domingo, 30 de octubre de 2011

China Chana


Como todas las añadas por estas fechas, tras el cese de la competición y el obligado paréntesis “pilarista”, comenzamos con las carajilladas de fin de semana. Éstas se caracterizan por el ritmo al que se realizan, pues aprovechando aquel axioma que aconseja no ir muy de prisa para realizar correctamente lo que los entendidos dan en llamar “la base”, la velocidad es más que asequible. En realidad, la aplicación de estos fundamentos teóricos del entrenamiento ciclista no deja de ser una excusa para disfrutar durante unas semanas de un ritmo cómodo que sería utópico en plena temporada de carreras. Que los hermanos Tamayo aprovechen esta época del año para aparcar sus bicicletas durante unos días, resulta determinante a la hora de poder llevar a cabo este deseo.


Es tal el anhelo de ir a una velocidad suave durante estas semanas, que cualquier incremento de la misma en algún momento puntual es denunciado con acritud por nuestras aletargadas piernas. Acostumbra a darse esta circunstancia en las esporádicas subidas que jalonan los recorridos escogidos para la fase de la temporada que nos ocupa. En una ocasión, el que esto escribe le advirtió a Rubén “Lenguagato” sobre el cambio de ritmo que imprimió a la marcha al acometer un desnivel. El interpelado alegó en su defensa que no había incrementado la velocidad, sino que había mantenido la que traía anteriormente durante la ascensión del repecho en cuestión. Huelga explicar que los esfuerzos por intentar hacerle comprender que mantener la elevada velocidad que se lleva en el llano a la hora de acometer una subida no deja de ser un tirón, fueron en vano. Por ello, le ahorraré al lector los innumerables argumentos esgrimidos por el autor de estas líneas para convencer al ínclito “Lenguagato”. Tras lo infructuoso del intento, sólo me resto advertirle que atendiendo a su teoría, en la próxima QH iba a tener que esforzarse de lo lindo para mantener en el Marie Blanque la velocidad que trajese desde el Somport.



La ruta de hoy discurría por carreteras cercanas de La Paul, Gurrea y El Temple.



Vista trasera de la carajillada saliendo de La Paul.




Carlos marcando el ritmo de la grupeta después de participar el día anterior en la carrera de montanblás de L'Almunia. Se clasificó en un notable octavo puesto, luego de pinchar en tres ocasiones.




La carajillada afrontando la temible rampa de Gurreabergen.




Terminando de coronar el muro del pueblo de los pelagallos.



Raul es todo un clásico de las carajilladas otoño-invernales.



Los Bertos: Roberto y Alberto.


Carlos y Luisito sonrientes por terreno fladier.




Toda grupeta que se precie se caracteriza por llevar una baliza para señalizar cualquier peligro que pudiera acaecer. Aquí tenemos a Chuané en pleno momento Hi Viz.



Otra característica de esta época de la temporada es el aumento del volumen de aquella parte de la anatomía del ciclista que incide directamente sobre el sillín de la bicicleta. Sirva esta panorámca para sacar las correspondientes conclusiones. Rubén "Lenguagato" anda preocupado con este tema. Con el fin de ayudarle en su dilema, estamos realizando una encuesta que el lector puede encontrar en la parte derecha.


Auto-frikifoto para delatar a quien ha perpetrado este reportaje fotográfico.


viernes, 21 de octubre de 2011

Ferias



Durante la Baja Edad Media, como consecuencia del crecimiento del poder comercial de los señores feudales, surgieron una serie de eventos económicos, a la sombra de las murallas de aquellos, que vinieron a complementar e incrementar la tradicional producción rural agropecuaria de subsistencia. Nacieron las ferias, donde los mercaderes se juntaban y realizaban tratos comerciales durante varios días. Por ejemplo, por aquí cerca, en Graus concretamente, se celebraba y se celebra la Feria de San Miguel, no en vano, allá por el 1201 el rey Pedro II (de Aragón, por supuesto y a pesar de "La Catedral de las Mentiras"), ratificaba la concesión de esa feria para ser celebrada en la partida grausina conocida como El Grado, desde tres días antes hasta siete después del 29 de septiembre. También concedía su especial protección a los que allí fueran, estuvieran o volvieran. La feria se ha celebrado ininterrumpidamente hasta hoy. Lo que empezó siendo una feria eminentemente caballar, considerándose una de las punteras en su género, devino en una importante cita también para agricultores, ganaderos y patrones en busca de criados, así como criados buscando cambiar de amo. Seguramente, permítanme la frivolidad, aquel avezado en la ciencia de conocer la idoneidad de una bestia mirando su dentado, bien pudiera hacer lo propio con los de un fámulo.



Desconozco si los expertos en la feria que acontece en estos días, tal vez semanas, en nuestro deporte también dominan el difícil arte de evaluar la calidad de los ciclistas que se les ofrecen escudriñando en sus dientes. Y es que estando en plena Feria Ciclista, no me atreveré a equiparar a tratantes y caballos o amos y criados, con representantes, managers, directores, corredores y demás fauna velocipédica. Al igual que antaño en las ferias referidas, en ésta se fijan los precios en función de la demanda independientemente de la categoría de la que hablemos. Que en este ámbito ferial todo ha evolucionado de tal manera que los curriculums hacen tantos kilómetros como sus protagonistas, los móviles de los directores desprenden más humo que los rodillos de Rubén y los buzones de sus correos electrónicos están a punto de explotar, aunque se trate de categorías oficialmente denominadas de ocio, de las de “disfrutar y hacer amigos”, ya me entienden, no sólo de las profesionalizadas, quiero decir, en las que se cobra sueldo... Bueno, dejémoslo que me lío. Decía que el precio del género varía dependiendo de la categoría y de si lo impone el interesado o el interesante. Así, la mensura puede ir desde millones de euros hasta un maillot y un coulotte. Depende.


La última noticia reseñable dentro del recinto ferial es que Oscar Freire sigue un año más, pero no en el banco holandés para el que trabajaba, sino que pasará a formar parte de la cada vez más consolidada facción hispánica de la escuadra rusa Katusha, junto a “Purito” Rodríguez, Losada, Horrach, Moreno, Vicioso y Florencio, hasta los JJOO. El cántabro es de esos corredores a los que valoraremos más cuando ya no esté en activo. Echaremos en falta su proverbial olfato en esas carreras que él ha acercado a los tabloides españoles no especializados. Su palmarés, entonces, será enmarcado en oro y se glosarán las excelencias de este corredor no especialmente carismático. Un palmarés al que según la humilde opinión de quien esto escribe, sólo le falta un maillot rojo y gualda.


Y para terminarla de liar, en cuanto a los que comen de esto de dar pedales, la firma italiana de calzados Geox da por finalizada su experiencia en esto del mecenazgo ciclista. Lo particular del caso es por lo inesperado y las fechas en la que ha acaecido, en plena feria, con escaso margen de reacción. No obstante, Matxín ya ha salido airoso de pretéritas situaciones similares.


Como siempre en estas fechas, El Carajillo Alegre sólo tiene un interés declarado y no es otro que nuestros dos “caballos pura sangre”, los hermanos Tamayo, interesen a alguno de esos “tratantes” que deambulan entre la amalgama de intereses de esta feria.

jueves, 13 de octubre de 2011

La "Roubaix" española


La temporada 2011 da sus últimos estertores, en cuanto a la modalidad profesional se refiere, y antes de lo que nos imaginamos nos asaltarán los primeros síntomas del “síndrome de abstinencia ciclista”. Ante la lejana expectativa de las grandes vueltas, centraremos nuestros anhelos en las míticas clásicas, más madrugadoras en el calendario. Dentro de las que adquieren el carácter de mito, están las que discurren por recorridos ajenos, en mayor o menor medida, al benevolente asfalto. La París-Roubaix y el Tour de Flandes son las más famosas, pero el calendario europeo septentrional alberga más ejemplos de este ciclismo que adquiere tintes épicos y que lejos de perder adeptos, los incrementa temporada tras temporada. Un claro ejemplo de ello es el nacimiento de la Strade Bianche, más cococida como la “Eroica” (Monte Pashi Eroica). La bisoña clásica toscana que en apenas un lustro de discurrir por polvorientos senderos de tierra, ya oposita a un lugar destacado en el Olimpo Ciclista.



¿Se imaginan la posibilidad de disfrutar de una de estas legendarias manifestaciones ciclistas en el territorio patrio?. Pues no piensen en ello como tan sólo una quimera, pues la próxima temporada nacerá una marcha cicloturista novedosa en España y que al igual que la Strade Bianche anteriormente referida que emanó también del cicloturismo, se gesta con la intención de convertirse en una carrera profesional en el futuro. Estamos hablando del G.P. Canal de Castilla que en junio o julio de 2012 (todavía la Federación debe confirmar la fecha exacta) celebrará su primera edición entre Valladolid y Aguilar de Campoo (Palencia) con un recorrido variado e inédito de más de doscientos kilómetros.


Ojalá dentro de no mucho tiempo debamos adjuntar a nuestro vocabulario ciclista el término “sirga”, junto a otros como “pavés”, “muro”, “carrefour”, etc… Para más información el club organizador nos ha remitido el siguiente espacio: gpcanaldecastilla.wordpress.com





lunes, 10 de octubre de 2011

III Subida al Col Esterol - I "La Mítica"


No es intención de los máximos mandatarios de El Carajillo Alegre competir en importancia con ninguna otra entidad ciclista, ni eclipsar a aquellos organizadores que invierten tiempo y esfuerzo en intentar sacar adelante cualquier proyecto velocipédico, por modesto que éste sea. Es por ello que queremos dejar constancia de que en ningún momento elegimos deliberadamente la fecha para la celebración de la “III Subida al Col Esterol – I "La Mítica” con el fin de restar protagonismo a la París-Tours celebrada en tierras francesas el mismo día. Comprendemos que el Mundo Ciclista haya dirigido su mirada a las evoluciones de los carajillos y, por consiguiente, no se le haya prestado la atención debida al meritorio triunfo del belga Van Avermaet en la otrora denominada Creteil-Chaville. En lo sucesivo, intentaremos que los eventos organizados por El Carajillo Alegre no coincidan con otras manifestaciones ciclistas susceptibles de ver ninguneada su presencia en los medios especializados.



Esta edición de La Subida al Col Esterol presentaba la novedad del nacimiento de otro evento carajillil: “La Mítica”. Una prueba especial que pretende ensalzar aquellos tesoros ciclistas que los participantes en la ya consolidada “Subida al Col Esterol” tengan a bien compartir con el resto de la caterva carajillil. La clasificación de la misma emana, mediante riguroso sufragio universal, de la voluntad de los presentes. Si bien, algún aspirante a inaugurar el palmarés de “La Mítica” aludió a la falta de “cultura ciclista” de los votantes, para justificar su derrota. Siete fueron los finalistas de esta primera edición con un nivel más que aceptable.



Por lo que respecta a la Subida al Col Esterol propiamente dicha, tan sólo referir la pésima imagen ofrecida por dos de los participantes que evidenciaron una falta de preparación preocupante y se decantaron por sendas tortillas francesas. El resto del pelotón dio buena cuenta de las dos ascensiones, acompañadas bien por las duras rampas de “ChorizoMuur”, bien por los pestosos falsos llanos de “Jamonberg” o por los inmisericordes abanicos de “Loganizandries”, a elección de cada participante, que hizo necesaria la ingesta masiva de avituallamiento sólido (barritas de fécula fritas) y líquido (zumo de uva fermentado con bebida isotónica carbonatada).



En esta imagen se puede observar una de las dos tortillas francesas que aparecieron en la prueba.


Roberto y Raul no pueden disimular la tensión y el nerviosismo poco antes de afrontar el Col Esterol.


Pelotón compacto.



La carajillada captada "for detroit".


Michel pasará a la historia como el primer vencedor de "La Mítica". Este mítico maillot de Fagor de la época de Cascorro, con bolsillos pectorales y "serigrafía" bordada, causó sensación.


En segunda posición quedó esta placa de bicicleta autografiada por el mítico Mario Cipollini que presentó Raul.


Raul, para der fe de la autenticidad de su mítico tesoro, presentó esta imagen suya con "el Rey León" en la Vuelta a Aragón 2001 ... snif... cuando había Vuelta a Aragón profesional. ¡Qué tiempos!.



Felis participó con este mítico maillot de Artiach de 1995.



Rubén intentó imponerse en "La Mítica" con este mítico maillot del C.C. Zufariense de la década de los ochenta que tenía pelotillas y todo. No le sirvió para ganar, pero seguro que si se da una vuelta con él por Chueca, le invitan a lo que quiera.



Javi optó por este no menos mítico del T-Mobile. Aunque para nosotros siempre será el del Telekom.



Chuané eligió los míticos colores del Airtel, equipo élite y sub-23 de 2000, para intentar hacerse con el premio. Hay que reconocer que el diseño de este maillot sólo pudo emanar de una mente privilegiada.



Isaac "el Búfalo" lució este maillot de la ONCE inspirado en el mítico rosa que llevaban en el Tour.



Resulta curioso ver las muestras de alegría de algunos corredores, pese a no lograr el triunfo. A alguno la cuarentena se le está haciendo harto luenga. Y eso que no la ha comenzado todavía.



Foto para la historia de la III edición de la Subida al Col Esterol.



Algunos participantes ya comienzan la preparación para la edición del próximo año.




domingo, 2 de octubre de 2011

Buenas sensaciones de Sebas Tamayo en el Memorial Marco Pantani


Los que hemos tenido la oportunidad de sufrir estos últimos días lo que últimamente se da en llamar a orillas del Ebro un “Tamayazo”, sabíamos del estado de forma de los hermanos Tamayo antes de partir hacia Italia para cumplir con sus últimos compromisos competitivos. Por aquí, por Zaragoza, los osados que nos hemos atrevido a coger la rueda de la pareja del WIT? deseamos con fervor que encuentren un equipo que les ofrezca un amplio calendario que les haga ausentarse de su hogar para competir con mayor frecuencia y, de paso, poder recuperarnos de los esfuerzos realizados para poder acompañar, con mayor o menor fortuna, a Diego y Sebas en sus entrenamientos.

Este fin de semana hemos podido gozar de un merecido descanso, habida cuenta de la participación de nuestros amigos en el Memorial Marco Pantani. Una prueba que ha contado con una excelente participación y un recorrido exigente sobre 183 kilómetros. En la misma, Sebas ha tenido una destacada actuación que no se ve fielmente reflejada en el cuadragésimo primer puesto de la clasificación encabezada por Fabio Taborre (Acqua & Sapone). El menor de los Tamayo, alcanzó la línea de meta, sita en Cesenatico, en el pelotón principal a 1:52 del vencedor.

Sebas y su compañero Tyron Giorgieri posando instantes antes de la salida.