Podio Master-30 de la XX Ruta del Somontano formado por Felis, Luis Mellado y Rubén "Carajillín" (primer cheposo clasificado).
El Somontano es tierra de buenos vinos. Afamados caldos, fruto de prolíficas viñas que cubren extensas zonas aledañas a la capital del Vero. Dice Rubén “Carajillín” que cuando un vino es bueno, si se le echa gaseosa, sabe mejor. No permitiremos, desde El Carajillo Alegre, que nadie cuestione la sapiencia enológica de nuestro presidente vitalicio, ni daremos pie a ponerla en duda, vive Dios, mas con la intención de hallar buen vino fuimos a tierras barbastrenses.
Mañana calurosa en Barbastro, tocada con un plomizo cielo que amenazaba alguna que otra tronada montañesa. El recorrido de esta clásica altoaragonesa que cumplía su vigésimo aniversario, discurría en un entorno precioso por la Sierra de Guara. Y en ciclismo, ya se sabe, lo hermoso, cuando del recorrido se trata, es sinónimo de dureza. El Carajillo Alagre no quiso dejar pasar la oportunidad de hacerse con una botellita de vino D.O. Somontano … y de paso, andar un ratico en bici por las carreteras cercanas al Barranqué.
Por lo que a la bici se refiere, pues del tema vinícola no procede extenderse más en esta ocasión, diremos que casi doscientos ciclistas se dieron cita en esta prueba que constaba de un recorrido largo competitivo de 112 kilómetros y otro más corto, ajeno a cualquier disputa deportiva, de algo más de medio centenar de kilómetros. La ruta reina discurría por un trazado rompepiernas, ornamentado con cuatro puertos o collados: San Caprasio, Eripol, El Pino y Salinas.
La prueba contó, desde un principio, con el control de los Barlowold del Barranqué, osea, los Citroen-Cosalvi del C.C. Barbastro, anfitrión de la misma. Y así, impidieron cualquier movimiento en cabeza en el que no hubiera representación suya. Luis Paules tiene motivos más que suficientes para invitar a merendar a sus compañeros de equipo, pues gracias al citado control y a su esfuerzo personal, logró pasar destacado por el Collado de San Caprasio y llevarse un jamón como premio. A continuación, una vez cazado el flamante dueño del pernil, los intentos de fuga se sucedieron sin continuidad, hasta que prosperó el protagonizado por Dani Arnal y el carajillo Felis cuando se llevaban menos de cincuenta kilómetros de carrera. Desde el primer momento aunaron fuerzas e intereses en pos de hacer buena la fuga. Como bien sabrán aquellos lectores fieles a nuestro blog, estos dos ya se han visto de esta guisa en más de una ocasión esta temporada. Por detrás, Adrián Barceló intentó la caza, mas Luis Mellado y Rubén “Carajillín” salieron prestos a su rueda en defensa de los intereses de sus compañeros destacados.
Mañana calurosa en Barbastro, tocada con un plomizo cielo que amenazaba alguna que otra tronada montañesa. El recorrido de esta clásica altoaragonesa que cumplía su vigésimo aniversario, discurría en un entorno precioso por la Sierra de Guara. Y en ciclismo, ya se sabe, lo hermoso, cuando del recorrido se trata, es sinónimo de dureza. El Carajillo Alagre no quiso dejar pasar la oportunidad de hacerse con una botellita de vino D.O. Somontano … y de paso, andar un ratico en bici por las carreteras cercanas al Barranqué.
Por lo que a la bici se refiere, pues del tema vinícola no procede extenderse más en esta ocasión, diremos que casi doscientos ciclistas se dieron cita en esta prueba que constaba de un recorrido largo competitivo de 112 kilómetros y otro más corto, ajeno a cualquier disputa deportiva, de algo más de medio centenar de kilómetros. La ruta reina discurría por un trazado rompepiernas, ornamentado con cuatro puertos o collados: San Caprasio, Eripol, El Pino y Salinas.
La prueba contó, desde un principio, con el control de los Barlowold del Barranqué, osea, los Citroen-Cosalvi del C.C. Barbastro, anfitrión de la misma. Y así, impidieron cualquier movimiento en cabeza en el que no hubiera representación suya. Luis Paules tiene motivos más que suficientes para invitar a merendar a sus compañeros de equipo, pues gracias al citado control y a su esfuerzo personal, logró pasar destacado por el Collado de San Caprasio y llevarse un jamón como premio. A continuación, una vez cazado el flamante dueño del pernil, los intentos de fuga se sucedieron sin continuidad, hasta que prosperó el protagonizado por Dani Arnal y el carajillo Felis cuando se llevaban menos de cincuenta kilómetros de carrera. Desde el primer momento aunaron fuerzas e intereses en pos de hacer buena la fuga. Como bien sabrán aquellos lectores fieles a nuestro blog, estos dos ya se han visto de esta guisa en más de una ocasión esta temporada. Por detrás, Adrián Barceló intentó la caza, mas Luis Mellado y Rubén “Carajillín” salieron prestos a su rueda en defensa de los intereses de sus compañeros destacados.
Imagen de los escapados tras pasar el Collado de Eripol.
Finalmente, Dani y Felis llegaron destacados a las calles de Barbastro por ese orden, tras una nada despreciable “chucha”, “tostada”, “paliza”, … o como ustedes prefieran denominar, por delante de un quinteto donde viajaba Rubén “Carajillín” que realizó una impresionante carrera, evidenciando el dulce golpe de pedal que ya viene demostrando en las últimas citas.