Los dos carajillos protagonistas del día: Carlicos por su vuelta a la competición y Rubén "Carajillín" por su segundo puesto.
Mañana del sábado, decimosegundo día del mes de julio de 2008 que se presenta fresca por las lluvias de la madrugada. El Carajillo Alegre se dispone a disputar la última prueba del primer bloque competitivo de la temporada en curso: el I Trofeo Intersocial Peña Los Conejos. Algunos prefieren ir hasta la salida en bici, calentando durante los algo menos de 30 kms que hay hasta Zuera. Otros deciden que lo mejor para su musculatura es un cómodo viaje en coche hasta el polígono industrial, donde se ubica la línea de salida que hará las veces de llegada.
Reunión técnica de El Carajillo Alegre en el bar del polígono. Ante unas humeantes tazas de café, se decide y perfila la táctica a seguir durante la etapa del día. Después de estudiar el recorrido, valorar las opciones de nuestros rivales y sopesar las propias, la consigna a seguir es clara: Rubén “Carajillín” va a ser nuestro líder en el día de hoy. Para ello, no hemos escatimado recursos y contamos con la participación, en una celebrada vuelta a la competición, de Carlicos Manero, amén del concurso de Cera y Felis.
Las posibilidades de nuestro compañero son reales, por cuanto no hemos pasado por alto que la prueba se disputa por la mañana. De todos es sabido que las competiciones vespertinas no se adaptan a la específica musculatura de “Carajillín”.
Nuestra táctica, ahora ya se puede desvelar, es diáfana: En primer lugar debemos llevar la carrera controlada hasta la primera dificultad montañosa del día, la Cote de la Violada, donde intentaremos que nuestro compañero Carlicos Manero no pierda la rueda del grupo, al mismo tiempo que intentamos, en la medida de lo posible, seleccionar el grupo. Esta labor será encargada a Cera y Felis. Después, marcaremos un ritmo asfixiante, pero apto para todo el equipo, durante la ascensión al Col de Gürrea. Cera será la persona indicada para tal labor. Seguidamente, Felis y Cera volverán a llevar la carrera rápida y controlada hasta la llegada, donde Cera hará los últimos kilómetros, Felis lanzará el sprint y Rubén “Carajillín” rematará la faena, con Carlicos a rueda haciendo de cierre.
Pues bien, la táctica prevista transcurría conforme a lo planificado, hasta que una vez coronado el Col de Gürrea, con un grupo ya seleccionado de nueve unidades (habíamos dejado sin opciones a rivales tan letales en los últimos metros como José Luis Tajada, por ejemplo), a Felis se le suelta el pedal derecho del eje. Este carajillo, al que seguramente pondremos el sobrenombre de “El Pupas”, se vuelve loco subiendo y bajando el repecho donde ha tenido lugar tan nefasto suceso, buscando el esquivo pedal que no encuentra, hasta que Dios le iluminó con un haz de saber y conocimiento y le advirtió que lo llevaba enganchado en la cala de su maravillosa zapatilla con suela full carbon. Pese a que arregló el desaguisado presto con la mano, perdió un valioso tiempo que se haría insalvable en meta, porque además sus compañeros no fueron advertidos de que venía por detrás intentando reintegrarse al grupo de cabeza.
Fuera porque le faltó el lanzador, fuera por su inexperiencia, o bien por una inoportuna maniobra en pleno sprint que casi le provoca la caída, el caso es que Rubén “Carajillín” no pudo levantar los brazos al aire como vencedor.
Pero en El Carajillo Alegre estamos muy contentos por este primer podium de nuestro presidente honorífico y, sobretodo, por el placer de ver a Carlicos Manero agujereando con el imperdible el bolsillo trasero del maillot para colocarse un dorsal de nuevo.