De todos los pueblos de la Guarguera, Nocito es el que cae más a desmano, el más cercano a Guara y el más alejado de la carretera, pero uno de los pocos que aguantan sin vaciarse del todo. Es cierto que ya no es lo que fue cuando contaba treinta y dos casas entre los barrios de San Juan y San Pedro.
Un día, con tiempo, acérquense a Nocito, porque allí el tiempo se detiene. Disfrutarán de la paz que debe al frío y al difícil acceso que comunica al pueblo con el resto del mundo. Busquen entre las casas y encontrarán a sus gentes, a las que llaman “caragoleros” (“caracoleros”). Dicen que tienen buena leña, buen jamón, mejor vino y todavía mejor conversación. Lo cual, recuerda a los cuatro tesoros que demandaba nuestro rey Pedro IV de Aragón para su vejez:
Viejos libros para leer
Leña vieja para quemar
Vino viejo para beber
Viejos amigos para charlar
Entre trago y trago, seguro que les hablarán de San Urbez que tiene muy cerca el santuario. Les contarán la batalla que hubo “hace siglos” en el paco Castelar … Y, por supuesto, también saldrá a relucir el nombre de Gaitano, de casa el Sordo, que es el héroe, matón y pícaro del pueblo.
Nocito. Felis, Rubén "Carajillín" , Gerardo "Museeuw" y Sebas escoltados por la imponente presencia de Guara.