Este fin de semana comienza el evento ciclista más importante del año, con permiso de la Quebrantahuesos. El Tour de Francia nos hará pegarnos a la tele durante casi todo el mes de Julio. Los mejores ciclistas del mundo, salvo alguna excepción, se dan cita en esta prueba en su mejor momento de forma de toda la temporada. O al menos, esa es su intención. Para ello, los caminos utilizados por cada profesional son variados y diversos. Desde los que pretenden afinar su puesta a punto con días de competición que les otorguen kilómetros de calidad, hasta los que prefieren entrenamientos específicos con los que elevar su rendimiento sin el desgaste de las carreras, pasando por los que combinan ambas opciones. A finales de mes, la clasificación general de la ronda gala desvelará cuál de todas esas opciones es la ideal para lograr el objetivo deseado.
Sin embargo, nadie repara en otra opción para llegar en un momento dulce a la salida de La Grande Boucle: un entrenamiento específico con El Carajillo Alegre. Sí señores, esa es la alternativa elegida por la promesa del ciclismo colombiano, con permiso de los hermanos Tamayo, Rigoberto Urán. La joya del Caisse d’Epargne ha disfrutado de un fin de semana entrenando con la grupeta de El Carajillo Alegre por carreteras zaragozanas. Bueno, realmente los que hemos disfrutado de su compañía y simpatía hemos sido nosotros. De esta manera, todos los carajillos ya tenemos a nuestro participante favorito en el próximo Tour. Del que estaremos pendientes de sus evoluciones y no descartamos acercarnos a animarle en alguna etapa pirenaica. Aunque él ya nos ha dicho que prefiere que le demos algún empujoncico en el puerto, en lugar las manidas pintadas o pancartas.
La Coca-Cola que no falte. Cuando hay que entrenar se entrena, pero cuando hay que parar se para.
En la puerta del bar de Muel. Diego Tamayo hizo de anfitrión para su compatriota Rigoberto Urán.
Al final del entrenamiento nos encontramos con Javier y aprovechamos para hacernos la foto de despedida.