jueves, 24 de julio de 2008

Entrevista a "Tajadín"

El Carajillo Alegre, emulando a medios de reconocido prestigio, se estrena en el género de las entrevistas con un ciclista mítico: José Luis Tajada, conocido cariñosamente, también, como “Tajadín”. De esta manera, intentaremos conocer más y mejor a algunos de los especimenes que nos encontramos en el mundillo de la bicicleta, o simplemente, alparcearemos un poco.

4 de Octubre de 1998. Campeonato Social de la Peña Los Conejos. En el trayecto entre San Mateo y Leciñena, se rompe la carrera y por delante del pelotón se quedan tres grupos, de no más de cinco corredores cada uno, separados por un puñado de segundos. El tercero de ellos está integrado por Manolo (R. Tajada), Javier Agustín (Veri), Felis (Veri), Millán (Piedra de Calatorao) y Tajada (R. Tajada). A la altura de Perdiguera se fusionan los dos primeros grupos y la caza del tercero se vuelve más dificultosa a medida que avanzan los kilómetros. Cuando todo parece perdido, a la altura del cementerio de Villamayor, un grito desgarrador rompe el espeso ambiente de aquella mañana lluviosa, abriéndose paso en nuestros tímpanos entumecidos por el dolor de la persecución: “¡Dejadme que me mueroooooooo!”. José Luis Tajada acaba de hacer su último alegato, se agarra fuertemente a la parte baja del manillar, se sitúa en cabeza del grupo, imprime todos los watios que su fatigada musculatura es capaz de desarrollar sobre los débiles pedales de su bicicleta y, lo que parecía imposible, se vuelve realidad a la altura de la gasolinera de Villamayor, apenas dos kilómetros después.
El Carajillo Alegre: ¿Qué sentiste o pensaste en ese momento?, ¿De dónde se saca ese último aliento para morirse encima de una bicicleta?.
José Luis Tajada: La verdad es que en esa carrera me daba mucha rabia que se nos hubiera marchado, ya que se fue tontamente y había que solucionarlo y echar el resto, también me jugaba el Campeonato Social con Javier Castañer que andaba por delante y el cual al final gané.

E.C.A.: Comenzaste, en cadetes y juveniles, con una bicicleta Zeus, color rojo. Pero fue al pasarte a Pinarello, un cuadro de acero blanco como el de Banesto, cuando protagonizaste una evolución espectacular que confirmaste con un elegante Pinarello París amarillo. Durante unos años, cambiaste la marca de Treviso por, la también italiana, De Rosa, coincidiendo con un cierto declinar en tu rendimiento deportivo. Recientemente has vuelto a confiar en Pinarello con un espectacular Prince rojo/negro/blanco. ¿Crees que esta vuelta a la marca que te acompañó en tus mayores éxitos, tendrá su reflejo en tus prestaciones y volveremos a ver al mejor Tajada?.
J.L.T.:
Bueno, te faltan datos: Empecé en infantiles con una Orbea Sierra Nevada de tubo fregadera. Entre el Zeus y el primer Pinarello tuve un Orbea con tubería Columbus SLX. Pinarello es Pinarello. Mis mejores momentos fueron con esta marca y vuelvo a ella, ahora bien, hay que tener los pies en el suelo y creo que es improbable que se vuelva a ver al mejor Tajada.

E.C.A.: ¿Cuál ha sido el momento que más grato recuerdo te ha dejado la actual temporada?
J.L.T.: La carrera de Corella

E.C.A.: ¿Porqué practicas el ciclismo?
J.L.T.:
Uff, lo llevo muy adentro.

E.C.A.: ¿Qué es lo más bonito que te ha dado el ciclismo?
J.L.T.: La sensación de plena libertad.

E.C.A.: ¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes sobre una bicicleta?
J.L.T.:
La primer carrera que gane.

E.C.A.: ¿Qué esperas todavía del ciclismo?
J.L.T.: La verdad es que muchas cosas, especialmente hacer actividades diferentes y pedalear en otros países.

E.C.A.: ¿Campagnolo, Shimano o SRAM?
J.L.T.: La pregunta ofende.
(Nota de E.C.A.: como buen ciclista de prestigio que se precie, jamás osará ningún componente formar parte de su bici que no sea Campagnolo).

E.C.A.: Un maillot.
J.L.T.: La Vie Claire.

E.C.A.: Una bicicleta.
J.L.T.: Pinarello Prince con Campagnolo Super Record 11

E.C.A.: ¿Tienes alguna manía o superstición a la hora de practicar tu deporte favorito?
J.L.T.:
Sí, cuando tocan el pito en la línea de salida, decir en voz alta que no os caigáis y tocar madera, ósea que me toco la cabeza.

E.C.A.: ¿Dónde no te encontraremos nunca con tu bicicleta?
J.L.T.: De momento, en la Quebrantahuesos.

E.C.A.: ¿Qué no falta nunca en el bolsillo de tu maillot?

J.L.T.: Una cámara.

E.C.A.: ¿De qué equipo o club guardas mejor recuerdo a lo largo de tu vida ciclista?
J.L.T.: Del primero de infantiles: el Casa y Confort del C.C. Iberia.

E.C.A.: ¿Es para ti el ciclismo una forma de vida o, simplemente, algo para llenar los momentos de ocio?
J.L.T.: Una forma de vida, aunque reconozco que soy un poco pecador.

E.C.A.: A lo largo de tu trayectoria ciclista, siempre te has inclinado por la competición, con mayor o menor éxito y dedicación. Cuéntanos como has vivido todas las categorías por las que has pasado y tu particular visión de las mismas.
J.L.T.: Realmente hasta Elite no “vi carrera” y fue mi época más bonita y la verdad es que se caminaba deprisa. Ya en Master, cuando debute en la categoría, se corría en un plan más “familiar”, en mi retorno después de 4-5 años sí que he notado un cambio sustancial, realmente no se anda más, es decir los “súper” siguen estando delante, el cambio fundamental es que la media del pelotón que ha subido notablemente.

E.C.A.: Desde tus orígenes has tenido una compulsiva atracción por llenar tus bicicletas y demás componentes ciclistas, con multitud de pegatinas de los más variados colores y formas. No en vano, fuiste el primer ciclista que incluiste publicidad en la suela de las zapatillas, protagonizando así un hito en la historia del marketing y del ciclismo. ¿Esta enfermiza adicción es debida a un trauma infantil derivado de la negativa de tus padres a comprarte álbumes de cromos?
J.L.T.:
No es un trauma, creo, lo que ocurre creo que es una mezcla de afición por el ciclismo (dependiente de la publicidad) con mi profesión de Comercial y, además, apasionado del Marketing Deportivo.

E.C.A.: ¿Qué método de depilación utilizas y hasta dónde llegas?
J.L.T.: Cuchilla. Estuve un año con la cera, pero tire la toalla y, por cierto, llego hasta la ingle.

E.C.A.: ¿Quién es o ha sido tu ídolo ciclista?
J.L.T.: Bernard Hinault, Sean Kelly y Miguel Indurain.

E.C.A.: ¿Qué ruta, competición o marcha te gustaría realizar?
J.L.T.:
El Mundial de Austria.

E.C.A.: Un lugar y un recorrido para entrenar.
J.L.T.:
Soria.

E.C.A.: De los ciclistas que conoces personalmente, ¿admiras a alguno por algo en especial?
J.L.T.: Sí, la constancia de dos ilustres como Gerardo Pérez y Javier Ruiz. Puedo no estar de acuerdo con sus sistemas de entrenamiento, pero tengo que reconocer y quitarme el sombrero ante su dedicación por nuestro deporte.

E.C.A.: ¿Qué significado le das aEnjoy Cycling”?
J.L.T.: Cycling forever.

E.C.A.: ¿Cómo te defines como ciclista?
J.L.T.: Potente, pero no rápido. Siempre se me ha clasificado como sprinter, pero no es cierto, la verdad es que arrancando soy más lento que el caballo del malo. Cuesta arriba mejor ni te lo cuento.

E.C.A.: Una muy fácil, ¿Cerveza o Isostar?
J.L.T.: Je, Je, Je, Isostar de toda la vida (puag!!! qué asco).

E.C.A.: ¿Te gusta guardar maillots de los equipos o clubes en los que has estado?
J.L.T.: Sí, además creo que tengo de casi todos.

E.C.A.: ¿Guardas alguno de los míticos maillots de La Panificadora LUISA?
J.L.T.: Por supuesto.

E.C.A.: ¿Y las no menos míticas gafas Oakley?
J.L.T.: También las tengo.

E.C.A.: ¿Tienes algún tesoro ciclista guardado, al que le tengas especial cariño?
J.L.T.: Pues la verdad es que no. Guardo muchas cosas, pero no tengo una que destaque.

E.C.A.: Durante una etapa de tu vida, alcanzaste un gran nivel deportivo que requería de una dedicación y entrenamiento que tu trabajo no te permitía. Es por ello que fuiste un incondicional usuario del rodillo. Dice la leyenda que te motivabas con una imagen que te ponías enfrente, durante tus interminables sesiones en ese potro de tortura ciclista. ¿Puedes describirnos en qué consistía ese tótem estimulador?
J.L.T.:
Es cierto y aún la conservo. Es una cara de un lobo agresivo con la leyenda “os voy a dejar a todos de rueda pandilla de globeros” y funcionó.

E.C.A.: ¿Cuál es la ocasión que más has sufrido sobre la bici?
J.L.T.: Posiblemente en esta última Jacetania, en el último puerto de tierra, sólo me faltó llorar. Desde el puerto anterior, llevaba enganchado el nervio ciático y no podía pedalear, ufff, las pase muy put….

E.C.A.: ¿Tu puerto favorito?, si lo hay.
J.L.T.: Por supuesto, los puertos llanos.

E.C.A.: Vacaciones ¿con o sin bici?
J.L.T.: Con bici, aunque sea para ir a la terracita más cercana a tomar unas jarras.

E.C.A.: Unas vacaciones con bici.
J.L.T.: New York y disputar una carrera en Central Park.

E.C.A.: ¿Consideras que has cumplido todos tus sueños como ciclista?
J.L.T.: No.

E.C.A.: Descríbenos cuál sería tu almuerzo ciclista ideal.
J.L.T.: Ostras y Champagne Napoleón.

E.C.A.: Si salimos a entrenar contigo, ¿hay parada para la Coca-Cola/café o lo hacemos del tirón?
J.L.T.:
Del tirón y cervezones al llegar.

E.C.A.: Para finalizar, como reconocido experto en la materia, ¿cuál es el mejor vino para un ciclista?
J.L.T.: Champagne Napoleón, Bohórquez y Pagos Altos.

Muchas gracias, José Luis.