viernes, 17 de octubre de 2014

XXXVIII Trofeo Virgen de la Peña de Calatayud


La trigésimo octava edición del  Trofeo Virgen de la Peña puso punto final a la Copa Aragón Máster. Este año las fecha fue un poco más tardía que en temporadas anteriores, pero este detalle no le quitó dureza a esta prueba que antaño estaba reservada a los más mayores, al pertenecer a la Copa España de Veteranos.  Al contrario que en certámenes anteriores, en esta ocasión ningún carajillo se jugaba algún puesto relevante en la clasificación general de la Copa Máster Aragonesa. No obstante, ello no fue óbice para que la carajillada presente se emplease a fondo y muestra de ello es que hasta tres carajillos ocuparan plaza en el top-ten.

Carlicos fue el más destacado al entrar en la escapada buena del día logrando la sexta plaza absoluta y la tercera en la clasificación Máster-30. Incluso Manu sacó a relucir sus dotes de consumado rodador, burlando la disciplina del pelotón en los últimos kilómetros y llegando a meta con dos segundos de ventaja respecto al selecto grupo prinicpal. Sin embargo, el que experimentó las mejores sensaciones fue el afamado Rubén “Carajillín” que fue la envidia de todos por su fácil y suave pedalear en un momento determinado de la prueba. Protagonizó esa incomparable sensación que en el argot ciclista se denomina “ir sin cadena”. Lo malo de tal circunstancia es que una vez que cesa la inercia de la bicicleta, lo más conveniente es bajarse de la misma, recoger la cadena del suelo y acordarse de la familia más directa de aquel que tuvo a bien apretar el eslabón de dispositivo de transmisión de la montura en cuestión. Si, como es el caso que nos ocupa, el que montó la cadena y el que la rompe es la misma persona, no queda más remedio que resignarse.

Fotos: J.M. Carrillo. Tenemos alguna foto más y con mayor resolución en el perfil de Facebook de El Carajillo Alegre (link fotos Calatayud).