martes, 29 de noviembre de 2011

Carlicos gana en Montearagón


Después de cumplir con el precepto carajillil sabático y “chuparse” sus cuatro horicas para "soltar piernas" de cara al compromiso del día ulterior, el carajillo Carlos (para los de fuera más conocido como Carlos Ortigosa) se impuso en la VIII CronoSubida al Castillo de Montearagón de montamblás el pasado domingo.

De todos es sabido que Carlicos es un virtuoso del tractor (Nota de E.C.A.: "tractor": en dialecto carajillil, dícese del artefacto que vágamente recuerda a una bicicleta, tocado con ruedas gordas, apropiado para ir por terrenos ajenos al asfalto y que sirve, mayormente, para ensuciarse), lo cual le facilitó imponerse con una renta cercana al minuto a sus más directos rivales, Antonio Urbano y Sergio Ramón. Cuarenta minutos y cuarenta y ocho segundos tardó nuestro amigo en cumplimentar los casi quince kilómetros de recorrido, en una mañana donde la climatología no le ayudó en absoluto.

Después de este triunfo, Carlos ya sabe que su próximo compromiso pasa por invitar a todos los carajillos para celebrarlo.



Foto: Peña Guara.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Los tiempos de "El Tejón"

Eran otros tiempos. No cabe duda. Tiempos en los que existía un ciclismo donde lo realmente importante era el ciclista. Apenas tenía importancia qué tipo de ruedas llevaba tal corredor, ni el casco, ni la bicicleta, ni el maillot, ni… lo importante era el ciclista. Quizá por ello, no existía la necesidad de inventar el pinganillo. El protagonista del espectáculo era el deportista. Tampoco las “vitaminas” eran como las de ahora, sino meros “bombazos” que apenas edulcoraban la realidad. De ahí que tuviese incuestionable vigencia aquel axioma que denunciaba que “de un cerdo nunca se puede hacer una caballo de carreras. En el mejor de los casos, conseguiremos un cochino veloz”. Hoy en día, convendrá conmigo el amable lector que no es inusual ver por las carreteras, con o sin dorsal, a algún fozín a mayor velocidad que muchos “pura sangre”.

Era pues aquella época dada a la creación de mitos, de héroes forjados en la épica de un deporte en el que por encima de todo estaba el ciclista. Y como quiera que en todo colectivo, por elitista que sea, emerge algún congénere que destaca por encima de los demás, se daba también una figura ciclista hoy extinguida: “el Patrón del Pelotón”. Acostumbraba a ejercer tal cargo, normalmente, un corredor que destacaba tanto por sus victorias, como por su personalidad. En ocasiones, las menos, se daba el caso de patrones que sólo lo hacían en una de las dos cualidades apuntadas. Uno de los últimos patrones, sino el último, del ciclismo mundial ha sido el francés Bernard Hinault. Cuyo carácter era tan incontestable como sus cualidades físicas para nuestro deporte favorito. Me abstendré de destinar estas líneas a ofrecer un panegírico del palmarés del ilustre bretón, sobradamente conocido por el entendido lector. Tan sólo les invito a compartir algunos momentos de su excelsa y dilatada carrera que permitan hacernos una somera idea de la impronta dejada por este campeón en la Historia del Ciclismo.



Tour de Francia 1980
La temporada 1980 difícilmente podía ir mejor para Bernard Hinault, con una épica victoria bajo la nieve en la Lieja-Bastogne-Lieja y su segundo triunfo consecutivo en el Giro de Italia. En el Tour de Francia, el “Tejón” ganó su primer prólogo en Frankfurt. La contrarreloj en el circuito de Spa-Francorchamps evidenciaba su dominio de nuevo y parecía que nadie podía entorpecer el camino hacía su tercer Tour consecutivo. Posteriormente, el frío y la lluvia de la quinta jornada, sobre los resbaladizos adoquines que conducen a Lille, no fueron impedimento para ganar aquella larga etapa de manera convincente. Pero, a consecuencia de todos esos duros esfuerzos, sobreviene el dolor. La lacerante punzada de una tendinitis en la parte posterior de su rodilla izquierda, desaconseja seguir al francés por riesgo a dañar de una manera irreversible su rodilla.


Se retiró, todavía vestido de amarillo, antes del inicio de la primera etapa de montaña de Luchon. Joop Zoetemelk heredó la túnica púrpura, pero se negó a llevarla por respeto. No obstante, el tenaz holandés no tardaría en hacerse por derecho propio con el liderato y, respaldado por la potente escuadra TI Raleigh, se adjudicó la victoria final.

La prensa francesa criticó a Hinault por abandonar aquel Tour de 1980. Ríos de tinta vituperaron su retirada. Aquello provocó de tal manera al iracundo bretón que no veía el momento de viajar al Campeonato del Mundo que aquel año se celebraba en Sallanches. Tenía algo que demostrar.






Mundial de Sallanches 1980
Antes del comienzo de la última vuelta, “Gibi" Giambattista Baronchelli era el único corredor que lograba mantener la compañía del tejón. El francés, con una abrumadora superioridad voló hacia la victoria. Encendido, espoleado por la crítica de los medios de comunicación franceses.

Tras acallar a la prensa gala con su demoledora prestación en uno de los más duros circuitos mundialistas al que se debían dar veinte vueltas, que incluía la ascensión a la dura Cota de Domancy, y que apenas pudieron terminar una quincena de corredores, Hinault explicó posteriormente su exhibición: “No tenía ninguna duda. Ha sido algo increíble. Tenía que hacerlo así. No creo que Michel Platini tiemble antes de patear el balón o Bjorn Brog reflexione mientras sube a la red en la pista de tenis. Ellos también son unos “killers””.




“El sueño se ha hecho realidad. Soy Campeón del mundo. Es el día más bonito de mi vida”.





Flecha Walona de 1983
En la primavera de 1983, Bernard Hinault ya se había hecho acreedor de un lugar en el Olimpo Ciclista. Cuatro Tours, tres Giros, una Vuelta, un Mundial, dos Lieja-Bastogne-Lieja, París-Roubaix, Lombardía, Amstel, tres Dauphiné… El bretón era capaz de imponerse a sus rivales en todos los terrenos: excelente escalador, formidable contrarrelojista (cinco G.P. de las Naciones lo avalan) y notable esprinter. Su leyenda no dejaba de acrecentarse y podía permitirse privilegios impensables en aquella época. En la Flecha Walona de aquel año, lució un maillot diferente al resto de sus compañeros del Renault. El “Tejón” iba enfundado en un maillot negro que quizá le confería un aspecto más letal y agresivo, mientras que el resto de sus compañeros, como Lemond y Madiot, portaban el tradicional maillot amarillo/negro/blanco de la firma automovilística francesa. Hinault se impuso, merced a su poderoso sprint, a un selecto grupo de elegidos. Posteriormente, extendería su dominio en tierras hispanas para imponerse por segunda vez en la Vuelta. Una victoria que le costaría muy cara. Su rodilla volvió a decir basta y se perdió las más grandes citas de ese año y el siguiente. Un duro paréntesis antes de volver para ganar otro Tour y otro Giro.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Visual Enjoy Cycling. Noviembre 11.

Es lógico suponer que cuando un profesional está compitiendo en una gran vuelta, está abstraído del resto del mundo y vive en una burbuja ajeno a todo aquello que no sea la carrera. Bernhard Eisel aprovecha la ascensión del Col d’Aubisque, durante la disputa de la décima sexta etapa del Tour de 2010, para ojear la prensa y enterarse de lo que acontece más allá del Planeta Ciclista… o ¿está buscando los pasatiempos?.




Making Off. Por supuesto, no pretendemos crear dudas sobre la profesionalidad del austriaco que estaba haciendo labores de gregario para su compañero Cavendish, como atestigua la foto, en exclusiva para El Carajillo Alegre, de Grajan Guasón.


De todos es sabido que el ciclismo inocula un virus que difícilmente puede ser combatido por medicina o remedio curativo alguno. Así pues, te puede dar un “apretón de bicicleta” en cualquier momento y es menester aliviarse en el servicio más cercano, como parece ser que es el caso del belga Iljo Keisse.


Hay aspectos relativos al estilismo encima de una bicicleta que son imperdonables, aunque provengan de un ciclista que ha ganado tres Campeonatos del Mundo de ruta. Oscar Freire entrenando por su tierra (Foto de Phil O’Connor, Procycling, Abril 2007, pág. 42), sobre una flamante Colnago Extreme Power… y ¿“eso” que lleva sujeto (y ¡cómo lo lleva sujeto!) a la barra de carbono de altísimo módulo de su bici?. Me perdonarán, pero en este punto ya no me queda motivación alguna para dilucidar qué demonios puede ser tal artefacto, ni lo apropiado del método de sujeción. Cedo a los amables lectores tan apasionante debate.



Un primer plano del O.C.N.I. (Objeto Colgante No Identificado).



¡Están locos estos duatletas!. Hablando de estilismo y atentados contra el material de alta gama, he aquí un claro ejemplo de cómo cargarse un casco “tope gama” con los maravillosos dorsales adhesivos que acostumbran a utilizarse en la disciplina que nos ocupa. De todos modos, la dejadez del sujeto de la imagen que hace alarde de dicha situación, tampoco tiene parangón.




Seguimos repasando conceptos básicos en lo que a estilismo ciclista se refiere. La prenda que se lleva debajo del chaleco nunca, repetimos, nunca debe sobresalir por debajo del mismo. El ínclito de la fotografía muestra un claro ejemplo de lo que NO se debe hacer bajo ningún concepto.



Un ciclista con estilo hace ostentación de ello incluso en los más nimios detalles. Observen la combinación de colores del móvil y la funda del mismo con el resto de la vestimenta del sujeto de la imagen. Es por detalles como éste, por lo que se reconoce fácilmente a un carajillo.



Pero sin duda, el referente claro en estilismo ciclista es, como en casi todo, el ciclismo italiano. Todo intento de aproximación al estilo de cualquier profesional transalpino es un garante de que estamos por el buen camino. Pero, ¿cómo saber si eres un verdadero “profesionista” italiano?:

- No dudas en agarrarte al coche de equipo.
- Tus ruedas cuestan más que el propio coche de equipo.
- Sólo llevas coulotte de color blanco.
- En verano: Mangas del maillot enrrolladas y cuello hacia dentro.
- Tus zapatillas y calcetines SIEMPRE son blancos.
- Tu bicicleta se llama CIPOLLINI.
- Y por último, pero no menos importante. La decoración tricolore de tus guantes, cascos, maillot, coulotte, bicicleta, gafas,… te recuerdan que eres el CAMPEON de ITALIA.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Cervélo Demo Day





Hace ya algún tiempo, leí una entrevista a Miguel Delibes, publicada el tres de noviembre de 2008 en El Periódico de Aragón, en la que el insigne escritor pucelano reflexionaba sobre la carestía de la vida y apostillaba con una frase que no pude evitar guardar en un baúl del desván de la memoria: “Antes hacían las monedas redondas para que rodaran, ahora el dinero es de papel para que vuele”. Huelga poner en antecedentes al amable lector sobre la situación económica que nos está tocando padecer y lo premeditado que se antoja cualquier desembolso en el capricho bicicletero de turno. El material ciclista no se caracteriza por ser excesivamente barato y el del más alto nivel requiere de un sensible esfuerzo económico. Dadas las circunstancias, a la hora de adquirir un nuevo complemento ciclista, las dudas sobre la adaptación e idoneidad del mismo a nuestras propias características aumentan tanto como lo hace el tamaño de la bolsa pecunial que debemos llevar a nuestra botiga ciclista favorita para adquirirlo.



Que una firma de cuadros del máximo nivel, como es Cervélo, permita probar al usuario ciclista sus flamantes cuadros de carretera S5 y R5 no es asunto baladí. Poder experimentar personalmente las sensaciones de dichos cuadros, acompañados de un material de altísima gama, permite despejar cualquier duda que pudiera albergarse a la hora de hacerse con unas joyas como estas. Alabike.com confía en Cervélo desde hace muchos años y apuesta por su calidad, basada en la tecnología desarrollada por los ingenieros de la marca canadiense, para acercar a sus clientes las novedades de su marca insignia organizando una Cervélo S5 Demo Day. El pasado doce de noviembre, algunos carajillos disfrutamos del privilegio de rodar con las nuevas “tope de gama” de Cervélo.



Comenzamos la jornada tomando medidas.





Presentación, a cargo de Cervélo, sobre las características aerodinámicas del material que íbamos a probar. Pese a lo interesante de la parte teórica, los asistentes mostraban su impaciencia por pasar a la práctica.



¡Anda que no estaba poco contentico Alberto con su Cervélo S5!.


Felis se quería llevar a casa la Cervélo R5, montada con SRAM Red, que le tocó.



¡Ma, que bicicletica más maja!. Rubén en plena inspección ocular del "pepino" que estaba a punto de probar.




Mezcla de Cervélo R5 y S5 a probar.




Preparados para salir. "Y tú, ¿qué ruedas llevas?... y tú, ¿qué grupo?".




Caras de alegría y satisfacción en la Grupeta Cervélo. José Miguel no siente ni el frío y va en manga corta.




Alberto y Rubén encantados con sus respectivas S5. Rubén tuvo la oportunidad de probar el Dura-Ace "electrógeno".




Gerardo con la versión más aerodinámica de Cervélo.




Las Cervélo son bicis muy rápidas. Lo cual, se agradece a la hora de reincorporarse a la grupeta, luego de parar para hacer nuestras necesidades.




Las Cervélo por el Campo de Borja.




Si no llevas Cervélo te quedas. No todas las bicis están a la altura de las Cervélo.




David no tiene ningún problema para adaptarse a la S5. No en vano, disfruta diariamente de una Soloist.




Pascual presto para atender cualquier imprevisto que pudiera darse.








Chuané alucinando con la R5. Según él, nunca había tenido nada igual entre las piernas.




Gerardo y Rubén exprimiendo las S5.




Inolvidable jornada la disfrutada por El Carajillo Alegre gracias a la gentileza de Alabike.com.






Fotos de El Carajillo Alegre realizadas por Eva.

jueves, 10 de noviembre de 2011

San Mateo. Ciclismo mítico a orillas del Gállego


¿Quién dijo que en estas semanas de transición entre una temporada y otra, no se puede aprovechar para conocer lugares con cierto sabor ciclista?. Enjoy Cycling, por medio de su filial Enjoy Cycling Events, les propone su producto “Enclaves con encanto ciclista”. Por un módico precio, les invitamos a que recorran con nosotros parajes que rezuman ciclismo por cualquiera de los rincones a los que nuestras bicicletas son capaces de acercarnos . En esta ocasión, permítannos que les presentemos: “San Mateo. Ciclismo mítico a orillas del Gállego”. Y nada mejor que conocer dicho lugar de la mano del mejor ciclista de San Mateo de todos los tiempos con permiso de Javierre y Gascón: Rubén “Lenguagato”.


Comenzamos el recorrido a pie de la famosa “Cola de Caballo”. Monumental salto de agua que rivaliza en majestuosidad con sus congéneres pirenaicos. Sirve además, como punto de partida de la ascensión al mítico “Poggio di San Mateo”.



El “Poggio di San Mateo” es una de las “salitas” más populares de la zona que nos ocupa. Sus dificultosas rampas nos introducen entre el caserío de la localidad de San Mateo. Es tal su renombre en el mundo ciclista, que durante la temporada que acaba de finalizar, algún organizador ha tenido la feliz idea de utilizarla como final de una carrera del prestigioso calendario Máster Pro Tour.




Si algo distingue a San Mateo respecto a otros lugares de la redolada, es La Camarera. Recientes estudios pretenden demostrar que Strauss se inspiró en esta manga hídrica para componer su célebre vals “El Danubio azul”, basándose en la leyenda que reza que aquel que viere las aguas del Danubio de color azul es porque está enamorado. Pues bien, en el caso de La Camarera a su paso por San Mateo, la tradición va más allá en lo referente a variedades cromáticas. Y así, si se ve el agua verde es que han regado, si adquiere tonalidades más rojizas es que son fiestas (por aquello de los excedentes de calimocho) o si por el contrario las aguas presentan un color más marrón es que han femado cauce arriba.


Como ya hemos destacado anteriormente, San Mateo posee su propio “Poggio”, pero esa no es la única subida mítica que podremos encontrar en tan singular enclave. Si nos acompañan, les brindaremos la oportunidad de subir las imponentes rampas del “KapelMuur de San Mateo” que nos permiten, no sin poco esfuerzo, alcanzar la ermita de Santa Engracia que corona el “Sasoberg” o “Monte del Saso”. Desde esta atalaya podremos deleitarnos con las impresionantes vistas de la zona por la que hemos disfrutado de un maravilloso día de ciclismo, gracias a la gentileza y profesionalidad de nuestros amigos de Enjoy Cycling Events.




Nuestro agradecimiento a nuestros improvisados modelos para la ocasión: Rubén, Alberto y José Manuel.



jueves, 3 de noviembre de 2011

Jorge Millas nos cuenta su experiencia en su primer año como Sub-23


Si el salto desde juveniles a la categoría élite/sub-23 conlleva una gran dificultad inherente al mismo, ésta se incrementa si el equipo elegido para llevar a cabo dicha empresa compite en un calendario tan exigente como el vasco-navarro. Si a lo anterior unimos compaginar entrenamientos con las obligaciones académicas, el reto se torna arduo. Sin duda, Jorge Millas, para los carajillos “el Maño”, era consciente, al comenzar la temporada que acaba de finalizar, que su fichaje por el Hostal Latorre le iba a abrir las puertas a un ciclismo de alto nivel que le iba a exigir un gran esfuerzo para estar a la altura de las circunstancias. No obstante, su ilusión y pasión por el ciclismo has posibilitado que haya acabado más que satisfecho de su rendimiento en este su primer año en la categoría. Hablamos con Jorge una vez acabada la temporada y un merecido descanso, durante los primeros kilómetros que cimentarán la base de la próxima temporada.




El Carajillo Alegre: ¿Te esperabas el cambio de categoría tal y como ha sido o te ha sorprendido de alguna manera?.
Jorge Millas:
Buf! Me lo esperaba duro y encima te ves en la salida con gente como Dueñas, García De Mateos, Montenegro, Tauler, Nozal o Belda…y piensas: “¡Jodo petaca. Me las van a meter todas!” (Risas).

E.C.A.: Formado en las categorías inferiores de los dos clubes aragoneses que en la actualidad, junto al C.C. Bajo Aragón Histórico, más empeño ponen en la cantera de nuestro deporte, decides dar el salto a Sub-23 en un equipo foráneo. Y no contento con eso, lo haces en el Hostal Latorre, formación navarra que disputa el calendario vasco-navarro que se tiene por el más exigente del país. ¿Qué te motivó a tomar esa decisión?, ¿no habría sido más sencillo, de cara a tu adaptación a la categoría, correr en un equipo de casa?.
J. M.:
Hubiera sido más fácil, más cómodo, pero siempre te gusta salir fuera, cambiar de aires, conocer gente nueva.


E.C.A.: A nadie le pasa desapercibido que el anhelo de todo corredor que milita en Hostal Latorre es correr, tarde o temprano, en Azysa. ¿Ves factible en un corto plazo de tiempo vestir de azul o, por el contrario, tus expectativas van por otro lado?.
J. M.:
Sí, el anhelo de todo ciclista de este equipo es pasar a Azysa.

E.C.A.: ¿Cuál ha sido el momento que más grato recuerdo te ha dejado la actual temporada?
J. M.:
El G. P. de Llodio y la concentración con los compañeros de Azysa y Latorre.


E.C.A.: ¿Cómo ves el panorama del ciclismo elite/sub-23 que te está tocando vivir?.
J. M.:
Lo veo bien. Hay corredores de mucho nivel que hacen que los más jóvenes aprendamos y nos esforcemos más.

E.C.A.: Cuéntanos cómo empezaste a practicar nuestro deporte favorito y tu trayectoria hasta ahora. ¿Quién tiene la culpa de que seas ciclista?.
J. M.:
Empecé dando paseos con mi padre en la montanblas y un día de casualidad vi una carrera en Utebo de escuelas y cadetes. Luego mi padre también retomó la bicicleta de carretera, después de muchos años inactivo, y ya allí me entró el gusanillo. Quería una bici de carreras y, después de mi operación, los Reyes me trajeron una Decathlon naranja y me apunté al CAI-C.C.Aragonés. Desde alevín de segundo año hasta juveniles de 1º estuve en ese grupo. En juveniles de 2º fui al Huesca-La Magia y mi primer año de sub-23 en el Hostal-Latorre de Liédena-Navarra (donde, por cierto, se come D.P.M. Que lo sepáis) (Risas)

E.C.A.: ¿De qué equipo o club guardas mejor recuerdo a lo largo de tu vida ciclista?.
J. M.:
Del C.C. Peña los Conejos. Empecé a salir con ellos y ahora sigo yendo, aunque menos.

E.C.A.: Algunos pensamos que la falta de ciclistas jóvenes es debido a que los actuales valores de la sociedad difieren bastante de los que emanan del ciclismo. Para ti, ¿Que valores crees que hacen este deporte especial?
J. M.:
Sí, es debido a eso y a la publicidad que nos hacen. Valores como la superación, la capacidad de sufrimiento. Haces muchísimos amigos en la carretera y, por ende, fuera de ella. Descubres paisajes muy bonitos y en muchos casos ves naturaleza en estado puro. Por no hablar en general de lo bonito que es este deporte.


E.C.A.: Dinos qué es para ti lo mejor y lo peor del ciclismo.
J. M.:
Lo mejor son los amigos que haces y todos esos valores que hemos comentado antes. Aunque sufres, disfrutas. Y no es masoquismo, ¿eh? (Risas). Lo peor es el “sanbenito” que nos cuelgan a los ciclistas en general.

E.C.A.: El ciclismo es un deporte que aporta las alegrías con cuentagotas. Hasta ahora, ¿cuál ha sido tu mejor momento vivido encima de la bici?
J. M.:
Cuando te salen las cosas bien.

E.C.A.: ¿Y el peor?.
J. M.:
Cuando vas a una carrera pensando que estas muy bien y luego no vas ni p’atrás.

E.C.A.: En lo referente al ciclismo, ¿de qué logro te sientes especialmente orgulloso?.
J. M.:
De mi capacidad de superación.

E.C.A.: Sobre la bici, ¿cuál consideras que es tu principal característica?.
J. M.:
Soy un “todoterreno”: ni subo, ni bajo, ni llaneo…(Risas). Ahora en serio, en llano con algún repecho es donde mejor me manejo. Y ya si me ponen un poco de aire… será por la zona.

E.C.A.: ¿Y en qué crees que todavía tienes margen de mejora?.
J. M.:
En todo.


E.C.A.: ¿Cuál ha sido la mayor locura que has hecho encima de tu bicicleta?
J. M.:
156km: Tourmalet-Hautacam-Soulor-Aubisque y Portalet. 5160 mts. de desnivel.

E.C.A.: ¿Dónde no te veremos nunca con tu bicicleta?.
J. M.:
De momento, haciendo una Randoneé.

E.C.A.: Y una cuenta pendiente: ¿Qué no has hecho en el ciclismo y te gustaría hacer?.
J. M.:
Todavía no he ganado una carrera oficial.

E.C.A.: Cuéntanos tu sueño como ciclista.
J. M.:
Es ser profesional. Y ya que estamos… ganar un Tour y, por un poco más, ganar un Mundial. Por decir un poco (Risas). Menos mal que soñar no cuesta nada.

E.C.A.: Un aspecto que valoramos mucho en El Carajillo Alegre es la elegancia en la bici. Cuidar el “fondo de armario” de un ciclista es un aspecto vital de todo carajillo que se precie. En tu caso, damos fe de que llevas a gala ir siempre muy bien conjuntado y con ropa del más alto nivel. Cuéntanos qué no falta nunca en tu “fondo de armario ciclista” y a qué prenda le tienes más afecto.
J. M.:
Un buen coulotte y unas buenas zapatillas. Con eso vas al fin del mundo.

E.C.A.: Un color de maillot y de coulotte.
J. M.:
Blanco para el verano y negro para invierno.

E.C.A.: ¿Calcetines altos o bajos?.
J. M.:
Normalmente un tamaño intermedio. Ni muy bajos, ni muy altos. Aunque prefiero tirando a altos.

E.C.A.: Cuál es la moda ciclista que más te gusta y la que menos.
J. M.:
La de enseñar la raya del Sol solo en las extremidades a mí me gusta. Y la que menos, he visto modas curiosas, dos ejemplos en invierno: ir de coulotte corto con braga y orejeras; y coulotte corto estiradísimo y calcetines hasta las rodillas, dejando justo al aire la rótula…Y una en verano: calcetines
altos negros.

E.C.A.: Una marca ciclista a la que seas fiel.
J. M.:
A BH. Empecé en una BH de niño de un primo y todas las que he tenido han sido BH, excepto con la que empecé a competir que era Decathlon, hecha por Time ¿eh? (Risas)

E.C.A.: Un maillot.
J. M.:
Con el primero que empecé: el del Kelme-CostaBlanca.

E.C.A.: Una bicicleta especial.
J. M.:
La CBT y la Moser de acero (regalo de Diego Tamayo).

E.C.A.: ¿Cubierta o tubular?.
J. M.:
Cubierta. El tubular es mas engorroso.

E.C.A.: ¿Campagnolo, Shimano o SRAM?.
J. M.:
Toda la vida con Shimano, pues Shimano. Y además ahora con el de “pilas” que tocas y cambia suave y rapidísimo.

E.C.A.: Siempre hablando de ciclismo, ¿en qué te gastas más dinero?.
J. M.:
En ropa. Me gusta tener ropa de serie, no toda con empresas y negocios.

E.C.A.: En todo este tiempo que llevas practicando ciclismo, ¿tienes algún “tesoro ciclista” al que le tengas especial cariño y del que no te desprenderías por nada del mundo?.
J. M.:
Tengo el maillot amarillo del Tour de Pereiro dedicado y firmado por todos los corredores.




E.C.A.: Seguro que tienes alguna manía a la hora de montar en bici. Cuéntanos alguna que sea confesable.
J. M.:
Siempre empiezo a vestirme por la izquierda y los calcetines por la derecha.




E.C.A.: ¿Prefieres entrenar solo o en grupeta?.
J. M.:
En grupeta.

E.C.A.: Tu ruta de entrenamiento favorita y compañía ideal para hacerla.
J. M.:
La “Vueltecica a Tardienta”, subir al Alto de Alcubierre o dar la vuelta a Gurrea por la “Marmolada”. Recorridos llanos con una dificultad montañosa y bien de cierzo. Como compañía cualquiera de mis compañeros y amigos.

E.C.A.: ¿Cuál es tu puerto favorito, si lo tienes?.
J. M.:
El Tourmalet. Casi me lo conozco mejor que los pocos que tenemos por aquí.

E.C.A.: Recomiéndanos un lugar ideal para hacer ciclismo.
J. M.:
El Pirineo Francés me encanta. Campan, Luz St.Sauver, Argeles-Gazost, Arreau,… Toda esa zona.

E.C.A.: ¿Cuál es la carrera o cicloturista por la que tienes una especial predilección, por el motivo que sea?
J. M.:
Cicloturista: La subida a la Virgen de Herrera, donde conocí a Diego y la organizaban Los Conejos. Carrera: el Gran Premio de Llodio y la carrera de escuelas de Caspe.

E.C.A.: ¿Quién es o ha sido tu ídolo ciclista?.
J. M.:
¿Sólo uno?. Ullrich, Bizcocho&Bizcochito (Nota E.C.A.: Los hermanos Tamayo), Cancellara…

E.C.A.: Y de los ciclistas que conoces personalmente, ¿admiras a alguno por algo en especial?
J. M.:
A los hermanos Tamayo. Disfrutan con lo que hacen. Buenísimos corredores y mejores personas.




E.C.A.: ¿Eres de las que no perdonas la “Parada Técnica” para el café, Coca-Cola, … o, por el contrario, prefieres hacer el entrenamiento de un tirón sin parar?.
J. M.:
La intento dejar sólo para determinadas salidas. Antes no paraba, pero con los Tamayo empecé a parar y ahora haces una paradica antes, la parada oficial y la de después para comentar cómo ha ido la jugada. Cuento las horas de coulotte… (Risas) (Nota de E.C.A.: Nótese que no es el primer entrevistado que hace referencia a la adopción de la sana costumbre de parar impuesta por los hermanos Tamayo).


E.C.A.: ¿Qué es lo que nunca falta en el bolsillo de tu maillot?.
J. M.:
El móvil, si me falta me doy la vuelta.

E.C.A.: ¿Qué música te motiva más a la hora de dar pedales?.
J. M.:
"Gem Boy - Carovana”

E.C.A.: Tu comida favorita.
J. M.:
Chuletón. No os cachondeéis que os conozco (risas)

E.C.A.: Una bebida.
J. M.:
Agua

E.C.A.: ¿Barritas energéticas o unos buenos huevos fritos con jamoncico?.
J. M.:
Depende la época del año, si los huevos fritos no perjudicaran tanto…

E.C.A.: ¿Isostar o cervecica?.
J. M.:
También depende del momento de la temporada. ¡Cuando estás entrenando te tomas una caña y te vuelves piripi! (Risas)

E.C.A.: Para finalizar, la cuestión que siempre hacemos a nuestros entrevistados, ¿qué significado le das a las palabras Enjoy Cycling?.
J. M.:
Disfrutar del ciclismo. Cosa que es fácil de hacer con la gente que me rodea.