En el deporte en general y en el ciclismo en particular, no siempre la lógica se ve reflejada en las clasificaciones. La tiranía de los mejores es burlada en ocasiones por caprichosas conjunciones de circunstancias que hacen que lo inesperado alcance cuotas épicas. Es por ello, que a alguno nos seduzca tanto el mundillo de la competición.
No obstante, cuando lo previsible se materializa, no es óbice para reconocer los méritos de quien consigue una gesta como la que el pasado sábado protagonizó nuestro compañero Javier Ruiz. Era obvio que partía de la línea de salida del Campeonato de España de Master-50 como el máximo favorito. Esta condición no se la imponíamos por nuestra simpatía hacia él. Su trayectoria en los dos últimos años y su excepcional momento de forma, demostrado el pasado fin de semana en Funes y Campeonato de Aragón, le avalaban de cara a la cita más importante del año. Javier Ruiz no defraudó y ganó a lo grande, atacando de salida.
No obstante, cuando lo previsible se materializa, no es óbice para reconocer los méritos de quien consigue una gesta como la que el pasado sábado protagonizó nuestro compañero Javier Ruiz. Era obvio que partía de la línea de salida del Campeonato de España de Master-50 como el máximo favorito. Esta condición no se la imponíamos por nuestra simpatía hacia él. Su trayectoria en los dos últimos años y su excepcional momento de forma, demostrado el pasado fin de semana en Funes y Campeonato de Aragón, le avalaban de cara a la cita más importante del año. Javier Ruiz no defraudó y ganó a lo grande, atacando de salida.
Para el que esto escribe, esta gesta aumenta más, si cabe, la admiración que siempre ha tenido hacia este ciclista. No en vano, Javier Ruiz fue uno de los referentes para toda una generación de imberbes ciclistas que mitigábamos nuestros complejos propios de la pubertad con la práctica del deporte de la bicicleta. Testigos directos de su paso a profesionales con Colchón CR, tras su mítica victoria en la Vuelta a Lérida, allá por el 1986. Años más tarde, tuve el inmenso honor de compartir equipo con él en Distribuciones Labarta y, posteriormente, en Bicicletas Esteve, lo que sin duda me enriqueció como deportista.
¡Felicidades Javier!