Algún carajillo debe revisar el concepto de “barrita energética”.
Comenzaremos por la cita de Sebas, la más importante de todas atendiendo al criterio de El Carajillo Alegre, por el cual, pensamos que lo que hacen los élites y los profesionales es lo que realmente posee una importancia intrínseca, mientras que lo que hacen el resto de carajillos, léase masters o cicloturistas, posee la importancia que los propios interesados le quieran dar. Pues bien, el carajillo más joven por el momento, volvió a demostrar que la clase es una cualidad que atesora sin límite alguno, en esta ocasión en la prestigiosa Vuelta a Navarra. Llegaba a la misma con la impronta de su buen hacer en la recién finalizada Vuelta a Valladolid, donde el “Bizcochito” Sebas había logrado la quinta plaza en la clasificación general final y el maillot colorado que distingue al mejor escalador de la prueba.
En la ronda Navarra, no pocos veían a Sebas como un digno aspirante a suceder a su hermano Diego en el palmarés de esta carrera. Sebas se involucró desde un principio en las posiciones punteras de la prueba, con destacados puestos y prestaciones, hasta que tuvo que centrarse en defender la privilegiada posición de su compañero Díaz en la clasificación general. No obstante, Sebas volvió a evidenciar que posee un innato olfato para inmiscuirse en las escapadas buenas y, en esta ocasión, formó parte de la fuga que sentenció la vuelta en la última jornada, acabando en una meritoria quinta posición en el parcial. Sus obligaciones con el equipo, le impidieron obtener una clasificación en la general cercana a los mejores.
Siguiendo, por proximidad geográfica, con “La Ribagorza”, varios carajillos se desplazaron a esa maravillosa villa que es Graus, para formar parte del multitudinario pelotón que se congregó en la localidad oscense. La mayoría se decantaron por la versión “light”, o sea, la corta que consta de poco más de 130 kilómetros. No pregunten al que esto escribe el motivo de semejante muestra de cobardía, Dios nos libre de enjuiciar desde este “balcón cibernético” la actitud de nuestros congéneres carajilliles. La máxima Enjoy Cycling impide cualquier cuestionamiento sobre lo que se hace y cómo se hace, así como demostraciones de hombría asociadas a la presencia en determinadas competiciones. Independientemente de todo lo anteriormente comentado, Obee Wan Dani, más conocido por ahí como Dani Arnal, parece ser que tenía prisa por ir a comer al Barranqué, como atestigua el crono que marcó y que le sirvió para imponerse en “La Ribagorceta” (licencia de El Carajillo Alegre para denominar a “La Ribagorza” pequeña, emulando a David García a la hora inventar nuevas denominaciones). Coyi también estuvo por aquellos lares y se conformó con la medalla de chocolate (cuarto puesto), mientras que Dieguechu, todavía recuperándose de su lesión, se lo tomó con más calma y junto a Arturico “El Borrajas”, rodaron a la marcheta por la Val del Isábena, hasta columbrar la basílica de la Virgen de la Peña, recostada en las faldas de la Peña El Morral.
Por último, pero, como dicen los anglosajones, no menos importante, deberemos hacer justa referencia a las andanzas de los más abueletes. Gerardo “Museeuw” y Felis “Gritón”, deben estar haciendo méritos a los viajes del INSERSO, pues no se les ocurrió otra cosa que cruzarse medio España con el único fin de participar en la Vuelta a Astudillo. Para ser fieles a la verdad, ambos carajillos no pudieron declinar la invitación del bueno de Javi de Astudillo, organizador de la prueba y persona entrañable y querida por el orbe velocipédico veterano.