miércoles, 25 de febrero de 2009

III Trofeo San Raimundo de Fitero.

El pasado sábado 21, los carajillos más usados que no viejos, tuvieron a bien participar en la prueba que inauguraba la Copa Navarra Master 2009. El lugar destinado para tal evento era la localidad navarra de Fitero que acogía el III Trofeo San Raimundo, excelentemente organizado por el Club Ciclista Betón. Decimos esto porque no tuvieron ninguna responsabilidad en el caos que se originó en las inscripciones y que lamentablemente, viene siendo tónica habitual, año tras año, en la primera prueba de la Copa Navarra, independientemente del lugar donde acontezca. Este y no otro, fue el motivo de que la carrera empezase con una hora de retraso. Merced a lo cual, mientras hacíamos y volvíamos a hacer la digestión del desayuno previo a la competición calentando por las angostas calles de la localidad navarra, pudimos contemplar y admirar la bella portada del monasterio de Fitero que se tiene por ser el primer cenobio cisterciense de la Península Ibérica y cuyas primeras referencias datan del 1140. Ciclismo y cultura van de la mano en nuestra filosofía Enjoy Cycling. La recepción de los dorsales nos produjo una alegría comparable a la que experimenta una pareja de novios cuando les conceden una vivienda de protección oficial en Valdespartera.


Gerardo, junto con tres acompañantes más, intentó sin éxito contactar con el septeto de cabeza. A la derecha de la imagen, observamos en primer plano como un cronómetro digital (de dedos), les da una referencia de la ventaja de los de delante.

Para esta cita, El Carajillo Alegre presento un elenco de cuatro ciclistas formado por Chemica, Willy, Gerardo y Felis. Una de nuestras tácticas consistía en jugar al despiste y por ello, salimos con indumentarias diferentes, al más puro estilo “ejército Pancho Villa”. También podríamos aducir que “problemas logísticos impidieron que la ropa de nuestro nuevo equipo llegara a tiempo para la disputa de la carrera”, pero realmente es lo mismo dicho de otra manera.

Sprint del pelotón.


Por lo que respecta a la carrera en sí, cuyo recorrido fue recortado en unos 25 kms, debido a la demora en dar la salida, lo más destacable es que se cumplieron los pronósticos y el viento hizo acto de presencia, lo cual, le confirió una dificultad particular. La prueba comenzó con ritmo frenético y con la práctica totalidad de los ciclistas colaborando en la limpieza de hierbas y rastrojos aledaños al arcén derecho de la carretera que va hacia Corella. De esta manera, se originó una escapada de entidad en la que se juntaron una decena de corredores, entre los que se encontraba Cera, Yanguas, Chentín, Vallejo, Larrea, Saizar, … y Felis. Llegaron a contar con un minuto de ventaja, pero por detrás no hubo concesiones y fueron capturados justo en el momento en que se formó la que sería escapada definitiva, con siete componentes, entre los que estaba el más fuerte de la carrera y vencedor, Larrea, ex-compañero el año pasado de Diego Tamayo en las filas del Azpiru-Ugarte.


Dani Arnal (C. C. El Barranqué) se impone en el sprint del pelotón a Felis y Kepa Vallejo. Ni el primero, ni el tercero aparecen en la clasificación. Sin comentarios.

Sobre el bautizo de fuego de Chemica, mejor sírvanse leer su blog (enlace a la derecha de esta página) y de Willy, sólo decir que protagonizó lo que denominaríamos una “carrera alternativa”, formando abanicos paralelos a los ya organizados en cabeza.

Lo de las clasificaciones, de vergüenza. Gente que no salió clasificada, gente que acabó no clasificada, ... sólo una reflexión: en una carrera ciclista, hay un colectivo que cobra por asistir a la misma. Los ciclistas, en master, pagamos por correr. El colectivo que cobra debería garantizar que el resultado de la carrera no se adulterara con una clasificación errónea. Y si no tienen los medios necesarios, deberían denunciarlo a la autoridad competente.

Diego (Astaná de Utebo) entrando en meta y buscando la ubicación del autobús del equipo.