El pasado fin de semana tuvo lugar la ineludible cita ciclista con la “cuatribarrada”. Esa enseña heráldica que hace unos mil años el Rey de Aragón tuvo a bien adoptar como símbolo identificativo, por mor de su condición de vasallo del Papa de Roma que solía distinguir sus documentos con unas cintas rojas y amarillas. Años después, casi todo el Mediterráneo ornaba sus estandartes con el símbolo real aragonés… pero eso es otra historia. Que lo que aquí hemos venido es a hablar de los maillots ciclistas ornamentados con las cuatro barras de gules sobre oro, eso sí, que distinguen durante un año a los campeones de Aragón de las diferentes categorías de ciclismo en ruta. Unos maillots que merced a la iniciativa de los nuevos gestores de la Federación Aragonesa de Ciclismo, lucen un diseño digno de la distinción para la que están destinados. Por fortuna, parece que han quedado atrás aquellos diseños “vanguardistas” que, amén de las subjetivas preferencias estilísticas de cada uno, poco o nada recordaban a un maillot de Campeón de Aragón. Hecho este inciso “globero” y aprovechando la mención hecha a la institución que rige los designios del ciclismo aragonés, a la sazón la Federación, es justo que destaquemos algún comentario que nos ha llegado a la redacción de El Carajillo Alegre procedente de técnicos de diferentes categorías haciendo referencia a la celebrada presencia del presidente federativo en todas las pruebas del Campeonato, durante todo el fin de semana. Parece ser que algo aparentemente tan obvio, no era común con los anteriores gestores. Esto, no cabe duda, da una sensación de cercanía de la Federación a los ciclistas, los verdaderos protagonistas de todo este asunto, máxime sabiendo que en esta nueva etapa los medios y oropeles no son tan abundantes como en la anterior y las bandas de las tarjetas de crédito ya no generan campos magnéticos. Por ello, desde este humilde medio, agradecemos el esfuerzo de la Federación y les animamos en su trabajo a favor de nuestro deporte favorito.
En lo que a las bicicletas se refiere, daremos cuenta de la presencia carajillil en tan magno evento que inauguró Jorge Millas “el Maño” en la jornada vespertina del sábado con ocasión de la prueba reina, la reservada a los élites y sub-23. No estuvo muy atento nuestro amigo a las primeras evoluciones de carrera y, permítanme la expresión, “se le fue el carro de salida”. Reza un axioma ciclista que “si no tiras por delante, te toca tirar por detrás” y a fe que Jorge se lo aplicó. Tomó las riendas de la persecución, pero el esfuerzo fue en vano dado que el entendimiento y las fuerzas del sexteto de cabeza fue determinante en el resultado de la carrera. Jorge llegó a meta en el grupo más numeroso en la décimo cuarta posición. Por delante, Just (Caja Rural) y Bergua (Peña Guara) o, lo que es lo mismo, “Tuko” y “Berry” se adueñaron de los maillots de Campeón de Aragón sub-23 y élite respectivamente.
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El domingo por la mañana tuvo lugar la prueba reservada a los máster y, como no podía ser de otra manera, allí se dio cita el “núcleo duro” de El Carajillo Alegre con la sensible ausencia de Rubén “Carajillín” Horna que prefirió trabajar a defender sus opciones en una carrera a la que siempre llega en un excelente estado de forma. Este año, además, se daba la circunstancia de que desde las más altas instancias carajilliles se le iba a permitir hacer valer sus propias opciones, ajenas a labores de escolta. Una pena. No obstante, ahí estaban para defender el pabellón carajillil el resto de “maduricos” a los que la suerte les deparó dispar destino. Dani sufrió problemas musculares que le impidieron finalizar la prueba, pese a que llegaba en un estado físico prometedor, luego de su actuación en “Pinares de Zuera”, Gerardo no pudo hacer valer su condición de favorito en la categoría Máster-50 al sufrir más de lo aconsejable en la subida a San Esteban, al igual que Ruben Juan “Lenguagato” que pese a ese momento puntual en la misma dificultad orográfica, se encontró con buenas sensaciones en carrera. Carlicos “Bombardero” Ortigosa se llevó el imaginario premio a la combatividad, como es habitual en él, luchando durante todo el recorrido de la prueba hasta la extenuación. Un recorrido, dicho sea de paso, que podría ser catalogado como el paradigma de lo que se da en llamar “pestoso” y que resultó ser realmente duro. Al final, Felis perpetuó la tendencia que está dándose este año en la capital del Zinca Medio, Monzón, donde están ganando “promesas” de cuarenta añicos. Si hace unas semanas se imponía Madrigal (máster-40 del C.C. Begues) en la citada localidad, en esta ocasión, los dos primeros ya no soplan menos de cuarenta velas en la tarta de cumpleaños. Gracias al apoyo de sus amigos de fatigas ciclistas, Felis subió al podio a vestirse con el maillot de Campeón de Aragón. Roberto en senior, David en máster-30, Javier en máster-50, Manuel en máster-60 y Lilian en féminas recibieron el resto de maillots.
