En estos tiempos de globalización y mestizaje, es común entre los ciclistas mezclarse con grupetas ajenas a su habitat natural. Es por ello, que desde El Carajillo Alegre consideramos indispensable la publicación de un curso sobre vocablos y expresiones propias de la zona en la que nos movemos, léase Aragón, para que todos aquellos bicicleteros que tengan a bien rodar en grupetas aragonesas comprendan y entiendan aquellas expresiones propias de nuestra tierra y, de esta manera, resulte más fácil la integración.
Lección 1. "Ya mecogerís".
Escenario. La grupeta lleva una marcheta rápida. En cabeza se suceden los relevos, alguno de los cuales, no se sabe muy bien si es un relevo fuerte o un demarraje flojo. Se da la curiosa, y no por ello menos habitual, circunstancia de que a cola, en la denominada "oficina", habitan los mismos especímenes durante todo el trayecto recorrido. Su habitat natural es ese y, además, hacen gala de una desarrollada capacidad para el mimetismo que les hace invisibles al resto del grupo.
De repente, entre los individuos que ostentan el dudoso honor de encabezar alternativamente la marcha, mediante lo que se da en llamar relevos, uno de ellos sufre un pinchazo. Para el caso que nos ocupa, es indistinto e irrelevante si el pinchazo tiene lugar en la rueda delantera o, por el contrario, en la trasera. Lo que sí que es reseñable es que todos aquellos que han marcado la velocidad del grupo o que han "tirado del carro", en un gesto de solidaridad bien entendida, paran para ayudar o, en su defecto, acompañar en el fastidioso trance de arreglar la citada avería al desafortunado compañero. Mas es en ese momento, cuando los anteriormente citados habitantes de las posiciones zagueras del rebaño bicicletero, acogiéndose a una lógica matemática que relaciona interesadamente velocidad y espacio, usan la expresión que hoy nos ocupa: "Ya mecogerís" (sing.) o "Ya noscogerís", cuando el interlocutor pretende representar a más de uno, en lo que viene siendo el plural. Cuando el ciclista aragonés emplea la misma, quiere hacer creer al resto de fauna ciclista que ha parado, que dado que él lleva una velocidad inferior a la del resto, los demás no tendrán dificultad alguna en volver a reintegrarlo a la disciplina de la grupeta, mientras él ha podido disfrutar de unos kilómetros ajeno a los agobios de la velocidad impuesta, disfrutando de la ventaja adquirida por no parar. Nada más lejos de la realidad, pues si los emisores del "Ya mecogerís" son más de uno, es común verlos hacer, ahora sí, una rueda de relevos con el fin de que el resto de acompañantes les echen mano lo más tarde posible o incluso no verles el pelo hasta el lugar de destino, dependiendo de la distancia al mismo.
Origen etimológico. Todo hace indicar que la falsa expresión desiderativa "Ya mecogerís" proviene de la homónima castellana "Ya me cogeréis". Pero observen como el sentido de ambas en sustancialmente diferente, pues mientras la segunda indica un deseo de volver a gozar de la compañía de a quien va dirigida, la primera alberga la intrínseca esperanza de todo lo contrario e, incluso, se arengan con alguna otra expresión aragonesa del índole de "Alaamañooooo....!!!", pero ésta será motivo de otra lección.