El Carajillo Alegre no ha querido desaprovechar la ocasión de hablar con un carajillo llamado a regalarnos grandes momentos sobre la bici.
Desde un principio, las referencias que llegaron a El Carajillo Alegre acerca de nuestro protagonista fueron inmejorables. De todos modos, se nos antojaban poco objetivas, habida cuenta que provenían de su hermano mayor.
La primera vez que tuvimos contacto con él fue en la sala de un gimnasio y, la verdad, sus piernas, camufladas bajo una espesa masa de pelos, no advertían de ningún vestigio de calidad. Por lo tanto, decidimos esperar a que la carretera emitiera su veredicto. Y lo hizo. Al poco tiempo de rodar con nosotros, probó, literalmente, cuan duro es el asfalto al otro lado del océano.
Tras estos titubeantes comienzos, El Carajillo Alegre, ente magnánimo donde los haya, le dio la oportunidad de debutar en competición. Fue en la localidad castellonense de Segorbe donde Sebas se estrenó en una carrera en suelo español. Y bueno, la verdad que no lo hizo mal del todo. Ni mucho menos. Logró la tercera plaza, pero lo realmente destacable fue que apenas rodó unos cuantos kilómetros dentro de la disciplina del pelotón. Así que se mereció la paella con la que le agasajamos después de la carrera.
Posteriormente, comenzó su periplo por tierras vascas, cosechando clasificaciones destacadas entre los veinte primeros en tan duro calendario. Hasta que llegó la carrera de Lazkao, con lo más granado del pelotón del Norte, y no se le ocurrió otra cosa que ganar a lo grande. Desde entonces, muchos ojos están pendientes de las evoluciones del pequeño de los Tamayo, observando, atentamente, como casi volvía a destapar el champán en Markina, donde fue segundo.
Sebastián Tamayo: Son muchas cosas que hecho de menos: mi familia, mis amigos y mis costumbres.
Aunque la verdad, me he acostumbrado más rápido de lo que pensaba y eso gracias a las personas que me han colaborado: mi hermano, mi familia, y los amigos que he conocido por medio de la bici. Quiero agradecerles.
E. C. A.: Como ciclista, ¿Cuáles son las principales diferencias que ves entre el ciclismo en Colombia y el de aquí?. ¿Existen diferencias sustanciales en las competiciones?.
S. T.: El año pasado tuve la oportunidad de conocer el ciclismo en Colombia. Correr al lado de Santiago Botero, Mauricio Ardila o Leonardo Duque te da ilusión, pero también te das cuenta del nivel que tienen estos corredores. Allí las carreras se hacen de “pa`arriba”, es la diferencia que veo, aquí se hacen en llano y en los puertos. Otra diferencia es que allí es una sola categoría, amateur y profesionales juntos.
E. C. A.: ¿Cómo empezaste a practicar este deporte?. Cuéntanos tu trayectoria deportiva antes de venir a España.
S. T.: Empecé por la envidia que hay entre hermanos, al ver que mi hermano empezó a competir, lo seguí yo. Empecé a los 12 años, en bicicleta de montaña, el año que empecé quedé 4º en el Campeonato Nacional, luego en junior, quedé subcampeón, igual que Diego.
Al año siguiente, mi hermano me mandó una bici de carretera. Al principio, no me gustaba la bici de carretera, la veía fea. Ahí fue cuando conocí a Nelson “el Cacaito” Rodríguez que se convirtió en mi entrenador. Le cogí gusto a la de carretera y nunca olvido el año de juvenil: gané 6 carreras.
El primer año de amateur fue una experiencia diferente, fiché por un equipo de otra región. Vivíamos todos en la sede, salíamos todos los días con el director en el coche detrás.
E. C. A.: Has sido una de las revelaciones del ciclismo del norte que es el que se tiene como el de más nivel, ¿Cómo valoras personalmente la temporada que acabas de terminar?.
S. T.: Personalmente valoro mucho esta temporada. Las expectativas eran menores. La adaptación y el no tener el tiempo suficiente para entrenar, eran un handicap. Ahora ya, después de ver las cosas con mas calma, me llena de ilusión y motivación para esta temporada.
E. C. A.: Nos consta que tu trayectoria es seguida con mucho interés por gente que sabe de esto del ciclismo y que varios equipos importantes han mostrado interés en contar con tu presencia entre sus filas. ¿Qué factores te han llevado a aceptar la oferta del CAI?.
S. T.: Pienso que el principal factor es por ser un equipo de casa. Es más, en un principio, el año pasado iba a correr en el CAI, pero me resultó la oportunidad de correr con mi hermano en el Azpiru-Ugarte. El CAI tiene buen calendario que pienso que es lo importante, el resto lo haces tú encima de la bici.
E. C. A.: Sabes que tu hermano Diego fichó por el CAI después de militar en un equipo vasco (Baqué), para, un año más tarde, pasar a profesionales (Atom). Tú estás empezando un ciclo similar al suyo, ¿te ves al año siguiente culminándolo con el paso a la máxima categoría?.
S. T.: Digamos que estoy siguiendo un ciclo parecido pero más corto. Con la experiencia de mi hermano aquí en España, me he ahorrado muchos pasos. Con respecto al paso a profesionales, es difícil. Un par de años más me parecen bien, aunque no niego que tengo mucha ilusión para le temporada que viene.
E. C. A.: ¿Cómo te defines como ciclista?.
S. T.: Me defino como un ciclista completo: ni subo, ni bajo, ni llaneo. Je je je.
Hablando en serio, no tengo una cualidad definida. En media montaña voy bien, este año he aprendido mucho a ir en llano... me falta en contrarreloj y sprint no tengo mucho.
E. C. A.: ¿Qué objetivos te marcas para la temporada que viene?.
S. T.: Mi objetivo es mejorar lo que he hecho en esta temporada. Estar adelante y disputando.
E. C. A.: Soñar es gratis. Cuéntanos tu sueño como ciclista.
S. T.: Mi sueño seria ser profesional y correr una grande. Ganarla ya sería la hostia.
E. C. A.: ¿Cuál es tu mejor recuerdo encima de la bicicleta?.
S. T.: Recuerdo mucho el año de juvenil. Aunque creo que mi mejor momento ha sido este año cuando gané en Lazkao. Me costó asimilar, no creía que había ganado.
E. C. A.: ¿y el peor?.
S. T.: En la bici hay muchos momentos malos. Recuerdo mucho la caída que tuve en febrero con mi hermano entrenando.
E. C. A.: ¿De cuál de tus triunfos ciclistas te sientes más orgulloso?.
S. T.: Recuerdo mucho los triunfos de juvenil, pero en especial el Euskaldun de este año.
E. C. A.: ¿Quién es o ha sido tu ídolo ciclista?.
S. T.: Lance Armstrong.
E. C. A.: ¿Tienes alguna manía a la hora de practicar tu deporte favorito?.
S. T.: Tengo pocas. Ahora no recuerdo.
E. C. A.: ¿Cuál es la ocasión que más has sufrido sobre la bici?.
S. T.: Sufrir siempre. A principio de año cuando corría en el norte lloviendo y mucho frío. Pero sufrí más aún en la Vuelta a Palencia: las tres primeras etapas fueron muy duras, con aire y se hicieron muchos abanicos. Pienso que es lo más difícil.
E. C. A.: De los ciclistas que conoces personalmente, ¿admiras a alguno por algo en especial?.
S. T.: Admiro mucho a Nelson “el Cacaito” Rodríguez. Tuve la oportunidad de compartir mucho con él, me contaba muchas historias de su época de ciclista.
E. C. A.: ¿Guardas algún maillot al que le tengas especial cariño?.
S. T.: Tengo varios que gané en Colombia.
E. C. A.: Seguro que las carreteras de tu país son muy diferentes a las que frecuentas por aquí.
¿Cómo eran los lugares por donde entrenabas habitualmente en Colombia?
S. T.: Totalmente diferentes. En Colombia hay mucha montaña. La cordillera de los Andes, al entrar a Colombia, se trifurca y lo atraviesa de sur a norte. Vivía cerca del alto de Letras, que es el puerto más largo de Colombia, por un lado tiene 60 kms. y por el otro 89 kms., algo que no es habitual aquí, especialmente en Zaragoza que es llano y aire.
E. C. A.: Por último, ¿cómo has asimilado la filosofía Enjoy Cycling de El Carajillo Alegre?.
S. T.: Muy bien, me siento orgulloso de ser un carajillo, es un grupo donde se vive el ciclismo.