El fin de semana carajillil, como no podía ser de otra manera, ha estado pasado por agua en mayor o menor medida. El sábado Zaragoza lloró la partida de Dieguechu hacia tierras asiáticas. El Tour de Hainan, que discurre por la zona más meridional de la República China, será el último compromiso deportivo de Diego Tamayo en esta inolvidable temporada. El año pasado, esta carrera la ganó el ruso Boris Shpilevsky que este año ha corrido en las filas del Fuji-Servetto.
Pedazo de mojadina que nos chupamos para que Diego pudiera hacer su último entrenamiento de calidad, antes de partir hacia China.
El domingo las expectativas meteorológicas no eran mejores y, pese a que la carajillada acudió fiel a la cita dominical, a medida que la grupeta se ponía en marcha, las deserciones iban en aumento. Frente al más que previsible y mojado futuro inmediato, la mayoría optó por realizar el entrenamiento a cubierto disfrutando de las instalaciones del gimnasio Millennium. Sin embargo, los abuelicos Javi y Gerardo “Museeuw” (desconocemos si en esta ocasión, éste estrenaba modelito) prefirieron aceptar el reto de mojarse en la carretera, mientras el resto también se mojó … pero en el jacuzzi. De lo acontecido en este último punto, nos disculpará el amable lector, pero no tenemos permiso para dar cuenta de ello en este su blog.
Vista lateral del pelotón.
Jesús y Ricky. Esta escapada puede ser buena.
Jesús tomando el sol.
El Cera moviendo piedras, mientras Ricky le explica la táctica a Alberto.
Alberto y Felis a relevos.
Vista frontal del pelotón.
Aeropuerto de Zaragoza. Sebas observa desolado la cinta de facturación de equipajes del vuelo de Diego. Está cerrada. Todo el pasaje está embarcando. Parece que Diego tiene que ir a China sin su bici. Pero Dieguechu consigue lo que para cualquier pasajero normal sería imposible y logró llevarse la bici consigo ... pero esa es otra historia.