miércoles, 8 de mayo de 2013

XXIII "Pinares de Zuera"

Podio XXIII "Pinares de Zuera": Felis, Manu y Jesús.

Mientras los “vueltómanos” rentabilizaban su preparación y aptitudes en las vueltas que han acontecido durante este pasado fin de semana (léase Giro, Aragón o Gandía), los “clasicómanos” han saciado su afán competitivo en citas más acordes a sus cualidades. “Rompepiernas” el sábado y “Pinares de Zuera” el domingo compusieron el menú de aquellos que no gustan de estar todo el fin de semana viendo coulottes, chandals, ciclistas, bicicletas,… Por lo que a El Carajillo Alegre respecta, salvo la testimonial presencia sabatina de Cera y Toño en las Cinco Villas, el domingo tenía lugar una de las citas ineludibles de la temporada ciclista: La “Pinares de Zuera”. Una prueba que pese a sus cambios de recorrido y de lugar de llegada, siempre ha concitado el interés de la carajillada, máxime desde que Rubén “Lenguagato” forma parte de esta sacrosanta hermandad bicicletera. De todos es sabido que el insigne carajillo vive en Zuera, pese a que es natural de la localidad vecina de San Mateo. Y también es célebre la legendaria rivalidad entre ambos pueblos (extremo éste común en muchas otras poblaciones que salpican nuestra geografía). Por ello, es lógico deducir el interés de Rubén por protagonizar un buen papel en esta prueba y qué mejor que contar con el “núcleo duro” de El Carajillo Alegre para lograr tal empresa.


Vigésimo tercera edición, a un paso de las bodas de plata, de esta prueba ciclista que se celebra por las carreteras aledañas a la localidad zaragozana de Zuera y que tiene en el puerto de Sierra de Luna un hito común a todas las ediciones. Dado el estado de determinados tramos de carretera, hace ya un par de años que se ha variado el recorrido evitando el paso por el puerto de San Esteban. En esta ocasión, la novedad en el trazado radicaba en el sentido del mismo: al contrario que el del año anterior. Decíamos que Rubén Juan, más conocido en los mentideros carajilliles como “Lenguagato”, partía como el líder de El Carajillo Alegre para esta edición. Algunas dudas se cernían sobre su estado de forma, habida cuenta de su convalecencia por las lesiones y enfermedades sufridas en las últimas semanas, mas su ilusión y motivación iban a suplir posibles carencias físicas. Y a fe que cumplió con la vitola de jefe de filas, pues estuvo en todo momento atento a las evoluciones de la carrera y presente en todos los puntos clave de la misma. Pasado los primeros cien kilómetros, luego de múltiples intentos por romper la unidad del pelotón principal, se produce una selección coincidiendo con la zona de mayor dificultad orográfica, aneja al alto de Sierra de Luna. De la docena de ciclistas destacados, cinco están al servicio del “gran patrón” Rubén. Sin embargo, las diferencias son exiguas y lo que queda de pelotón, merced a lo favorable del terreno que resta hasta meta, rueda a gran velocidad en pos de los fugados. A medida que éstos de acercan a Zuera, las opciones de que la escapada llegue a buen fin se diluyen y la táctica favorable a Rubén también. Éste lo intenta en varias ocasiones, dentro de la sucesión de ataques que tiene lugar en los últimos kilómetros, hasta que en uno de ellos Manu Redondo (Ciria-C.C. Boscos de Monzón) y Felis consiguen distanciarse definitivamente, poco antes de que el grupo principal de caza al resto de fugados. La colaboración entre ambos es perfecta y se disputan el primer puesto en la meta zufariense. Por detrás, Jesús Lozano consigue subir al podio por segundo año consecutivo al imponerse al sprint del mermado pelotón, escoltado por Gerardo (1º M-50), Carlicos (3º M-30) y Rubén “Carajillín” que de esta manera consiguen para Beton-G Sport la victoria por equipos. Rubén “Lenguagato”, disipadas sus opciones de victoria, se dejaría llevar en los últimos metros, absteniéndose de disputar las plazas de honor.
 
Clasificación por equipos: Beton-G Sport, Monegrosman-Ciclos Tour y Ciria-C.C. Boscos de Monzón.
En esto del ciclismo los hay que corren por la gloria, por la fama, por dinero, por un trofeo o “chapa”, por un ramo de flores, … El pasado domingo, en lo que a todos los simpatizantes, apegados, adláteres o “abrazafarolas” de El Carajillo Alegre se refiere, rubricamos una vez más que nuestra única ambición en esto de la bici es pasárnoslo bien y disfrutar con los amigos, independientemente del color del maillot, e incluso porfiando por que uno de los nuestros pueda intentar cumplir su ilusión de levantar los brazos delante de sus vecinos y familiares, como era el caso el pasado domingo. No pudo ser, pero el objetivo lo cumplimos y a tal efecto los celebramos entre cervezas y risas tras bajarnos de las bicis. El que no estaba para muchas celebraciones fue Rubén “Carajillín”. Últimamente, el de Montañana tiene una agenda social más apretada que los tornillos de un submarino y no le queda más remedio que hacer encaje de bolillos para compatibilizar sus obligaciones deportivas con aquellas más mundanas. No obstante, hizo de tripas corazón y, en un alarde de clase y pundonor, se presentó en la línea de salida con la intención de ayudar a Rubén “Lenguagato”. El día anterior, tuvo también una destacada actuación en la VII Feria de los Vinos de Aragón que se celebraba en Montañana, cuyos nobles caldos y maridajes le provocaron no pocos gases que en carrera tuvo a bien expeler acompañados de sonoros eructos ad náuseam.

Premio al mejor equipo.