La bicicleta y el casco de Armstrong, denotan bien a las claras que su estatus es diferente al resto de compañeros de equipo. Cuando finaliza la etapa de turno, se entretiene contando la batallita a un primer ministro o autoridad competente en su defecto, quienes escuchan, absortos, las hazañas del tejano, mientras le regalan su brazo por encima del hombro. Pese a que asegura que ha estado estos años sabáticos sentado en el sofá y bebiendo cervezas, lo cierto es que se le ve fino. Bueno, mejor dicho, como dijo en una entrevista el hoy denostado “Triki” Beltrán, en sus tiempos como corredor del “Yuspostal-Berrifló”, tras una etapa de la Ruta del Sol en la que perdió hasta el carné de identidad: “No es lo mismo estar delgao que estar fino”. Pues eso.
La otra imagen que me ha hecho gracia durante esta semana es la de Fernando Alonso, sobre su flamante Colnago, rodando a la par de Carlos Sastre. Estoy seguro de que si el asturiano se lo propusiera, no tendría problema alguno en engrosar las filas de algún equipo profesional español. Ya hemos visto como el triatleta Iván Raña se ha hecho un hueco en las filas del Xacobeo-Galicia. Que me perdone mi colega de Luesia, pero yo creo que para aprobar la licenciatura de ciclista, se debe estudiar en la Facultad Amateur ... de Ciclismo y hacer méritos en ella. Pero también entiendo que el ciclismo profesional es publicidad pura y dura. Seguro que el campeón del mundo gallego atrae la atención de muchos más medios de comunicación que cualquier otro neoprofesional. Sólo por eso habrá justificado su fichaje.
El ciclismo de nómina es publicidad. Por eso, no les negaré que todavía le estoy dando vueltas a la cabeza para adivinar los motivos por los que ha vuelto a competir en profesionales Lance Armstrong. Los motivos reales, se entiende. El simple anuncio de su regreso ha atraído a infinidad de medios de comunicación y su debut ha fijado sobre él la mirada de millones de ojos de los que ni el mismísimo Tour de Francia se puede permitir el lujo de prescindir. Este año su equipo, Astaná, tomara parte en la carrera ciclista más importante del universo. El año pasado, con un tal Alberto Contador en sus filas, no les dejaron participar. Yes we can!.