kilómetros y que, sin duda, hubiera sido temible en caso de contar con la presencia del Cierzo.

Todo lo anterior motivó que la carrera se disputase a un ritmo muy elevado con continuos ataques hasta que en la segunda vuelta se conformó un grupo destacado en vanguardia, luego de la fusión de varios escapados en la zona más exigente del circuito. Casi una veintena de corredores donde unos pusieron más empeño que otros en el aumento de la ventaja respecto del pelotón perseguidor, cada uno es libre de hacer su carrera, manteniendo un pulso que se decantaría a favor de los escapados en la tercera vuelta. En la escapada estaba, salvo honrosas excepciones, lo mejor de cada casa y la mayoría de los equipos más representativos. Destacaremos el empeño y esfuerzo de Luis “el güevero” que hizo honor a su sobrenombre y que, junto a Lozano, dio presencia a la nueva escuadra Monegrosman. Kapelmuur incrustó en el grupo de elegidos a David para regocijo de aquellos compañeros de fuga que portaban grupos electrónicos, pues en los últimos kilómetros se ofreció amablemente a recargarles las baterías con la electricidad que emanaba de sus maltrechas piernas por culpa de unos inoportunos calambres. Por lo que a los carajillos presentes respecta, decir que Rubén Juan, Carlicos y Felis tuvieron el tino de llegar en el grupo cabecero, consiguiendo que su equipo (Beton-GSport) se adjudicara la clasificación por escuadras, si bien lo realmente destacable es que Rubén experimentó su “primera vez”… en meterse en una escapada. La carrera se decidió, tras una sucesión de ataques en el último giro, a favor de Paules que llegó con una ligera ventaja adquirida en los últimos kilómetros junto a Berry, Murillo y el catalán del Esteve Cantenys. Felis Lograría la quinta plaza que le valdría para adjudicarse la clasificación de “maduritos-40” en dura pugna con José “el Malaguita”.

Enjoy Cycling Fashion. Toño eligió para la ocasión una vestimenta de gala en negro que estilizó, más si cabe, su figura. Javi se decantó por los tonos blancos que realzaban su tez morena bajo el sol monegrino.

Una bonita carrera que nos deparó la alegría del buen hacer del conjunto de carajillos, la destacada actuación de Rubén “Lenguagato” y la alegría del primer podio de la temporada para Javierre. Desde El Carajillo Alegre animamos a El Pedal Aragonés para que esta prueba tenga continuidad en añadas ulteriores. Buenas fechas, recorrido seguro para la integridad de los ciclistas y seria organización. A colación de esto último, sin menospreciar a nadie, mención especial merece el encargado de realizar las inscripciones por su celeridad a la hora de formalizar informáticamente las mismas. En situaciones similares muchas carreras ven retrasada la hora de salida, por no hablar de eternas filas que apenas avanzan. Para que no nos tachen de “pelotas”, tan sólo sugeriríamos a los organizadores realizar un pequeño esfuerzo para ampliar el apartado de trofeos y reconocer los méritos de mayor número de corredores, por ejemplo, los tres primeros de cada categoría.

Javierre se adjudicó la victoria en la categoría Máster-50. Botellica de vínico y pugna con Rubén “Lenguagato” por el liderazgo de mejor ciclista de San Mateo de la historia.

Felis, quinto clasificado, logró la victoria en la categoría Máster-40. La organización premió a los vencedores con un selecto Vino del Desierto.

Más fotos y con mayor calidad de nuestro fotógrafo oficial José Manuel Carrillo en nuestro perfil de Facebook (enlace).

Vuelta al Reyno de Navarra

(Foto: AC Marriot)

Coinciden los más avezados “juntaletras”, correveidiles e, incluso, algunos licenciados en Ciencias de la Información que hacen las veces de periodistas especializados en el negocio del balón, en que lo peor que puede ocurrir en un partido del citado business es que el árbitro se convierta en el principal protagonista del evento. En este aspecto, el ciclismo tiene a gala ser un deporte donde la injerencia del colectivo arbitral no suele ser determinante en el resultado final de la competición. No obstante, quien más y quien menos que haya adherido en alguna ocasión un dorsal a sus lumbares para participar en una carrera ciclista, habrá experimentado la pericia de los susodichos a la hora de confeccionar las clasificaciones en determinadas zonas de nuestra geografía. Una vez consumida más de una década del siglo XXI, se antoja intolerable, dados los medios técnicos más elementales a manos del común de los mortales, las continuas desferras entre lo que dictaminan en las hojas de las clasificaciones y la realidad que depara el esfuerzo y entrega de los ciclistas en la línea de meta. Máxime si tenemos en cuenta que, en la categoría que nos ocupa, a la sazón máster o veteranos, a priori y en teoría (salvo “honrosas” excepciones) es el único estamento presente en una carrera que cobra por su actividad ciclista. En El Carajillo Alegre no estamos en contra de que nadie nos cobre por su trabajo, tan sólo exigimos que lo haga bien o, en su caso, rectifique convenientemente cuando se demuestre que ha errado.

En esta imagen que hemos tomado prestada al equipo AC Marriot, vemos a Carlicos en el momento de cruzar la línea de meta de Fitero. Según hemos podido saber, ha sido enviada a Iker Jiménez y va a ser motivo de un programa entero de Cuarto... Cuarto... Cuarto Milenio.

Sirva la anterior introducción para explicar el devenir de la presencia carajillil en la Vuelta a la Ribera del Reyno de Navarra que se disputó el pasado fin de semana. Por si las inclemencias meteorológicas no eran suficiente motivo para zaherir la voluntad de los carajillos presentes en la citada competición, no faltó la incompetencia arbitral para terminar con la ilusión de éstos y hacer desvanecer de un plumazo cualquier atisbo de motivación para seguir porfiando por una digna actuación en la última etapa. Cubriose de gloria el colectivo arbitral en la etapa cronometrada que abría la Vuelta en el circuito de Los Arcos y no anduvieron a la zaga en la llegada del segundo tramo que rendía viaje en Fitero. En el primer evento, el peor parado de la caterva carajillil fue Felis que vio menospreciado su esfuerzo con un tiempo que no le correspondía, aunque no falto algún graciosillo que, dada su pericia en la lucha contra las manecillas del reloj, le intentó convencer de que el crono real no habría distado mucho del inventado y, a la postre, adjudicado. En la sesión vespertina, Felis volvió a ver vilipendiado su sacrificio por los jueces al no clasificarlo correctamente en una llegada que, en los primeros puestos del pelotón, se hizo de uno en uno. Mas la afrenta más sangrante fue la sufrida por Carlicos que, yendo el mejor clasificado de los carajillos y de su equipo en la general, no fue clasificado por los insignes árbitros y, por ende, privado de optar a dicha clasificación. Dadas las circunstancias, huelga explicar los motivos por los que decidimos no tomar parte en la última etapa.

Dadas las perspectivas, entre dejar que los árbitros no chuleen una vez más y chulearnos nosotros un buen almuerzo, la decisión no dejaba lugar a ninguna duda. Dani hizo de anfitrión.

Fotos de la C.R.I. de José Manuel Carrillo (fotógrafo oficial de El Carajillo Alegre) en nuestro perfil de Facebook (pinchar en el enlace).